El mundo del automóvil en los países desarrollados afronta actualmente un doble desafío cara a la opinión pública. En primer lugar, energético, dado el riesgo creciente de aumento del precio del petróleo, que puede encarecer considerablemente el uso de los vehículos térmicos en un futuro próximo. En segundo lugar, ecológico, ya que, hoy por hoy, es responsable de cerca del 14% de las emisiones de CO2, con lo que está contribuyendo seriamente a la degradación del medio ambiente.
Renault considera que debe liderar una revolución tecnológica que sea capaz de asegurar la movilidad sostenible para todos y que devuelva al automóvil su papel histórico como instrumento de libertad al servicio de las personas. Para ello, se ha marcado como objetivo alzarse a la cabeza de los constructores europeos de automóviles en materia de reducción de emisiones de CO2.
Para conseguirlo, trabaja simultáneamente en tres vías de desarrollo:
- La mejora constante de los criterios fundamentales del vehículo, como son el
peso, la aerodinámica y los rozamientos.
- La introducción de nuevas tecnologías en las motorizaciones térmicas y las
transmisiones convencionales, como son, por ejemplo, la estrategia de downsizing
o las tecnologías asociadas al termomanagement.
- Un compromiso sin precedentes con los vehículos 100% eléctricos (Z.E.), que
producen cero emisiones al uso.
La propuesta ecológica y económica de Renault, hoy.
Fruto de todo el trabajo de investigación y desarrollo llevado a cabo en los
últimos años, no hay que esperar al futuro para poder disponer de vehículos con
niveles de emisiones reducidas. De hecho, ya en 2009, el 65% de las ventas del
Grupo Renault en el mundo se situaban por debajo de 140 g/km de CO2, y un 31%
por debajo de 120 g/km.
En España, donde el límite fiscal del impuesto de matriculación se sitúa en 120
g/km, las ventas de turismos y derivados de Renault por debajo de esta cifra, en
el acumulado del año 2010, han supuesto más del 40% del total, principalmente
gracias al motor 1.5 dCi ?common rail? en sus diferentes versiones (entre 65 y
105cv) y a su peso en la gama Mégane.
La exención total de este impuesto en una parte importante de la gama ha
contribuido sin duda a cimentar el liderazgo del Mégane en el mercado español en
2010, donde acumula ya más de 40.000 unidades vendidas.
La introducción de las motorizaciones conformes a la norma anticontaminación
Euro V, que se realiza de forma generalizada en diversas gamas de modelos en
estas fechas, está ampliando la oferta inferior a 120 g/km, a la vez de
disminuir aún más las emisiones, que, en algunos casos, se sitúan ya por debajo
de 100g /km.
A día de hoy, Renault propone 48 versiones diferentes con emisiones inferiores
(o iguales) a 120 g/km en las gamas Twingo, Grand Modus, Clio (3, 5 puertas y
Grand Tour), Mégane (Berlina, Coupé y Sport Tourer) y Fluence, y, el mes que
viene, también en Scénic y Nuevo Laguna.
La reducción de emisiones viene aparejada por una disminución considerable del
consumo de carburante. De este modo, si el consumo medio de las versiones de
todos los modelos de Renault con emisiones superiores a 120 g/km de CO2 vendidos
en España en 2010 es de 6,2 litros/100 en ciclo mixto, la de aquellas versiones
inferiores a 120 g/km de CO2 ha sido tan sólo de 4,4 litros/100 (un 30%
inferior).
Todos estos datos nos indican que trabajamos en el sentido correcto, y que ya
somos capaces de ofrecer una gama completa de modelos que combina una propuesta
a la vez ecológica y económica a los usuarios.
La movilidad sostenible al alcance de todos es nuestra prioridad. A lo largo de
2011 se pondrán en práctica nuevas tecnologías y motorizaciones, así como los
primeros modelos de la oferta 100% eléctrica, para seguir avanzando en nuestro
objetivo de devolver al automóvil al lugar de progreso que le corresponde en la
sociedad.
/Fuente: Renault Prensa