La prevención siempre es una fórmula de tener resultados más satisfactorios y en este sentido en el campo de la automoción Audi está investigando un sistema de suspension que se anticipe a las condiciones de la carretera.
Mediante sensores conformados por cámaras de vídeo y sensores láser, se analizan los siguientes 20 metros de la calzada para detectar sus irregularidades y estado de agarre, bien si está mojado, o nevado, haya baches, juntas de dilatación o gravilla. Todos estos factores, una vez detectados pueden poner en alerta los sistemas de suspensión que están mandados por un software inteligente y que toma las decisiones para actuar sobre los amortiguadores, estabilizadoras y demás sistemas coordinados con la CPU y los sensores.
Por otra parte y con la ayuda del GPS podremos también detectar las curvas, el radio y el apoyo para preparar el coche y actuar en sentido contrario del apoyo, buscando que la fuerza inercial sea siempre nula, logrando un mejor comportamiento y confort de marcha. La carrocería se puede inclinar en el sentido contrario hasta 5º, neutralizando a modo de peralte las fuerzas inerciales.
Las investigaciones se están inspirando en los movimientos de patinadores y esquiadores, que inclinan su cuerpo para poder tomar las curvas y hacer los giros.
Dos cámaras de vídeo funcionando en "estéreo", sensores láser que peinan la carretera y la posición GPS del coche, serán parte de los informadores al sistema para que prepare la suspensión y llega a cada punto con un retraso cero de actuación.
/Fuente de datos: Audi.