Sin que exista entre ellas un acuerdo previo, numerosas ciudades de nuestro país empiezan a contar con calles y avenidas que, sin limitar la circulación de los vehículos, dan un claro protagonismo al peatón. Realces de la calzada, iluminación especial o pintura "de colores" en los pasos para peatones pretenden rebajar la accidentalidad de los transeúntes.
La instalación de pasos para peatones que levantan la calzada al nivel de la acera obligando al conductor a reducir radicalmente su velocidad, o de otros en los que las franjas asfaltadas han sido pintadas de rojo o azul para aumentar el contraste con las blancas, empiezan a verse en vías urbanas de todo el país. La iniciativa responde al intento de los ayuntamientos de rebajar las cifras de atropellos en sus ciudades. En 1998, según datos de la Dirección General de Tráfico (DGT), casi 13.000 peatones sufrieron accidentes de tráfico. De ellos, un millar perdió la vida, y, en zona urbana, algo más de la mitad de esa cifra falleció.
El exceso de velocidad de los conductores es una de las causas más importantes, pero también lo es la imprudencia de los peatones: las mismas estadísticas reflejan que 420 de los peatones fallecidos irrumpían o cruzaban la vía antirreglamentariamente cuando se produjo el accidente, 130 no utilizaron el paso y 50 no respetaron el semáforo. Sólo una cuarta parte de los accidentes mortales no fue motivada por una infracción del peatón.
En alto y de color
En muchas zonas residenciales de reciente construcción, las calles que enlazan con el casco antiguo tienen una estructura viaria de varios carriles y grandes rectas. Ese diseño, que permite a los coches moverse con agilidad, pone en riesgo a quien pretende cruzar a pie. En algunas vías rápidas de Olot (Girona), tomaron hace unos meses la iniciativa de pintar de rojo las bandas de asfalto de los pasos para peatones, animados por la experiencia de algunos municipios del sur de Francia. Según Josep Torrent, jefe de la Policía Local, con ello también consiguen que los peatones los utilicen más.
En Barakaldo (Vizcaya) también optaron claramente por el peatón y hace más de un año elevaron la calzada a la altura de las aceras en unos 40 pasos, además de pintarlos. Jesús M» González, teniente alcalde de Servicios Municipales, indica que el objetivo era "alertar al conductor ante los peatones y obligarle a circular por la ciudad a la velocidad adecuada" y asegura que han descendido los atropellos y no se ha ralentizado el tráfico, una vez que los automovilistas se han adaptado a estas actuaciones. En L'Eliana, una población valenciana de 13.000 habitantes con 125 kilómetros de calles, ya han podido evaluar la eficacia de los pasos realzados: los accidentes han descendido en un 66 por 100 en el año que llevan instalados.
Nada es perfecto
Sin embargo, ninguna solución acaba absolutamente con todos los problemas. Manuel Nicolás, responsable del Centro Integral de Tráfico de Cartagena (Murcia), asegura que sus vecinos están encantados con los pasos realzados, pero que también se quejan de que algunos ciclomotoristas, especialmente los más jóvenes, los usan "como juguete" para hacer cabriolas con sus vehículos.
En Madrid, el ayuntamiento puso en marcha hace un año un "plan anti-atropellos" con varias medidas. Por un lado, rebajar a 30 km/h. la velocidad máxima en las zonas cercanas a colegios. Por otro, mejorar la visibilidad de los pasos de peatones pintando, en este caso de azul, los huecos entre las franjas blancas. Además, estos mismos colores, luminosos y parpadeantes, coronan los postes donde van instaladas las señales verticales de "paso para peatones" de forma que son visibles desde los dos sentidos de marcha - la tradicional señal metálica sólo puede verse desde uno - e informa tanto a conductores como a peatones. La idea es que se relacione inmediatamente esta combinación de colores con lugares donde se debe extremar la precaución.
Además de estas medidas, en Madrid se ha preparado a objetores de conciencia para que, "armados" con un chaleco reflectante y colocados en los pasos de peatones junto a colegios, regulen el tráfico a la entrada y salida de los escolares. Según José Ignacio Echeverría, concejal de Policía Municipal, Tráfico y Seguridad Ciudadana, el objetivo es paliar la siniestralidad entre viandantes en la capital. Y es que, en 1998, de los 112 muertos que se produjeron en accidente en las calles de Madrid, casi la mitad (53) fueron peatones.
Sin embargo, la pintura con la que pretenden realzarse los pasos para peatones pierde visibilidad pasado un tiempo, según algunos técnicos. Por eso, algunos ayuntamientos han preferido destacarlos añadiéndoles una iluminación especial, en forma de globos anaranjados, muy visibles cuando hay bruma o niebla.
Realzados y con luz
Otros municipios, preocupados por destacar los pasos durante la noche, les han instalado luces halógenas directamente enfocadas hacia el suelo. Algunos han unido varias de estas medidas, como en el Passeig Calviá (Mallorca), donde se han adoquinado los pasos, realzándolos unos 10 centímetros sobre la calzada y con con una iluminación especial para hacer compatible un paseo peatonal y de bicicletas con una vía de servicio para vehículos.
Y puestos a probar, además de instalar globos anaranjados como los mencionados, en Ciudad Real han colocado un producto novedoso sobre las franjas blancas que alarga la duración de las mismas. "Los automóviles que llegan al centro urbano desde zonas rurales, con los neumáticos llenos de barro, eliminan en muy poco tiempo la pintura de los pasos" explica Vicente Gallego, concejal de Tráfico. "Y la pintura más duradera era resbaladiza para peatones y motos. Por eso estamos probando este producto que parece eficaz porque vuelve a su intensidad inicial simplemente con limpiarlo".
Con todo, parece que la preocupación por la accidentalidad peatonal se ha extendido y, sobre todo, el intento de alertar a conductores y peatones en zonas de riesgo. En este objetivo incide también la instalación en Pamplona de una hilera de luces "de aviso" en los pasos de peatones que desembocan en una rotonda de reciente construcción que, a su vez, también cuenta con las mismas luces encendiéndose en cascada en el sentido de la circulación.
Cómo cruzarlos
Es importante que el peatón atraviese el paso en línea recta y no en diagonal porque los metros recorridos son menos y, en esa proporción, menor el riesgo de atropello. Esta norma, de puro sentido común, se olvida por los adultos y no se enseña a los niños.
Luis Montoro, catedrático de Seguridad Vial de la Universidad de Valencia, se queja de que no se explique a los escolares cómo cruzar correctamente, advirtiéndoles de que la zona del paso más cercana al tráfico es la más peligrosa, por lo que deben cruzar por la más alejada para evitar atropellos incluso utilizando el paso de peatones. "Sin embargo, les enseñan como manejar un kart, algo que no necesitarán saber hasta que no conduzcan un vehículo".
Los pasos de peatones son una intersección
Atravesar un paso para peatones obliga a los conductores a seguir unas reglas de seguridad similares a las de una intersección, con la salvedad de que, en este caso, nunca se efectúa un cambio de dirección. La norma más elemental pero también la más olvidada es la observación.
Según Javier Uclés, asesor pedagógico de la DGT, en muchas ocasiones, los conductores no respetan los pasos porque, sencillamente, no los ven. "Y no porque estén mal señalizados, sino porque el sentido de la observación, tan importante en la conducción, está muy poco desarrollado".
Las reglas a seguir son:
* Observar las señales que indican la cercanía de un paso de peatones.
* Mirar por el retrovisor puesto que inmediatamente habrá que disminuir la velocidad.
* Señalizar a los vehículos de atrás, mediante el uso reiterado del freno, esa reducción de velocidad, que puede producirse con sólo dejar de acelerar o seleccionando una marcha más corta.
* Observar la presencia y el comportamiento de los peatones.
Los "colores", con detractores
A pesar de ser una iniciativa muy extendida, pintar los pasos "de colores" no convence a todos los responsables del tráfico. Manuel Nicolás, de Cartagena, asegura que el mejor contraste con el blanco lo produce el gris del asfalto "no al principio, pero sí cuando el color pierde fuerza por el roce de los neumáticos". En su ciudad han probado todas las posibilidades, incluso pintarlos de rojo y amarillo. El resultado fue negativo: al cabo de unos meses, el color "extra" quedó descolorido y apenas se veía antes de llegar. Esta idea parece confirmarse en algunos municipios franceses donde antes había pasos "de colores" que luego han quitado.
Lo que dice la ley
El Reglamento General de Circulación ocupa varios artículos en detallar cómo son y qué significan las marcas viales sobre la calzada.
En el apartado de "marcas blancas transversales" explica que "una serie de líneas de gran anchura, dispuestas en bandas paralelas al eje de la calzada y formando un conjunto transversal a la misma, indica un paso para peatones, donde los conductores de vehículos o animales deben dejarles paso". No se hace alusión alguna al color que deben tener las franjas de asfalto entre las marcas blancas.
Fuente: Revista Tráfico (Juana Sánchez)
La instalación de pasos para peatones que levantan la calzada al nivel de la acera obligando al conductor a reducir radicalmente su velocidad, o de otros en los que las franjas asfaltadas han sido pintadas de rojo o azul para aumentar el contraste con las blancas, empiezan a verse en vías urbanas de todo el país. La iniciativa responde al intento de los ayuntamientos de rebajar las cifras de atropellos en sus ciudades. En 1998, según datos de la Dirección General de Tráfico (DGT), casi 13.000 peatones sufrieron accidentes de tráfico. De ellos, un millar perdió la vida, y, en zona urbana, algo más de la mitad de esa cifra falleció.
El exceso de velocidad de los conductores es una de las causas más importantes, pero también lo es la imprudencia de los peatones: las mismas estadísticas reflejan que 420 de los peatones fallecidos irrumpían o cruzaban la vía antirreglamentariamente cuando se produjo el accidente, 130 no utilizaron el paso y 50 no respetaron el semáforo. Sólo una cuarta parte de los accidentes mortales no fue motivada por una infracción del peatón.
En alto y de color
En muchas zonas residenciales de reciente construcción, las calles que enlazan con el casco antiguo tienen una estructura viaria de varios carriles y grandes rectas. Ese diseño, que permite a los coches moverse con agilidad, pone en riesgo a quien pretende cruzar a pie. En algunas vías rápidas de Olot (Girona), tomaron hace unos meses la iniciativa de pintar de rojo las bandas de asfalto de los pasos para peatones, animados por la experiencia de algunos municipios del sur de Francia. Según Josep Torrent, jefe de la Policía Local, con ello también consiguen que los peatones los utilicen más.
En Barakaldo (Vizcaya) también optaron claramente por el peatón y hace más de un año elevaron la calzada a la altura de las aceras en unos 40 pasos, además de pintarlos. Jesús M» González, teniente alcalde de Servicios Municipales, indica que el objetivo era "alertar al conductor ante los peatones y obligarle a circular por la ciudad a la velocidad adecuada" y asegura que han descendido los atropellos y no se ha ralentizado el tráfico, una vez que los automovilistas se han adaptado a estas actuaciones. En L'Eliana, una población valenciana de 13.000 habitantes con 125 kilómetros de calles, ya han podido evaluar la eficacia de los pasos realzados: los accidentes han descendido en un 66 por 100 en el año que llevan instalados.
Nada es perfecto
Sin embargo, ninguna solución acaba absolutamente con todos los problemas. Manuel Nicolás, responsable del Centro Integral de Tráfico de Cartagena (Murcia), asegura que sus vecinos están encantados con los pasos realzados, pero que también se quejan de que algunos ciclomotoristas, especialmente los más jóvenes, los usan "como juguete" para hacer cabriolas con sus vehículos.
En Madrid, el ayuntamiento puso en marcha hace un año un "plan anti-atropellos" con varias medidas. Por un lado, rebajar a 30 km/h. la velocidad máxima en las zonas cercanas a colegios. Por otro, mejorar la visibilidad de los pasos de peatones pintando, en este caso de azul, los huecos entre las franjas blancas. Además, estos mismos colores, luminosos y parpadeantes, coronan los postes donde van instaladas las señales verticales de "paso para peatones" de forma que son visibles desde los dos sentidos de marcha - la tradicional señal metálica sólo puede verse desde uno - e informa tanto a conductores como a peatones. La idea es que se relacione inmediatamente esta combinación de colores con lugares donde se debe extremar la precaución.
Además de estas medidas, en Madrid se ha preparado a objetores de conciencia para que, "armados" con un chaleco reflectante y colocados en los pasos de peatones junto a colegios, regulen el tráfico a la entrada y salida de los escolares. Según José Ignacio Echeverría, concejal de Policía Municipal, Tráfico y Seguridad Ciudadana, el objetivo es paliar la siniestralidad entre viandantes en la capital. Y es que, en 1998, de los 112 muertos que se produjeron en accidente en las calles de Madrid, casi la mitad (53) fueron peatones.
Sin embargo, la pintura con la que pretenden realzarse los pasos para peatones pierde visibilidad pasado un tiempo, según algunos técnicos. Por eso, algunos ayuntamientos han preferido destacarlos añadiéndoles una iluminación especial, en forma de globos anaranjados, muy visibles cuando hay bruma o niebla.
Realzados y con luz
Otros municipios, preocupados por destacar los pasos durante la noche, les han instalado luces halógenas directamente enfocadas hacia el suelo. Algunos han unido varias de estas medidas, como en el Passeig Calviá (Mallorca), donde se han adoquinado los pasos, realzándolos unos 10 centímetros sobre la calzada y con con una iluminación especial para hacer compatible un paseo peatonal y de bicicletas con una vía de servicio para vehículos.
Y puestos a probar, además de instalar globos anaranjados como los mencionados, en Ciudad Real han colocado un producto novedoso sobre las franjas blancas que alarga la duración de las mismas. "Los automóviles que llegan al centro urbano desde zonas rurales, con los neumáticos llenos de barro, eliminan en muy poco tiempo la pintura de los pasos" explica Vicente Gallego, concejal de Tráfico. "Y la pintura más duradera era resbaladiza para peatones y motos. Por eso estamos probando este producto que parece eficaz porque vuelve a su intensidad inicial simplemente con limpiarlo".
Con todo, parece que la preocupación por la accidentalidad peatonal se ha extendido y, sobre todo, el intento de alertar a conductores y peatones en zonas de riesgo. En este objetivo incide también la instalación en Pamplona de una hilera de luces "de aviso" en los pasos de peatones que desembocan en una rotonda de reciente construcción que, a su vez, también cuenta con las mismas luces encendiéndose en cascada en el sentido de la circulación.
Cómo cruzarlos
Es importante que el peatón atraviese el paso en línea recta y no en diagonal porque los metros recorridos son menos y, en esa proporción, menor el riesgo de atropello. Esta norma, de puro sentido común, se olvida por los adultos y no se enseña a los niños.
Luis Montoro, catedrático de Seguridad Vial de la Universidad de Valencia, se queja de que no se explique a los escolares cómo cruzar correctamente, advirtiéndoles de que la zona del paso más cercana al tráfico es la más peligrosa, por lo que deben cruzar por la más alejada para evitar atropellos incluso utilizando el paso de peatones. "Sin embargo, les enseñan como manejar un kart, algo que no necesitarán saber hasta que no conduzcan un vehículo".
Los pasos de peatones son una intersección
Atravesar un paso para peatones obliga a los conductores a seguir unas reglas de seguridad similares a las de una intersección, con la salvedad de que, en este caso, nunca se efectúa un cambio de dirección. La norma más elemental pero también la más olvidada es la observación.
Según Javier Uclés, asesor pedagógico de la DGT, en muchas ocasiones, los conductores no respetan los pasos porque, sencillamente, no los ven. "Y no porque estén mal señalizados, sino porque el sentido de la observación, tan importante en la conducción, está muy poco desarrollado".
Las reglas a seguir son:
* Observar las señales que indican la cercanía de un paso de peatones.
* Mirar por el retrovisor puesto que inmediatamente habrá que disminuir la velocidad.
* Señalizar a los vehículos de atrás, mediante el uso reiterado del freno, esa reducción de velocidad, que puede producirse con sólo dejar de acelerar o seleccionando una marcha más corta.
* Observar la presencia y el comportamiento de los peatones.
Los "colores", con detractores
A pesar de ser una iniciativa muy extendida, pintar los pasos "de colores" no convence a todos los responsables del tráfico. Manuel Nicolás, de Cartagena, asegura que el mejor contraste con el blanco lo produce el gris del asfalto "no al principio, pero sí cuando el color pierde fuerza por el roce de los neumáticos". En su ciudad han probado todas las posibilidades, incluso pintarlos de rojo y amarillo. El resultado fue negativo: al cabo de unos meses, el color "extra" quedó descolorido y apenas se veía antes de llegar. Esta idea parece confirmarse en algunos municipios franceses donde antes había pasos "de colores" que luego han quitado.
Lo que dice la ley
El Reglamento General de Circulación ocupa varios artículos en detallar cómo son y qué significan las marcas viales sobre la calzada.
En el apartado de "marcas blancas transversales" explica que "una serie de líneas de gran anchura, dispuestas en bandas paralelas al eje de la calzada y formando un conjunto transversal a la misma, indica un paso para peatones, donde los conductores de vehículos o animales deben dejarles paso". No se hace alusión alguna al color que deben tener las franjas de asfalto entre las marcas blancas.
Fuente: Revista Tráfico (Juana Sánchez)