El invierno es sin duda la estación más peligrosa para la conducción y, por lo mismo, exige mayor atención al mantenimiento del vehículo y a las normas de seguridad. A continuación recogemos algunos consejos para conducir en condiciones adversas.
Con lluvia, niebla o nieve, llevar unos neumáticos en buen estado supone una garantía de seguridad. Haga revisar el estado de las cubiertas y compruebe periódicamente la presión de inflado.
En invierno, los días son cortos y nos vemos obligados a conducir más tiempo de noche. Preste atención al estado de los dispositivos de iluminación y señalización y cuidado con el empañamiento de los cristales. Las escobillas limpiaparabrisas se van a utilizar más que nunca. Un deficiente barrido puede disminuir la visibilidad y las reacciones del conductor ante un imprevisto. Si circula con cadenas recuerde que debe moderar su velocidad y utilizar el freno y el acelerador de forma suave. No olvide que las peligrosas placas de hielo se forman en zonas húmedas o sombrías, en los márgenes de las calzadas y en carreteras de montaña.
Con lluvia, niebla o nieve, llevar unos neumáticos en buen estado supone una garantía de seguridad. Haga revisar el estado de las cubiertas y compruebe periódicamente la presión de inflado.
En invierno, los días son cortos y nos vemos obligados a conducir más tiempo de noche. Preste atención al estado de los dispositivos de iluminación y señalización y cuidado con el empañamiento de los cristales. Las escobillas limpiaparabrisas se van a utilizar más que nunca. Un deficiente barrido puede disminuir la visibilidad y las reacciones del conductor ante un imprevisto. Si circula con cadenas recuerde que debe moderar su velocidad y utilizar el freno y el acelerador de forma suave. No olvide que las peligrosas placas de hielo se forman en zonas húmedas o sombrías, en los márgenes de las calzadas y en carreteras de montaña.