¿Para qué sirven?
El filtro de habitáculo es un componente que retiene las partículas en suspensión del aire (polen, bacterías, polvo, gases, etc) e impide que entren en el interior del coche. La progresiva introducción de sistemas climatizadores en los vehículos ha ido generalizando su utilización por parte de los constructores de vehículos, aunque hay también coches que, sin llevar climatización, también lo montan.
En el interior del habitáculo el nivel de contaminación puede llegar a ser varias veces superior al existente fuera del mismo. El filtro "limpia" el aire que entra del exterior a través de los conductos de aireación. Las personas mayores, los niños y los alérgicos son los primeros en notar los efectos de un filtro en buenas condiciones.
¿Cada cuánto y por qué hay que cambiarlos?
Se recomienda reponer el filtro cada quince mil kilómetros o una vez al año, aunque en el transcurso de los doce meses no hayamos andado tantos kilómetros. Si el coche se utiliza en carreteras mal asfaltadas o caminos forestales o si se frecuentan obras o zonas con mucho polvo, conviene cambiarlo antes.
Es muy importante respetar los cambios. De no hacerse así, los problemas alérgicos se agravarán, se dificultará la eliminación del vaho del parabrisas y la ventilación del vehículo en general.
El filtro de habitáculo es un componente que retiene las partículas en suspensión del aire (polen, bacterías, polvo, gases, etc) e impide que entren en el interior del coche. La progresiva introducción de sistemas climatizadores en los vehículos ha ido generalizando su utilización por parte de los constructores de vehículos, aunque hay también coches que, sin llevar climatización, también lo montan.
En el interior del habitáculo el nivel de contaminación puede llegar a ser varias veces superior al existente fuera del mismo. El filtro "limpia" el aire que entra del exterior a través de los conductos de aireación. Las personas mayores, los niños y los alérgicos son los primeros en notar los efectos de un filtro en buenas condiciones.
¿Cada cuánto y por qué hay que cambiarlos?
Se recomienda reponer el filtro cada quince mil kilómetros o una vez al año, aunque en el transcurso de los doce meses no hayamos andado tantos kilómetros. Si el coche se utiliza en carreteras mal asfaltadas o caminos forestales o si se frecuentan obras o zonas con mucho polvo, conviene cambiarlo antes.
Es muy importante respetar los cambios. De no hacerse así, los problemas alérgicos se agravarán, se dificultará la eliminación del vaho del parabrisas y la ventilación del vehículo en general.