Texto Eugenio Pinilla, 16 julio 2011.
Publicado julio 2011.
Ref motor: Toyota, tipo: G 2ZR
Utilizando la tecnología de la casa, Lexus ha aprovechado la oportunidad de entrar en un nuevo segmento del mercado, pero con una gama tan escueta como que su única oferta se basa en una motorización con único acabado. Visto así, pelear en el segmento de los polivalentes medios, es una batalla perdida, sin embargo el CT, con su única versión 200h, es un éxito de ventas para la marca, siendo mucho más caro que cualquiera de sus rivales en el mercado.
Está claro que sus argumentos no son los normales de este segmento, siendo un Lexus y un híbrido tiene su explicación que cualquier competidor cueste desde 7.000 euros menos, sin tener además un equipamiento desbordante.
Lexus apuesta por la calidad de acabado, la postventa, y en este caso por unos consumos y emisiones de coche más pequeño.
136 CV que podrían ser más
El CT200h cuenta con un conjunto propulsor que rinde 136 CV, sumando los 99 de su motor térmico o de explosión, que es de gasolina y la aportación del conjunto híbrido que suma su par en los momentos que el sistema cree conveniente para mantener la carga de la batería.
Sabemos que el motor electrico tiene bastantes más de los 37 CV que parece aportar a la cifra de potencia máxima, pero en esta nueva generación de híbridos no se cae en el fallo de los primeros de depender de la carga de batería. Si la bateria está a tope y la solicitud del acelerador lo requierte, podría aportar su potencial, dando paso al motor de gasolina en la manera que la carga flojee. Sin olvidar, que hasta cierta velocidad podemos forzar a rodar con el motor eléctrico solamente si lo deseamos, gracias al sistema "EV".
Silencio y confort de conduccción
La conducción de este Lexus CT es además de sencillísima, muy confortable. Carente de toda guía de marchas, su automatismo se basa en un variador continuo que ajusta las revoluciones del motor con la solicitud del acelerador.
Ello produce que en los adelantamientos el motor se vaya a tope de vueltas enseguida y todo el silencio que tenemos normalmente cuando conducimos se traduzca en un ruido de coche poco "potente". Y bueno, no es que la potencia sea desmesurada, pero es decente en sus aspiraciones económicas que no hay que olvidar.
¿Que iría mucho mejor con una guía secuencial?, si. ¿Que es imprescindible?, pues no, sólo para algunos que les guste una conducción más deportiva, también contraria a su filosofía.
Quizá también sea herencia de aprovechar la mecánica del Auris HSD, un coche más barato que tiene más excusado no tener guía de marchas secuencial.
Gestión económica o deportiva.
Lo que si podemos es elegir el tipo de conducción, o mejor dicho, de gestión del motor que preferimos para ponernos al volante.
Tenemos un selector al lado de la singular palanca de cambios, en el que podemos elegir una gestión forzada a lo económico, a lo deportivo o normal, que el coche automáticamente gestione según nuestra conducción en cada momento.
Siguiendo la moda de los cuadros con diversos colores, si elegimos la opción deportiva, el color de fondo de cuadro pasa de azulado a rojo y el medidor de potencia típico de éstos híbridos se convierte en un cuentavueltas tradicional.
Con la gestión deportiva obtenemos un tacto más directo del acelerador, y un régimen algo más elevado en relación con la posición del acelerador. Tenemos la misma potencia, pero un poco más disponible.
Modo EV
Si queremos forzar el andar sin el motor de gasolina arrancado podemos hacerlo a través de la tecla "EV". Esta opción es válida para velocidades bajas siempre que la batería tenga suficiente carga, pero en todo caso si esto se cumple, el coche automáticamente lo hace así, se mueve sólo con potencia eléctrica, proviniente de la regeneración de la energía de movimiento en las deceleraciones, como todos los híbridos vamos.
Excelentes consumos siempre
Como en todos los coches híbridos, el CT200h aprovecha las fases de más necesidad de potencia, aceleraciones, subidas, arrancadas fuertes... para aportar la ayuda eléctrica que se refleja en una reducción de consumos importante. Por otro lado, su sistema de autocalado en las paradas nos reduce más aún el consumo urbano. Por lo tanto la curva de consumos se estrecha hacia un consumo medio que en nuestra prueba fue de los 6 a los 9 litros dependiendo el tipo de conducción, observando que, pasando de cierta velocidad punta (125/130 km/h) durante mucho tiempo, el sistema híbrido no ayuda tanto y los consumos se resienten.
En ciudad, para tener un consumo puntual bajo, debemos tener la batería cargada. Entonces podemos llegar a tener fases de consumo "cero", pero teniendo en cuenta que hemos chupado de una batería que se ha cargado en carretera. Si seguimos andando por ciudad con la bateria en mínimos, el consumo no es tan benébolo. Por ello el consumo de este coche debe mirarse en el compendio de un ciclo de conducción largo que conlleve ciudad y carretera.