Texto: Eugenio Pinilla 25/05/2009. Fotografías Com & Com. Publicado mayo 2009

Rf motor: VOLKSWAGEN Tipo: (D) CBA
Suele pasar cuando se renueva un modelo y es que la gama inicial se va completando, y en el momento de su lanzamiento el nuevo Golf se dispone con tres motorizaciones diesel y cuatro de gasolina, a combinar con los 4 acabados Advance, Sport, GTI y GTD. Los dos últimos están reservados a las motorizaciones 2.0 TSI de 211 CV y 2.0 TDI 170 respectivamente.
El Golf básicamente es un tres puertas, así lo encontraremos en las tarifas, si queremos el de 5 puertas hemos de pedirlo como opción con su sobreprecio.
Línea continuista
Visto de lejos por fuera pasaría por un Golf V, ya que sus trazos apenas han variado.
Delante encontramos un nuevo paragolpes con un diseño prácticamente igual al del prototipo W12 basado en la anterior generación del Golf, con una banda horizontal situada entre ambos faros de la parrilla en negro brillante, al estilo de la primera generación Golf. Por detrás sus faros recuerdan poderosamente a los del Touareg.
El nuevo Golf tiene una longitud de 4.199 mm. y con ello es 5 milímetros más corto que su predecesor. El ancho ha aumentado en 20 milímetros siendo ahora de 1.779 milímetros. La altura permanece invariable con 1.479 milímetros.
Los nuevos motores son "common Rail"
El Golf estrena las motorizaciones del grupo VAG common-rail. El propulsor 2.0 TDI de 140 CV ofrece su máxima potencia a 4.200 rpm, con un par máximo de 320 Nm constante entre 1.750 y 2.500 rpm, notando a 1.800 rpm que el motor empieza a empujar bastante bien.
El abandono del inyector-bomba por el common-rail ha supuesto un cambio radical en el comportamiento del motor. Ha desaparecido la famosa “patada” a la que nos tenían acostumbrados los antiguos TDI y en su lugar ahora tenemos mucha más finura de funcionamiento, más silencio, más bajos y mayor estirada final del motor.
Como pasa con los colores, es cuestión de gustos. A algunos les gustará más un motor con “garra” y otros preferirán mayor refinamiento.
La caja de cambios es de 6 velocidades con unos desarrollos tirando a largos para beneficiar los consumos. Se ha perdido un poco de precisión en la inserción de las marchas, pero no resulta mala en ningún momento.
Un puesto de conducción muy parecido
El diseño del salpicadero es parecido al de la anterior generación pero se distingue lo suficiente para que parezca nuevo. En el cuadro de instrumentos la principal novedad es que se abandona la iluminación azul que tan famosa se hizo en la cuarta generación del Golf por una de tono blanco con las agujas indicadoras en rojo.
Los indicadores de temperatura y gasolina pasan a estar ubicados cada uno en las esferas principales. Tanto el volante como el Climatronic derivan directamente del Passat CC y tienen un buen diseño.
En cuanto a ergonomía se ha dado un paso delante y otro hacia atrás: los mandos de los elevalunas han sido recolocados en una mejor posición, haciéndolos más fácil de usar, mientras que el paso atrás ha sido dado por el volante, que en esta generación está inclinado hacia delante más de lo deseado. Otro pasito atrás lo encontramos en el testigo indicador de encendido de luces; sólo podremos saber si están las luces encendidas mirando a la ruleta que acciona las luces, ya que en el salpicadero no tenemos ninguna indicación de esto, salvo el testigo de las luces de carretera o “largas”.
Comportamiento ligeramente mejor con la suspensión DCC
El nuevo Golf tiene una ligera mejoría en el aplomo del coche. En nuestra unidad disponemos de la suspensión pilotada DCC que es una opción que ronda los 900 €. Tiene tres modos de funcionamiento: Confort, Normal y Sport. En la práctica es como llevar tres coches distintos porque se nota la diferencia del tarado de la suspensión en cada uno de los tres modos.
En el modo Sport tenemos un coche bastante vivo de reacciones, pero al llevar muelles blandos tenemos un poco de balanceo inicial a la entrada de los giros. Una vez en ellos, el coche sigue muy bien la trayectoria marcada con el volante y muestra un muy buen aplomo, como era de esperar.
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