Texto: Eugenio
Pinilla 25/12/2006.
Fotografías Rubén D. Chaves (Fotossports).
Publicado diciembre 2006
El V50 se dispone en nuestro
mercado en una completísima gama, con muchas mecánicas y tres niveles de
equipamiento. Y es un buen argumento para poder elegir ya que cada una de
las versiones encontrará una lista de competidores que puede ir desde
coches de 15.000 € en las versiones más básicas hasta 50.000 de la más
alta. Eso si siempre serán familiares medios
Nuestro V50 es el 2 litros diésel que es la
motorización intermedia, con una potencia nada descomunal, pero con el
acabado más alto, que tiene un grandísimo nivel, un producto que bien puede
ser elegido por el usuario pero que no es lo lógico en el diseño de las
gamas.
Potencia muy cara
Así nos encontramos con un modelo con un
precio carísimo de la potencia, si bien podríamos elegir el acabado más
básico “Kinetic” con unas diferencia sustancial de precio y una
competencia más popular, aunque el precio de la
potencia seguirá siendo de los más altos.
Y es que hablamos de un coche de un exquisito
acabado, una preocupación suprema por la seguridad y una mecánica eso si
prestada, pero válida, ya que el motor es el HDI del grupo PSA con 136
CV.
Como he contado es el motor mediano en diésel
y el más razonable, aunque por el mismo precio podríamos disponer del más
alto con 180 CV (el D5) pero en el acabado básico. Es aquí donde el
poder elegir entre tan buena oferta nos permitirá ajustar estupendamente
nuestro V50 a nuestros gustos.
Familiar de talla media
Hace ya unos años que el V50 sufrió un
restiling bastante profundo, y cobró una identidad más propia al pasar
de ser un 40, a 50, pero dentro del mismo tipo de coche. Tomando líneas
de diseño que ya vemos en su hermano mayor el V70, XC 90 etc... Pero a la
escala de una carrocería más contenida en la que conforma un buen
interior para 5 adultos, si bien como explico hay algunas limitaciones.
Hablamos de un vehículo familiar, cuya caja
de carga cobra mucha importancia y los responsables de la marca sueca no
han olvidado. El buen gusto y acabado de
la zona de pasajeros se extiende a un maletero con ciertos detalles
siempre a favor de cargarlo con comodidad y eficacia. Un maletero que en sí
no es muy grande, pero que dispone de una cortina de ocultación que
enseguida nos dobla la capacidad hasta el techo, pues su forma es bastante
cuadrada y aprovechable. En si, tenemos ciertos detalles para carga
menuda, y también un buen suelo plano para grandes objetos.
Detalles hasta en la zona de carga
Si vamos a cargarlo hasta las trancas, una práctica
red, nos impide que bultos sueltos penetren en la zona de pasaje. Un tema
de seguridad que deberían tener todos los coches de este tipo. Esa red
podemos colocarla tanto con 2 plazas como con 5.
Algunos puntos a mejorar es precisamente el
anclaje de esa red, que no se puede retirar, y si nos limita los
abatimientos. En si los asientos traseros se pueden abatir en 2/3, pero
siempre primero la parte más corta, y dejando la bandeja que porta la red
por en medio.
Siguiendo con el interior para los ocupantes
hay dos clases, los de primera que irán delante y la clase turista detrás.
Aunque el acabado y los detalles de confort están a buen nivel, las
plazas traseras no son nada holgadas
y a poco que el conductor sea un a persona de buena talla, el
espacio para las piernas de los asientos traseros queda bastante limitado
para un coche de su tamaño, que debe empezar a presumir de espacioso.
Pero al fin y al cabo hacerlo mucho más grande sería meterse en la
competencia del V70.
Acabado moderno y con gusto
Los materiales escogidos son de primera, el
diseño moderno y práctico, sólo hay que fijarse en la pequeña consola
que reúne los mandos del climatizador, con una coqueta luz y hueco
posterior.
Los asientos es otro de los puntos fuertes del
V50, y algo común en Volvo. Cómodos y seguros, con reglaje eléctrico de
serie para el conductor, pero como continuación del problema de espacio
para piernas, pronto damos con el tope de cota para la regulación en
distancia.
El puesto de conducción es muy bueno,
instrumentación, mandos, cambio... todo esta a buen nivel con una laguna
mejorable y es la ubicación del freno de mano. Toca con su empuñadura
con la consola central y a veces también con algún dedo por en medio al
accionarlo, mejor dicho, al quitarlo, algo te hace acordarte en su diseñador,
pues lo que digo es que te puedes pillar un dedo. Así de simple.
Los 136 CV sólo son pocos sobre el papel
Es un coche de cierto peso, con un motor de
una potencia sobre el papel no exagerada, pero lo que si tiene es una muy
buena respuesta en bajos y un tirón del turbo que le da
bastante alegría. Un cambio de 6 velocidades con un desarrollo
final de 58/km/h, lo que es una relación no demasiado corta, siendo esa
sexta una buena marcha para desahogar el motor en llano y lograr por su
parte unos buenos consumos.
Es un coche con buen aplomo, que te invita a
ritmos alegres, fácil y placentero de conducir manteniendo un nivel de
confort estupendo, un buen equilibrio que no dejara insatisfecho a los
amantes de ambas cosas, conducción y confort. Aunque eso si no lanzarán
vítores de júbilo.
El “Summun” de equipamiento
En su esencia, el V50 tiene 2 puntos fuertes,
y en este “Summun” tres. Uno; el acabado, dos; la seguridad y el
tercero para nuestra versión el equipamiento. Un altísimo nivel que
ofrece cosas como la regulación eléctrica para el conductor, calefacción
en asientos delanteros, tapicería parcial de cuero, faros de xenón y
lava faros, a lo que hay que añadir los elementos del acabado medio, como
limpias automáticos, espejo interior fotosensible, mandos de radio en
volante, ordenador de consumos, programador de velocidad.... y por
supuesto un “Full Equipe” en el que se cuenta con climatizador automático
de dos canales, asistencia al frenado de emergencia, elevalunas cierre.. y
todo lo obligado.
Capítulo aparte es su equipo de sonido, desde
el más básico con CD frontal y un sonido más que bueno, hasta las
opciones que Volvo ofrece que llegan a disponer de un equipo de audio
mejor que el de tu casa.
Segundo equilibrio conseguido,
prestaciones-consumos
El primero es el del confort-prestaciones y
ahora con las cifras sobre la mesa, este V50 con 136 CV, puede
considerarse un coche notable en prestaciones y en consumos también.
Aunque en nuestras mediciones estuvimos algo alejados de los consumos
homologados, se hicieron sin cuidado alguno y usando el coche en su
esencia. Así obtuvimos un promedio de unos 8.2 litros, con 7 décimas
menos en carretera, a cruceros lógicos y uno más en ciudad. Las peores
cifras en zona de curvas y conducción bastante deportiva significa pasar
de 10, pero no por mucho y es una cifra también buena. Prestacionalmente
aunque los 136 CV puedan parecer poco por el tipo de coche y precio a
nadie dejarán insatisfecho. Y no es mucho más caro que el de gasolina
equivalente.
RESUMEN
Como
V50 es un Volvo con todas las de la ley familiar, de una talla algo
reducida que nos puede crear algo de incomodidad si tenemos una familiar
de jugadores de baloncesto, pero por lo demás disfrutaremos de un
excelente acabado buen confort y gran seguridad. Un motor equilibrado, una
conducción bastante placentera y en este “Summun” un equipamiento de
gran nivel. Eso si hay que pagarlo y eso nos encarece el coche, pasando a
ser una de las potencias más caras del mercado, y de su propia gama. Pero
el cliente podrá elegir entre 38 V50 en este momento.
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