Últimamente están saliendo al mercado una nueva variedad de cajas de velocidades automáticas , como la Speed Gear de Fiat o la Autactiva Secuencial del Citroën Evasion. Estas novedosas cajas tienen la ventaja de permitir manejar el coche automático de forma manual cuando queramos, con la simple acción de pegar un golpe hacia adelante o hacia atrás en la palanca de cambios (un sistema parecido al de un Fórmula I y hasta ahora sólo presente en las grandes berlinas)
Caja automática autoactiva secuecial de Citroën
En el caso de la caja de Citroën, la caja tiene la novedad de adaptarse automáticamente al estilo de conducción del conductor. Si, por ejemplo, un día necesitamos una conducción deportiva y no paramos de pisar a fondo el acelerador, el coche circulará adaptara automáticamente las marcas. Por supuesto, además de la acción del conductor, la nueva caja también tiene en cuenta el perfil de la carretera (subida suave, pronunciada y bajada)
Para saber en todo momento la modalidad activa, en el cuadro de a bordo se recuerda al conductor la marcha y el modo de utilización de la caja seleccionados. El mando secuencial ofrece, pues, las mismas ventajas que la caja manual, sin depender del embrague.
Para mayor seguridad y confort, el automatismo se impone en tres casos muy específicos: reduciendo cuando las revoluciones bajan de 1.000 r.p.m. (para evitar el calado), aumentando una marcha cuando a un régimen de motor apropiado y reduciendo en caso de una aceleración importante.
Caja automática autoactiva secuecial de Citroën
En el caso de la caja de Citroën, la caja tiene la novedad de adaptarse automáticamente al estilo de conducción del conductor. Si, por ejemplo, un día necesitamos una conducción deportiva y no paramos de pisar a fondo el acelerador, el coche circulará adaptara automáticamente las marcas. Por supuesto, además de la acción del conductor, la nueva caja también tiene en cuenta el perfil de la carretera (subida suave, pronunciada y bajada)
Para saber en todo momento la modalidad activa, en el cuadro de a bordo se recuerda al conductor la marcha y el modo de utilización de la caja seleccionados. El mando secuencial ofrece, pues, las mismas ventajas que la caja manual, sin depender del embrague.
Para mayor seguridad y confort, el automatismo se impone en tres casos muy específicos: reduciendo cuando las revoluciones bajan de 1.000 r.p.m. (para evitar el calado), aumentando una marcha cuando a un régimen de motor apropiado y reduciendo en caso de una aceleración importante.