El propietario de un vehículo desconoce los cuidados que necesita su batería: los talleres deben procurar un servicio adecuado, con un conocimiento específico a la hora de detectar averías y fallos en los acumuladores. En todo caso, para prevenir buena parte de estos errores, el profesional debe asesorar adecuadamente al cliente a la hora de comprar una batería u otra, y esto es un elemento competitivo que da fuerza al concepto de venta en tiendas de recambio y en talleres no oficiales, ya que en las grandes superficies y servicios de instalación rápida disponen de una amplia gama de baterías y marcas blancas, pero en la mayoría de las ocasiones, éstas no cumplen con los requisitos de potencia que necesita el automóvil, aunque el precio sea muy bajo.
Las baterías más comercializadas son, en el caso de los principales fabricantes, las dirigidas a turismos con potencias comprendidas entre los 45 y 80 Ah. En estos últimos años ha surgido con fuerza la venta de acumuladores con mayor amperaje, dirigida especialmente al mercado de vehículos diesel, y por otra la proliferación de monovolúmenes y otras variantes han obligado a una mayor producción de baterías para este segmento.
Tecnológicamente, las baterías para automóviles han avanzado en muy diferentes caminos. Por una parte, tenemos los fabricantes líderes del sector (como es el caso de Bosch, Tudor, Varta, Valeo, etc), que ofrecen productos de alta tecnología con aleaciones de plomo, cadmio, y plata, junto a gamas de aleaciones más pobres y de potencia inferior, así como mejoras en el diseño y ubicación de las placas, como es el caso de las rejillas circulares en espiral, que permiten una mejor potencia sin aumento de tamaño de la batería. Esta tecnología de plomo/plata, a pesar de repercutir unos mayores costes en producción, proporcionan una potencia de arranque importante, aun siendo bajo su amperaje por hora. Otra ventaja de esta aleación es un mejor almacenaje de energía, aunque no una mayor duración o vida útil del producto: esto es, facilita una potencia intensiva y constante, junto a un almacenamiento mejor de la energía generada por el alternador.
Las ventajas del empleo del plomo como elemento básico y puro en la confección de baterías son muchas. Como muestra un botón: una batería de 60 Ah en perfectas condiciones y con plomo como único elemento base junto al ácido, proporciona una potencia de arranque capaz de mover el motor de un camión medio. Y una vida útil mayor, observando, constantemente, los niveles de líquido y la no sulfatación de la batería. Esta tecnología, más tradicional si se quiere considerar como tal, no compite vía precios como en el caso de los principales fabricantes, y además se trata de un producto que paulatinamente, proviene de la importación.
Las baterías más comercializadas son, en el caso de los principales fabricantes, las dirigidas a turismos con potencias comprendidas entre los 45 y 80 Ah. En estos últimos años ha surgido con fuerza la venta de acumuladores con mayor amperaje, dirigida especialmente al mercado de vehículos diesel, y por otra la proliferación de monovolúmenes y otras variantes han obligado a una mayor producción de baterías para este segmento.

Las ventajas del empleo del plomo como elemento básico y puro en la confección de baterías son muchas. Como muestra un botón: una batería de 60 Ah en perfectas condiciones y con plomo como único elemento base junto al ácido, proporciona una potencia de arranque capaz de mover el motor de un camión medio. Y una vida útil mayor, observando, constantemente, los niveles de líquido y la no sulfatación de la batería. Esta tecnología, más tradicional si se quiere considerar como tal, no compite vía precios como en el caso de los principales fabricantes, y además se trata de un producto que paulatinamente, proviene de la importación.