Pero llegan aún más lejos. Ahora resulta que la juventud no es una enfermedad que se cure con el tiempo, sino que se cura casándose. La soltería es un factor potencial de riesgo, asociado a personas que viven deprisa, rinden culto a la velocidad y entre sus actividades de ocio figura salir de noche a tomar copas. Estos peligros son aún mayores en profesionales jóvenes y liberados, con un poder adquisitivo medio alto que les permite adquirir automóviles potentes y usarlos asiduamente como una parte más de su entretenimiento.
Según estos estudios, los solteros siguen pautas de comportamiento desordenadas: cualquier día es sábado por la noche, cualquier hora es buena para volver a casa y no existen horarios ni para comer ni para beber. Es cierto que la soltería es una condición general de la juventud, pero ésta no determina el comportamiento de un soltero en comparación con el de un casado. El comportamiento es distinto sea cual fuere el tramo de edad que se considere. No nos extrañaría que alguna compañía aseguradora esté ya pensando en primar a los asegurados de su cartera que contraigan nupcias.
Según estos estudios, los solteros siguen pautas de comportamiento desordenadas: cualquier día es sábado por la noche, cualquier hora es buena para volver a casa y no existen horarios ni para comer ni para beber. Es cierto que la soltería es una condición general de la juventud, pero ésta no determina el comportamiento de un soltero en comparación con el de un casado. El comportamiento es distinto sea cual fuere el tramo de edad que se considere. No nos extrañaría que alguna compañía aseguradora esté ya pensando en primar a los asegurados de su cartera que contraigan nupcias.