Los usuarios españoles de automóviles visitan en un 70 por ciento los concesionarios oficiales de su marca durante los primeros cuatro años de vida del vehículo.
El 20 por ciento prefiere los talleres independientes y hay un 5 por ciento que dice hacerse él mismo las reparaciones y mantenimientos.
El índice general de satisfacción por los servicios recibidos es muy bueno y similar en talleres independientes y concesionarios. La diferencia que encuentran los usuarios es que el taller del concesionario es más caro que el taller independiente. Llevando el vehículo para los mantenimientos a un taller independiente, el coste anual es de 22.500 pesetas, mientras que esas mismas operaciones cuestan en un taller de concesionario 25.000 pesetas de gasto anual. El más caro es el taller del concesionario multimarca, donde los mantenimientos del automóvil alcanzan las 37.500 pesetas al año.
El usuario destaca además que en los talleres independientes las facturas son menos detalladas, por lo que no siempre saben con seguridad cual el importe de cada operación.
Por supuesto, durante el período de garantía la visita al concesionario para las revisiones oficiales es obligada. A medida que el vehículo envejece, la tendencia hacia el taller independiente se invierte.
Estos datos, y otros muchos que comentaremos más adelante, se desprenden de una encuesta realizada por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) y publicada en su revista OCU-Compra Maestra. La encuesta se realizó sobre una muestra de 12.500 automovilistas de toda España, por lo que podemos considerar los datos como auténticas realidades del mercado.
SUSTITUCIÓN DE COMPONENTES
Una cosa es lo que dicen los fabricantes de recambios y componentes que debe durar una pieza, o lo que técnicamente se aconseja como vida útil, y otra lo que realmente dura (en términos de kilometraje). Como la encuesta que nos llega del OCU está sobradamente respaldada por ese universo de 12.500 respuestas, los datos que facilitamos a continuación sobre duración de componentes pueden considerarse muy fiables.
* Los usuarios españoles cambian los neumáticos delanteros cada 48.991 kilómetros.
* El tubo de escape se cambia cada 51.248 km.
* Los neumáticos traseros duran más que los delanteros (la tracción suele ser delantera en casi todos los coches por lo que el desgaste es mayor), estableciéndose en 55.666 km.
* Los discos de freno (en este caso sólo se consideraron los delanteros) se cambian en nuestro país cada 57.053 kilómetros.
* El kilometraje medio alcanzado por las baterías de automóvil llega hasta los 58.295 (nos parece una vida muy larga).
* Los automovilistas españoles cambian el disco de embrague cada 59.371 kilómetros.
* Los tambores de freno traseros, así como los disco de freno traseros, se sustituyen cada 59.811 km.
* Los amortiguadores delanteros se cambian a los 645.446 kilómetros.
* Los amortiguadores traseros duran un poco más que los delanteros. Se cambian cada 67.289 km.
Aspectos importantes
Los conductores españoles consideran como criterios más importantes, a la hora de comprar o fijarse en un automóvil, los siguientes:
* Fiabilidad
* Estabilidad
* Prestaciones
* Consumo
* Precio/calidad
Resulta curioso que entre estos aspectos no se encuentre el diseño, la imagen que el producto comunica al público, siendo éste uno de los capítulos que más se explotan en la publicidad. También es sorprendente que no aparezca entre estas prioridades el equipamiento (aire acondicionado, elevalunas eléctricos, etc, y sobretodo el equipamiento de seguridad (ABS, Air-Bag, etc).
Fiabilidad: El usuario español compra marcas conocidas y con redes de reparación grandes. La fiabilidad viene dada por la marca y por las unidades que pone cada año en el mercado. Cuanto más se vende un modelo, más fiabilidad transmite, ya que el consumidor entiende que un vehículo tan popular puede repararse de forma rápida y económica en cualquier sitio.
Estabilidad: En este aspecto cabría preguntarse ¿qué entiende el usuario de la calle por estabilidad? Con el nivel que presentan hoy los automóviles, hace falta ser un gran especialista y disponer de un circuito de pruebas (para ensayos dinámicos de diferente naturaleza) para establecer qué vehículos automóviles, dentro del mismo segmento competitivo (bajo, medio y alto), son más estables que otros. En este caso, está claro que el consumidor, aún valorando de forma importante el concepto de estabilidad, se fía de lo que le cuenta la publicidad, el vendedor de turno, así como los amigos y conocidos (¡que peligro!).
Prestaciones: Este aspecto es el auténtico caballo de batalla de los fabricantes de automóviles en todo el mundo. El gran público busca potencia, velocidad, aceleración, prestaciones. Junto con el equipamiento, es el aspecto que termina definiendo la elección de compra de un modelo u otro.
Consumo: Aspecto de gran importancia para los consumidores que usan diariamente el coche. La elección entre motor de gasolina o diesel es cada vez menos un problema económico para convertirse en una cuestión de gustos. El precio de los combustibles tiende a acercarse, por lo que un motor de cilindrada pequeña de gasolina puede salir más barato que una cilindrada media en diesel.
Relación Calidad/Precio: Aquí intervienen factores relacionados con todos los expuestos anteriormente, más el equipamiento. Como partimos de la base de que actualmente todos los vehículos de los constructores líderes son parecidos (a nivel de calidad) finalmente es el precio y el equipamiento los que definen la elección.
Averías
La encuesta realizada por la Organización de Consumidores y Usuarios desveló qué averías son más corrientes y en qué tipo de sistemas se producen.
De cada cien averías que precisan atención profesional los porcentajes por sistemas, equipos y conjuntos son los que se muestran a continuación (los accidentes, robos, desperfectos en vía pública, montaje de accesorios, etc, son excluidos):
En el sistema eléctrico se producen el 23´3 por ciento de las averías. Se incluye aquí la batería del automóvil, las centralitas electrónicas, etc. Es el sistema que más visitas al taller genera (excluidos los accidentes de tráfico). El elemento crítico es la batería y el regulador.
Las partes eléctricas, el cableado y encendido son responsables del 17´9 por ciento de las averías. Aquí se incluye iluminación, sistema eléctrico general, arranque, alternador, etc.
El 12´7 por ciento de las averías se deben a destrucción o deterioro del tubo de escape o de algún tramo del sistema de escape. Se incluye aquí el catalizador.
Los problemas en la dirección del automóvil generan el 11´1 por ciento de las visitas al taller. Son principalmente averías relacionadas con la suspensión, avance, paralelo y convergencia de las ruedas. Daños producidos en los triángulos, manguetas y columna de suspensión, bien por desgaste natural o por continuos golpes contra los bordillos.
Las averías de motor representan el 10´8 por ciento de las visitas al taller. Son problemas de alimentación, correas, etc.
El 10´3 por ciento de las averías son por imposibilidad de arrancar el motor. Son, en general, problemas relacionados con falta de batería, cámaras inundadas, inyectores sucios, punto desajustado (en vehículos más antiguos), etc.
Los frenos son causantes del 10 por ciento de las visitas al taller. Esta cifra indica que el sistema de frenos no se cuida adecuadamente y que el usuario desconoce cuando el coche empieza a frenar mal. No es lógico que un sistema que causa el 35 por ciento de los rechazos en ITV, sólo genere el 10 por ciento de las averías (aunque no sabemos qué número de accidentes provoca). El sistema de frenos rara vez fuerza una avería instantánea. Su desgaste es progresivo, lo que hace que el conductor se habitúe (inconscientemente) a frenar cada vez menos.
Los problemas derivados de la refrigeración producen el 9´4 por ciento de las averías. Generalmente se asocian a manguitos deteriorados, radiador sucio o perforado, termostato fundido, etc. Sin embargo, en otras ocasiones son en realidad problemas de motor (fuera de punto, sobrealimentación inadecuada, culata o su junta en mal estado, segmentos, etc) que llevan a que éste trabaje mal o forzado. El resultado es que el circuito de refrigeración (que está en buen estado) padece las consecuencias.
El sistema de alimentación del automóvil genera el 6´9 por ciento de las averías. Se incluyen aquí la bomba de alimentación, los inyectores, colectores de alimentación, etc. Estas averías suelen inmovilizar el vehículo.
El equipamiento interior es el responsable del 6´6 por ciento de las visitas al taller. Se refiere a averías en las cerraduras, elevalunas, asientos, cinturones de seguridad, etc .
Las averías ocurridas en carretera (excepto accidentes) y que impiden continuar la marcha, representan el 6´3 por ciento. Suelen terminar en talleres de carretera y están relacionadas con rotura de correas de distribución o ventilador, roturas de manguitos, acumulación de suciedad en inyectores, así como subida súbita de la temperatura, descenso en la presión del aceite, etc.
Los conjuntos de calefacción y ventilación, entre los que se incluye el aire acondicionado, representan el 6´1 por ciento de las averías. Suelen ser problemas bastante simples, como recarga del gas, fuga en manguitos, etc.
Embrague y caja de cambios se encuentran en este ranking de averías en el último lugar, provocando el 5´8 por ciento de las averías. Destaca en este aspecto el hecho de que el embrague es un componentes de desgaste que viene durando unos 55.000 km y que la mayoría de las cajas de cambio son herméticas y engrasadas de por vida. El recambio más crítico sería el cable de embrague, del que sospechamos como responsable de la mayoría de esas averías.
Fuente: Autoprofesional
El 20 por ciento prefiere los talleres independientes y hay un 5 por ciento que dice hacerse él mismo las reparaciones y mantenimientos.
El índice general de satisfacción por los servicios recibidos es muy bueno y similar en talleres independientes y concesionarios. La diferencia que encuentran los usuarios es que el taller del concesionario es más caro que el taller independiente. Llevando el vehículo para los mantenimientos a un taller independiente, el coste anual es de 22.500 pesetas, mientras que esas mismas operaciones cuestan en un taller de concesionario 25.000 pesetas de gasto anual. El más caro es el taller del concesionario multimarca, donde los mantenimientos del automóvil alcanzan las 37.500 pesetas al año.
El usuario destaca además que en los talleres independientes las facturas son menos detalladas, por lo que no siempre saben con seguridad cual el importe de cada operación.
Por supuesto, durante el período de garantía la visita al concesionario para las revisiones oficiales es obligada. A medida que el vehículo envejece, la tendencia hacia el taller independiente se invierte.
Estos datos, y otros muchos que comentaremos más adelante, se desprenden de una encuesta realizada por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) y publicada en su revista OCU-Compra Maestra. La encuesta se realizó sobre una muestra de 12.500 automovilistas de toda España, por lo que podemos considerar los datos como auténticas realidades del mercado.
SUSTITUCIÓN DE COMPONENTES
Una cosa es lo que dicen los fabricantes de recambios y componentes que debe durar una pieza, o lo que técnicamente se aconseja como vida útil, y otra lo que realmente dura (en términos de kilometraje). Como la encuesta que nos llega del OCU está sobradamente respaldada por ese universo de 12.500 respuestas, los datos que facilitamos a continuación sobre duración de componentes pueden considerarse muy fiables.
* Los usuarios españoles cambian los neumáticos delanteros cada 48.991 kilómetros.
* El tubo de escape se cambia cada 51.248 km.
* Los neumáticos traseros duran más que los delanteros (la tracción suele ser delantera en casi todos los coches por lo que el desgaste es mayor), estableciéndose en 55.666 km.
* Los discos de freno (en este caso sólo se consideraron los delanteros) se cambian en nuestro país cada 57.053 kilómetros.
* El kilometraje medio alcanzado por las baterías de automóvil llega hasta los 58.295 (nos parece una vida muy larga).
* Los automovilistas españoles cambian el disco de embrague cada 59.371 kilómetros.
* Los tambores de freno traseros, así como los disco de freno traseros, se sustituyen cada 59.811 km.
* Los amortiguadores delanteros se cambian a los 645.446 kilómetros.
* Los amortiguadores traseros duran un poco más que los delanteros. Se cambian cada 67.289 km.
Aspectos importantes
Los conductores españoles consideran como criterios más importantes, a la hora de comprar o fijarse en un automóvil, los siguientes:
* Fiabilidad
* Estabilidad
* Prestaciones
* Consumo
* Precio/calidad
Resulta curioso que entre estos aspectos no se encuentre el diseño, la imagen que el producto comunica al público, siendo éste uno de los capítulos que más se explotan en la publicidad. También es sorprendente que no aparezca entre estas prioridades el equipamiento (aire acondicionado, elevalunas eléctricos, etc, y sobretodo el equipamiento de seguridad (ABS, Air-Bag, etc).
Fiabilidad: El usuario español compra marcas conocidas y con redes de reparación grandes. La fiabilidad viene dada por la marca y por las unidades que pone cada año en el mercado. Cuanto más se vende un modelo, más fiabilidad transmite, ya que el consumidor entiende que un vehículo tan popular puede repararse de forma rápida y económica en cualquier sitio.
Estabilidad: En este aspecto cabría preguntarse ¿qué entiende el usuario de la calle por estabilidad? Con el nivel que presentan hoy los automóviles, hace falta ser un gran especialista y disponer de un circuito de pruebas (para ensayos dinámicos de diferente naturaleza) para establecer qué vehículos automóviles, dentro del mismo segmento competitivo (bajo, medio y alto), son más estables que otros. En este caso, está claro que el consumidor, aún valorando de forma importante el concepto de estabilidad, se fía de lo que le cuenta la publicidad, el vendedor de turno, así como los amigos y conocidos (¡que peligro!).
Prestaciones: Este aspecto es el auténtico caballo de batalla de los fabricantes de automóviles en todo el mundo. El gran público busca potencia, velocidad, aceleración, prestaciones. Junto con el equipamiento, es el aspecto que termina definiendo la elección de compra de un modelo u otro.
Consumo: Aspecto de gran importancia para los consumidores que usan diariamente el coche. La elección entre motor de gasolina o diesel es cada vez menos un problema económico para convertirse en una cuestión de gustos. El precio de los combustibles tiende a acercarse, por lo que un motor de cilindrada pequeña de gasolina puede salir más barato que una cilindrada media en diesel.
Relación Calidad/Precio: Aquí intervienen factores relacionados con todos los expuestos anteriormente, más el equipamiento. Como partimos de la base de que actualmente todos los vehículos de los constructores líderes son parecidos (a nivel de calidad) finalmente es el precio y el equipamiento los que definen la elección.
Averías
La encuesta realizada por la Organización de Consumidores y Usuarios desveló qué averías son más corrientes y en qué tipo de sistemas se producen.
De cada cien averías que precisan atención profesional los porcentajes por sistemas, equipos y conjuntos son los que se muestran a continuación (los accidentes, robos, desperfectos en vía pública, montaje de accesorios, etc, son excluidos):
En el sistema eléctrico se producen el 23´3 por ciento de las averías. Se incluye aquí la batería del automóvil, las centralitas electrónicas, etc. Es el sistema que más visitas al taller genera (excluidos los accidentes de tráfico). El elemento crítico es la batería y el regulador.
Las partes eléctricas, el cableado y encendido son responsables del 17´9 por ciento de las averías. Aquí se incluye iluminación, sistema eléctrico general, arranque, alternador, etc.
El 12´7 por ciento de las averías se deben a destrucción o deterioro del tubo de escape o de algún tramo del sistema de escape. Se incluye aquí el catalizador.
Los problemas en la dirección del automóvil generan el 11´1 por ciento de las visitas al taller. Son principalmente averías relacionadas con la suspensión, avance, paralelo y convergencia de las ruedas. Daños producidos en los triángulos, manguetas y columna de suspensión, bien por desgaste natural o por continuos golpes contra los bordillos.
Las averías de motor representan el 10´8 por ciento de las visitas al taller. Son problemas de alimentación, correas, etc.
El 10´3 por ciento de las averías son por imposibilidad de arrancar el motor. Son, en general, problemas relacionados con falta de batería, cámaras inundadas, inyectores sucios, punto desajustado (en vehículos más antiguos), etc.
Los frenos son causantes del 10 por ciento de las visitas al taller. Esta cifra indica que el sistema de frenos no se cuida adecuadamente y que el usuario desconoce cuando el coche empieza a frenar mal. No es lógico que un sistema que causa el 35 por ciento de los rechazos en ITV, sólo genere el 10 por ciento de las averías (aunque no sabemos qué número de accidentes provoca). El sistema de frenos rara vez fuerza una avería instantánea. Su desgaste es progresivo, lo que hace que el conductor se habitúe (inconscientemente) a frenar cada vez menos.
Los problemas derivados de la refrigeración producen el 9´4 por ciento de las averías. Generalmente se asocian a manguitos deteriorados, radiador sucio o perforado, termostato fundido, etc. Sin embargo, en otras ocasiones son en realidad problemas de motor (fuera de punto, sobrealimentación inadecuada, culata o su junta en mal estado, segmentos, etc) que llevan a que éste trabaje mal o forzado. El resultado es que el circuito de refrigeración (que está en buen estado) padece las consecuencias.
El sistema de alimentación del automóvil genera el 6´9 por ciento de las averías. Se incluyen aquí la bomba de alimentación, los inyectores, colectores de alimentación, etc. Estas averías suelen inmovilizar el vehículo.
El equipamiento interior es el responsable del 6´6 por ciento de las visitas al taller. Se refiere a averías en las cerraduras, elevalunas, asientos, cinturones de seguridad, etc .
Las averías ocurridas en carretera (excepto accidentes) y que impiden continuar la marcha, representan el 6´3 por ciento. Suelen terminar en talleres de carretera y están relacionadas con rotura de correas de distribución o ventilador, roturas de manguitos, acumulación de suciedad en inyectores, así como subida súbita de la temperatura, descenso en la presión del aceite, etc.
Los conjuntos de calefacción y ventilación, entre los que se incluye el aire acondicionado, representan el 6´1 por ciento de las averías. Suelen ser problemas bastante simples, como recarga del gas, fuga en manguitos, etc.
Embrague y caja de cambios se encuentran en este ranking de averías en el último lugar, provocando el 5´8 por ciento de las averías. Destaca en este aspecto el hecho de que el embrague es un componentes de desgaste que viene durando unos 55.000 km y que la mayoría de las cajas de cambio son herméticas y engrasadas de por vida. El recambio más crítico sería el cable de embrague, del que sospechamos como responsable de la mayoría de esas averías.
Fuente: Autoprofesional