La presión es la clave
Los neumáticos deben inflarse con la presión recomendada por el fabricante, ni mas presión ni menos. En caso de viajes largos o sobrecarga siempre habrá que inflarlos más, pero es conveniente revisar las especificaciones del fabricante, ya que no existe una cifra universal, la presión depende del fabricante, tipo de neumático e, incluso, del peso del vehículo. Lo que si es siempre cierto es que se debe medir la presión del neumático con muy pocos kilómetros rodados (como mucho dos kilómetros y sin pasar de 80 Km/h), ya que sino se falsean las cifras obtenidas.
Un caso especial puede ser en el caso de realizar una conducción muy deportiva, en estos casos es recomendable sobreinflar el neumático aproximadamente 0,2 bares para lograr que el neumático adquiera más rigidez y, por tanto, se aguante mejor en las curvas.
Un simple vistazo al dibujo del neumático nos indicará , tras unos cientos de kilómetros, si la presión es excesiva o escasa.
Por ejemplo, un desgaste que afecte principalmente al centro del dibujo es síntoma de una presión excesiva y un desgaste más acusado en los laterales del neumático se deberá a la falta de presión.
En el caso de que el desgaste se produzca sólo en un lateral lo más probable será que nos enfrentemos a un problema con la alineación de la dirección, con lo que es recomendable llevar el vehículo a nuestro taller de confianza.
Otros tipos de desgaste
Otro desgaste irregular que puede producirse es el resultante de realizar una fuerte frenada bloqueando el neumático.
En este caso el neumático ofrecerá un desgaste más acusado a lo ancho del dibujo (en la zona de huella del neumático, donde hace contacto con el suelo), que se sitúa en varios puntos del neumático si se han realizado varias frenadas bruscas.
En el caso de los vehículos dotados del sistema antibloqueo ABS, un desgaste así
dotados del sistema antibloqueo ABS, un desgaste así podría significar fallos en el sistema, aunque este tipo de fallos se detectan rápidamente al aumentar la distancia de frenado y al escuchar el "frenazo" del neumático en lugar del típico sonido de la frenada con ABS.
Un último caso, parecido al anterior, es el de los desgastes irregulares y en distintos puntos del neumático. En este caso, aunque puede deberse a frenazos, también pueden deberse a un fallo en los amortiguadores, bien porque ya estén muy desgastados o bien porque estén en mal estado.
Los neumáticos deben inflarse con la presión recomendada por el fabricante, ni mas presión ni menos. En caso de viajes largos o sobrecarga siempre habrá que inflarlos más, pero es conveniente revisar las especificaciones del fabricante, ya que no existe una cifra universal, la presión depende del fabricante, tipo de neumático e, incluso, del peso del vehículo. Lo que si es siempre cierto es que se debe medir la presión del neumático con muy pocos kilómetros rodados (como mucho dos kilómetros y sin pasar de 80 Km/h), ya que sino se falsean las cifras obtenidas.
Un caso especial puede ser en el caso de realizar una conducción muy deportiva, en estos casos es recomendable sobreinflar el neumático aproximadamente 0,2 bares para lograr que el neumático adquiera más rigidez y, por tanto, se aguante mejor en las curvas.
Un simple vistazo al dibujo del neumático nos indicará , tras unos cientos de kilómetros, si la presión es excesiva o escasa.


Otros tipos de desgaste

En este caso el neumático ofrecerá un desgaste más acusado a lo ancho del dibujo (en la zona de huella del neumático, donde hace contacto con el suelo), que se sitúa en varios puntos del neumático si se han realizado varias frenadas bruscas.
En el caso de los vehículos dotados del sistema antibloqueo ABS, un desgaste así

Un último caso, parecido al anterior, es el de los desgastes irregulares y en distintos puntos del neumático. En este caso, aunque puede deberse a frenazos, también pueden deberse a un fallo en los amortiguadores, bien porque ya estén muy desgastados o bien porque estén en mal estado.