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    Volvo prueba la tecnología KERS

    27 de mayo de 2011
    Una solución ligera, barata y ecoeficiente que hace que un motor de cuatro cilindros parezca de seis y que el consumo de combustible se reduzca hasta un 25 %.
    Volvo prueba la tecnología KERS

    Este otoño, Volvo Car Corporation se convertirá en uno de los primeros fabricantes de vehículos en probar el potencial de la tecnología del volante de inercia en carreteras públicas.

    La compañía ha recibido una subvención de la Agencia Sueca de Energía de 6,57 millones de coronas suecas destinada a desarrollar, en el marco de un proyecto conjunto con Volvo Powertrain y SKF, una tecnología del futuro de recuperación de energía cinética procedente de la energía de frenado.

    "Nuestro objetivo consiste en desarrollar un sistema de recuperación de energía cinética completo. Las pruebas en vehículos Volvo comenzarán en la segunda mitad de 2011. Esta tecnología ofrece la posibilidad de reducir el consumo de combustible hasta un 25 %. Además, proporciona al conductor 80 CV adicionales, consiguiendo así que un motor de cuatro cilindros tenga la aceleración propia de una unidad de seis cilindros", explica Derek Crabb, Vicepresidente de VCC Powertrain Engineering.

    60 000 revoluciones por minuto

    Este nuevo sistema, conocido como volante de inercia KERS (Kinetic Energy Recovery System - Sistema de recuperación de energía cinética) está incorporado al eje trasero. Durante la reducción, la energía de frenado hace que el volante de inercia gire a 60 000 revoluciones por minuto. Cuando el vehículo vuelve a ponerse en marcha, la rotación del volante de inercia se transmite a las ruedas traseras a través de una transmisión especialmente diseñada con este fin.

    El motor de combustión que mueve las ruedas delanteras se desconecta tan pronto como empieza el frenado. La energía del volante de inercia puede utilizarse para acelerar el vehículo cuando este tiene que volver a ponerse en marcha o para propulsarlo cuando alcanza una velocidad constante.

    "La energía acumulada del volante de inercia es suficiente para propulsar el vehículo durante períodos cortos. Sin embargo, tiene un impacto importante en el consumo de combustible. Nuestros cálculos indican que el motor de combustión se apaga durante aproximadamente la mitad del tiempo de conducción, de acuerdo con el Nuevo Ciclo de Conducción Europeo", explica Derek Crabb

    Puesto que el volante de inercia se activa con el freno y la duración del almacenamiento de energía ?es decir, el tiempo durante el que el volante de inercia está girando? es limitada, esta tecnología es más efectiva cuando el vehículo se para y vuelve a ponerse en marcha repetidas veces. En otras palabras, el ahorro de combustible es mayor al circular por ciudad con mucho tráfico y también durante una conducción activa.

    Si la energía del volante de inercia se combina con la capacidad total de combustión del motor, el vehículo consigue un empuje adicional de 80 CV y, gracias al rápido aumento de par, esto se traduce en una reducción del tiempo de aceleración de 0 a 100 km/h en varios segundos.

    Fibra de carbono para una solución ligera y compacta

    La asistencia a la propulsión del volante de inercia se probó en un Volvo 240 ya en los años 80, y los volantes de inercia construidos con acero han sido evaluados por diferentes fabricantes en los últimos tiempos. Sin embargo, puesto que una unidad de acero es mayor y más pesada y tiene una capacidad de rotación bastante limitada, esta alternativa no es viable.

    El volante de inercia que Volvo Car Corporation utilizará en las pruebas de sus vehículos está realizado con fibra de carbono. Pesa alrededor de seis kg y tiene un diámetro de 20 cm. El volante de fibra de carbono gira en un vacío que reduce al mínimo las pérdidas por fricción.

    "No somos los primeros en probar la tecnología del volante de inercia. Pero nadie lo había aplicado al eje trasero de un vehículo con un motor de combustión que mueve las ruedas delanteras. Si las pruebas y el desarrollo tecnológico continúan según lo previsto, esperamos que los vehículos con tecnología de volante de inercia lleguen a las salas de exposición en un par de años", afirma Derek Crabb. Y concluye:

    "La tecnología del volante de inercia es relativamente barata. Puede utilizarse en un volumen mucho mayor de nuestros vehículos que la tecnología de gama superior, como la de los híbridos enchufables. Esto significa que puede desempeñar un importante papel en nuestra estrategia DRIVe Towards Zero de reducción de CO2".

    /Fuente: Volvo Prensa

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