Texto: Eugenio
Pinilla 16/11/2007.
Fotografías Com & Com.
Publicado septiembre 2007
Volvo entró en un nuevo sector de
vehículos compactos con el C30, el T5 es su máxima expresión en
deportividad, pequeño pero matón, un coche con una relación peso potencia
muy favorable que no pierde el carácter de la casa.
Cuando
Volvo hace un deportivo no pierde nunca sus referencias, y con este C30 no
podía ser menos. En si el C30 es un coupé de 3 puertas, no se puede decir
que sea un coche polivalente del sector medio en el que se prevea un uso
familiar, las plazas de atrás son de coupé y la línea, muy personal no es
la habitual en coches de soluciones prácticas. Cuenta con una buena gama y
en la base de esta podría haber un acercamiento en precio en los motores
más básicos que son de 100 CV, pero nuestro C30 con 220 se sale de toda
regla siendo un deportivo en toda esencia.
Coupé de 3 puertas
El C30
es un coche bajo, con 4 plazas y dos puertas de acceso al habitáculo, no
es un puro coupé por que tiene un portón posterior, pero el tratamiento de
las dos plazas traseras es lo más parecido a ello. Siendo más práctico, es
preferible una tercera puerta por que realmente no pierde su encanto como
deportivo. Mide 426 cm de largo y levanta 145 cm del suelo. El portón
trasero en juego con sus pilotos da un aire agresivo, moderno y diferente,
parece todo de cristal, pero por dentro va reforzado con una estructura
que le da consistencia.
El
maletero tiene una capacidad de 250 litros, pequeña para un coche de su
tamaño, pero bueno para un coupé, sobre todo por que es fácilmente
ampliable. Tiene una esterilla de ocultación que no es un prodigio de
ingeniería, al menos podemos enrollarla y olvidarnos de ella a la hora de
abatir todo para meter ya una volumen decente de carga, siempre con 2
plazas. Esa esterilla puede hacer de red separadora, pero también nos
resta visibilidad.
5
cilindros, turbo y 220 CV
En lo
alto de la gama encontramos este T5, con un motor de 200 CV a base de
turbo, con una cilindrada considerable de 2.521 CC y 5 cilindros. Es un
motor potente a la vez que suave y con grandes bajos, sin tener un gran
turbo o un gran soplado. Su relación peso/potencia es de 6.6 Kg, y esa
cifra lo dice todo.
El
cambio es de 6 marchas, con una relación final quizá un poco larga pero su
potencia máxima la alcanza a tan sólo 5.000 vueltas, aunque el coche se
estira hasta por encima de las 6000 perfectamente. En régimen máximo de
giro daría una velocidad de 300 km/h y es por lo que digo que la relación
peca de larga.
Se
puede perdonar a cambio de un mejor desahogo para el consumo, en un coche
que no es radical. Sus controles electrónicos siempre están vigentes, como
un control de estabilidad que no se puede desconectar.
Deportivamente calzado, con unos
llantas de perfil muy bajo y llantas muy caladas con unos frenos a la
altura de las circunstancias.
Interior de 4 plazas
El
interior es de agradable factura, con tapicería de piel en el acabado
Summun que es el más alto, con unos asientos, muy confortables. Otra cosa
es el espacio, sobre todo atrás. Pero hablando de un deportivo centrémonos
en las plazas de delante.
Comparte la consola de diseño de la última generación de S40 ó V50, el
salpicadero
es
de líneas limpias, tanto que la pantalla del navegador que es opcional,
está recogida mientras no se use. El entorno, sobre todo con la referencia
de la piel, es de calidad y con buenos de detalles de confort.
Sobre
las plazas traseras son buenas para cuerpos muy menudos, hasta
confortables, para pasar atrás tenemos echaremos el respaldo hacia delante
de una forma rápida y avanzaremos el mismo con un botón de forma ya mas
lenta, el cinturón se queda por en medio casi siempre pues ahí una pieza
que lo traba, la cual no acabo de ver su utilidad.
El
Summun de equipo
Estamos ante el acabado más alto de la gama, su precio es ya considerable
pero sin olvidar que el precio de la potencia no es exagerado y que otros
coches de este precio, evidentemente más grandes no tienen tanto equipo.
Juega a demás con la ventaja de no tener muchos competidores. A pesar de
todo no debemos de quejarnos de su equipamiento de serie. Con una
especial preocupación a nivel de seguridad, como buen Volvo, el conductor
va servido de todo excepto de automatismo de luces. Si lleva el de los
"limpias", pero las luces hay que conectarlas manualmente en un mando
además que está un poco alejado y se me antoja pequeño.
Por lo
demás no echamos en falta nada y pensando en un alto nivel. Destacando los
faros de xenón, el sistema de apertura sin llave, o el climatizador doble. En nuestra unidad tres opciones
importantes, navegador, teléfono y techo solar.
Sobre
el primero con un mando muy intuitivo por la parte de atrás del volante y
otro también sencillo a distancia para cualquier pasajero, una pantalla en
buen ángulo de visión para todos y un sistema de guía vocal muy completo
con medición de distancias constantes.
Sobre
el techo sólo comentar que nos anula el plafón central de luz, pero para
los de delante tiene menos importancia, y sobre el teléfono que no es
Blue-tooh, es de tarjeta, y más vale que tengamos una fija para el coche,
pues su ubicación es un poco rebuscada en el fondo de la guantera.
Confortablemente deportivo de conducir
Colocados
en el puesto de conducción todo tiene un tono de confort sin tener la
sensación de estar delante de un estricto deportivo. A pesar de contar con
apertura detectando la llave, ésta hay que meterla en una ranura de
contacto y girar de forma tradicional, nada de raros botones que a uno
sigue sin gustarle. Cuadro sencillo sin agobio de información, volante de
agradable tacto acabado en piel, con pulsadores en sus radios, unos
reglajes eléctricos del asiento con tres memorias y con dorsal
manual y un cambio de palanca cortita. El puesto es relativamente bajo y
la cota de reglaje en distancia un poco escasa para tallas grandes,
servidor con 1,80 casi casi está al tope de lo que hay. Otro punto
mejorable es el apoyo del pié izquierdo que es un poco estrecho.
El
motor se muestra suave y a la vez contundente, se notan buenos bajos y la
sospecha de una conducción confortable se corrobora enseguida, un tono
general de suavidad y confort se comparte con una mecánica que explota y
nos hace agarrarnos del volante.
Siempre bajo el control de estabilidad
Llegando a las curvas será fácil que enseguida nos "encendamos", puestos a
buscar los límites del coche. El motor da mucho de sí, y sin tener que
revolucionarlo obligatoriamente, se puede y se debe conducir tirando de
bajos sin pasar demasiado de las zona de potencia máxima, donde ya tenemos
una potencia excelente y sin estar cambiando continuamente lograr ritmos
muy vertiginosos. En los apoyos fuertes es importante la dosificación del
gas y el agarrar bien el volante,. No "esquía " por que el control de
tracción y estabilidad están siempre presentes, pero si no queremos ver la
lucecita entrando continuamente, lo mejor es dosificar e ir buscando ese
perfecto equilibrio entre efectividad y placer de conducir un coche que no
castiga por sus tarajes, o dicho de otra forma es algo suave de
amortiguación, lo que para muchos será perfecto y para otros no tanto. Me
atrevo a decir que para los "volvistas", perfecto, y para los que quieran
algo más radicar, pues ya saben...
Frenos
a prueba de bomba, y cambio ligeramente esponjoso para lo que se cocina.
Prestaciones y consumos altos
Esto
es así, volverá a repetir mi frase favorita de que todo lo que anda bebe.
Este
T5 empuja como un diablo pero bebe como un cosaco.
Así de
claro queda definido, se pone a 100 en 6.7 segundos, alcanza los 240 km/h,
y recupera en 4ª y 5ª de una forma rápida, permite mantener cruceros muy
altos con reserva de potencia, pero a la hora del consumo también lo
pagamos.
Tratando de ser lo más "turísticos" posible que se puede con este aparato
se puede bajar de 10 litros cada 100 km, pero a poco que te animes el
promedio tirará hacia los 11 ó 12, hablo de carreteras generales, y
andares generosos. Llegando las curvas puedes consumir lo que quieras. Lo
de los 6,5 extra-urbanos de su ficha imagino que será utilizando el coche
muy lejos de su filosofía.
Poca competencia
Buscando un coupé de su tamaño, con la opción de portón atrás y 220 CV en
gasolina no vamos a encontrar ni uno al día de hoy, con la tercera puerta
tiene a su primo el Focus ST y al Renault Megane más deportivo.
Es el
más caro de todos, y quizá también el más equipado.
RESUMEN
Un
deportivo en toda esencia con sus 220 CV, pero no radical y que da cierto
margen al confort, se disfruta como nada conduciendo a pesar de ser
ligeramente suave de suspensión y recomendado para manos algo expertas si
le quieres sacar todo el partido. Su punto flaco es un alto consumo a nada
que lo uses en su esencia.
Un 4
plazas de recurso, con una tercera puerta y abatimientos que te permite no
ser esclavo de alquilar furgonetas por poseer un coupé. No es potencia muy
cara si pensamos en que tiene un excelente equipamiento.
Gama
C30
El correcto
equipo de luces se ve reducido con techo solar
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Hay que
soltar esta trabilla del cinturón para que no se quede en medio del
paso a las plazas traseras
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Las manetas
incluyen un botón para cerrado rápido, el mando solo se hay que usarlo
para arrancar
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Las cortas
plazas de atrás tiene detalles
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