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    Porsche Cayman S: Esencia de 911

    11 de febrero de 2008
    El Cayman tiene las proporciones del Boxster, digamos que es su versión Coupé y por lo tanto muchas semejanzas con el 911 tradicional, sobre todo porque el actual ha crecido en todo y es el Cayman de esta década el que guarda las proporciones y parámetros del tradicional 911 pero con 2 estrictas plazas.

    Texto: Eugenio Pinilla 11/02/2008. Fotografías Com & Com. Publicado febrero 2008

    Ref motor: PORSCHE Tipo: G. M97/21

    Ya se sabe que cuando uno se pone al volante de un Porsche de los "bajitos" tiene que cambiarse el chip. Entramos en el mundo de los superdeportivos, de las sensaciones y del disfrutar conduciendo hasta unos límites que las manos de cada uno y la cabeza deben marcar.

    Para la elección de un Cayman tenemos dos posibilidades, un motor de 245 CV y otro de 295 que es de nuestro Cayman S. Se puede elegir cambio manual o automático y siempre en un único nivel de acabado al que le podemos añadir una interminable lista. Cosa por cierto que llevaba nuestra unidad con casi la mitad del precio en opciones, una lista inmensa.

    Coupé por decreto

    El Cayman es un coupé radical, con motor central y tracción trasera. 434 cm de largo para dos plazas. Tiene las dos puertas de acceso al habitáculo, un maletero delante y otro pequeño atrás compartiendo puerta con el vano motor, que nos permiten llevar el equipaje de 2 personas de un fin de semana, olvidemos bolsas de golf y esas cosas. Al ser motor central podemos divisar las branquias laterales para la refrigeración del mismo.

    Acceder al capó motor no es algo previsto para el usuario, hay que hacerlo con herramientas, levantar una tapadera aislante tras los asientos, y después retirar 6 tornillos de tipo tor. Para rellenar los líquidos se dispone de una trampilla con las correspondientes bocas muy a mano, todo ello tras levantar el portón trasero. Al final de éste hay un discreto alerón que sale automáticamente a determinada velocidad aunque podemos mantenerlo arriba voluntariamente con un interruptor desde el salpicadero.

    86 CV/l

    Hablando de un deportivo decir que a cada litro se le sacan 86 CV no es una cifra exagerada - hay coches diesel que tiene más potencia específica . Se parte de un 6 cilindros dispuestos horizontalmente y opuestos tipo bóxer, con 3.4 litros de cilindrada. La potencia máxima es de 295 CV a 6.250 revoluciones, que tampoco es un régimen muy alto.

    Tenemos un generoso par de 340 Nm a 4.400 vueltas que se mantiene hasta prácticamente el régimen de potencia máxima, el sistema de apertura variable de admisión optimiza unos bajos también para un uso menos radical o deportivo.

    La electrónica tiene como dos "mapas de gestión", con el normal el coche muestra una respuesta ya buena, pero más sosegada que con el mapa "deportivo".  Éste le da una respuesta al acelerador mucho más inmediata y el coche se convierte algo más rabioso. Esta gestión de la electrónica va acompañada de un control de estabilidad que te permite a su vez un margen de maniobras más amplio para jugar con el gas y la trasera, y sentir mucho más que conducimos un coche que tiene sus ruedas motrices detrás. Además también trabaja sobre la amortiguación si tenemos la opción de suspensión activa.

    Sobre el cambio también hay que puntualizar que con casi 300 CV y un motor que tiene su potencia máxima en poco más de 6000 vueltas, el desarrollo final es de unos 40 km/h  cada 1000 vueltas, esto según la instrumentación, lo que viene a ser que su velocidad máxima se logra casi en el límite de corte de la inyección a unas 6.800 rpm.

    El resultado de las relaciones es bastante cerrado, con caídas de vueltas muy optimizadas para un deportivo.

    Exquisito interior pero con mucha inversión en extras

    Como ya he comentado, nuestro Cayman llevaba una enorme lista de equipamiento opcional. Al mirar en el interior podemos ver qua está acabado en cuero hasta los parasoles, pasando por el salpicadero entero. Hasta el pomo del cambio se paga aparte, asientos, equipo de sonido, alfombrillas... todo eran extras, hasta el escudo de Porsche en los reposacabezas (209 €). Como curiosidad la parte trasera de los asientos acabada en aluminio, también es un extra a añadir al de los asientos.

    Así que si nos fiamos por las apariencias tenemos un acabado exquisito, que en nuestro coche es fruto de tanta opción añadida. Sólo podemos añadir que siento Porsche de serie encontramos también un gran acabado, en materiales y ajustes, siempre en ese tono deportivo que significa improvisar huecos, posavasos y estas cosas más fáciles de distribuir en un coche con mas espacio.

    Por que esa es otra, la limitación del espacio es algo inherente en este tipo de coches, donde la cota útil está muy limitada. Con posición de asientos obligadamente bajos.

    En cuanto a detalles de confort es el mismo patrón, se cuida lo que se puede, como luces de cortesía bajas, pero poco más.

    Hablar de la zona de carga en este tipo de coche puede ser predicar en el desierto, pero para el que le interese decir que delante hay un profundo hueco en el que se puede meter una maleta tipo troley y atrás otro algo más plano similar a una bolsa de deportes, olvidémonos de compartimentos, y otras cosas que puede tener más importancia en otros coches. Sin embargo tenemos una red para que los pequeños bultos no se muevan.

    Nivel de equipo básico

    El nivel de equipamiento del Cayman S de serie es limitado. Si nuestra unidad tiene tantas cosas es por que se han pagado aparte. Y otros elementos que estando de serie se han mejorado, como el equipo de sonido o llantas especiales.

    Vemos también que se paga aparte el control de presión de neumáticos, cosa que debería ser de serie en un coche que no lleva rueda de repuesto, y que lleva neumáticos anti-pinchazos.

    No quiere decir que los neumáticos no se pinchen nunca, sino que es un neumático que permite rodar sin aire a cierta velocidad, actuando como "galleta" de emergencia.

    Desde luego que echando un vistazo a la lista de opciones dispuestas en nuestro Cayman nos haremos una idea.  En ella no todo es algo que pida el coche, pero por ejemplo los automatismos de luces y limpias o mandos en volante, si son cosas que se puedan echar de menos en un equipo de serie.

    Al volante todo se olvida

    Pero el que se sube a un coche así no es precisamente el que va a un concesionario con una lista de opciones, o un estudio parametrizado de la competencia. El argumento de Porsche es su estilo, al menos en los deportivos que son los coches tradicionales antes de aventurarse en el exitoso Cayenne.

    Una dura amortiguación, un sentir cada cambio, un apoyo plano en curvas y un poder de tracción sobresaliente son las premisas que de momento nunca faltan en sus coches, y el Cayman no podía ser menos.

    Esa dureza de mandos que te encandila, ese sonido que te sale de atrás, y ese sentir la carretera en cada bache, es lo que define si te gusta o no.

    Para arrancar este Porche cómo no!, se hace con la mano izquierda, pronto el sonido (con colectores especiales en nuestro "S") te embriaga, y más aún cuando lleguemos a regímenes más altos donde cambia la curva de apertura de sus válvulas.

    Es un deportivo radical y punto, buscar otra cosa es que Porsche no es tu marca, aunque te guste tener una foto del GT3 en la pared de casa.

    De hecho el uso a diario de un Porsche así es cansado, y eso de ir "atacao" disfrutando de cada tornillo del coche es algo que lo hacemos los que por desgracia sólo tenemos un coche así unos días al año. A buen seguro su usuario limitará más el uso así, pero nunca dejará de sentir esa sensación de gran control desde los primeros metros.

    Sus asientos disponen de reglaje eléctrico, el de nuestra unidad muy completo con 3 memorias, igual que el "copiloto". La instrumentación de acento deportivo está presidida por el cuentavueltas, es clara y dispone de un velocímetro analógico convencional y otro digital en el display del ordenador de consumos, en el que podemos poner en cifras grandes y precisas la velocidad.

    Radical y súper efectivo 

    No hay que decir mucho para definir el comportamiento del Cayman después del punto anterior. A pesar de 295 CV y un empuje muy rotundo desde pocas vueltas cualquiera lo puede conducir comprobando que las curvas son casi rectas y que cualquier orden al volante y pedales son ejecutadas en el momento sin rechistar.

    Otra cosa es ir subiendo el ritmo y encontrar los límites. Con el control de estabilidad conectado todo es muy fácil, frenando lo que hay que frenar las curvas se pueden tomar con mucha agresividad que el sistema pone su parte para neutralizar cualquier exceso. La velocidad de paso en curva es altísima, la amortiguación muy dura y mientras que el suelo sea bueno el ritmo que cualquier conductor medio logra es cardíaco.

    Pero demos un paso más, apretemos el botón de la gestión del motor que nos deja jugar un poco más con la tracción, y entonces ya tienen que ser manos un poco más avezadas las que logren exprimir los 295 CV. Las pérdidas de tracción, traducidas siempre en coletazos de la zaga, ya son más evidentes, sobre todo con suelo irregular, y la dosificación del gas y un mínimo contravolante empieza a ser necesario.

    Un tercer paso es quitar del todo el control de estabilidad (y tracción) y ver como nosotros no éramos todo lo "buenos" que creíamos. El trabajo se acumula, las reacciones son más espectaculares y la dosificación de gas y contravolante ejercicio habitual de cada curva si queremos acercarnos a los limites de sus prestaciones.

    Es relativamente económico en conducciones tranquilas

    Estamos ante un coche potencialmente sediento y que puede darnos consumos superiores a 20 litros en conducción deportiva, pero si bien no siempre vamos a ir así, también tenemos la oportunidad de comprobar como con cruceros medios y un andar semi turístico podemos lograr unas cifras "asumibles" entre los 9 y 11 litros. Más hacia los 9 en vías generales y más hacia los 11 /13 en curvas, ya digo sin aceleraciones fulgurantes.

    Por que otra cosa  es ponerte a 100 en 6.6 segundos, que se puede, o exprimir velocidades hasta 275 km/h que también, mejor en las autopistas alemanas...

    Su relación peso/potencia es de 4,6 Kg. por CV lo que da índice de su agilidad, con una respuesta estupenda si buscamos andar bajitos de vueltas con cierta desatención del cambio - cosa que será poco habitual.

    Poca competencia directa

    El Cayman S junto con el Nissan 350Z están solitos en su mercado, más barato y con acabado más flojo el Nissan, pero no hay más que rascar en este momento con su potencia y tamaño, hablando de coupés de 2 plazas.

    RESUMEN

    No por ser el más pequeño es menos Porsche. El Cayman hereda las cotas de tamaño y potencia del antiguo 911 y le supera en sensaciones, tecnología y comportamiento, es evidente. 2 plazas para disfrutar con su conducción y sensaciones. Sacrificamos muchas cosas, pero el comprador no estará nunca engañado de que tiene limitado el espacio y el equipaje. Con un equipamiento algo escaso para su precio, pero pudiendo añadir todo lo que desee en factura aparte. Deportivo, radical y con un comportamiento intachable, divertido y seguro.

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