Texto: Eugenio Pinilla 04/04/2012. Fotografías Com&Com.
Publicado abril 2012
Rf motor: FUJI HEAVY INDUSTRIES Tipo: EE20
Subaru sacó el Forester en los 90 como un familiar un poco más alto y apto para salir al campo. Como marca especializada en tracción total, no podía ser de otra forma e inventó el que luego se viene a llamar SUV, como Sport Utility Vehicle.
Ahora casi todos tienen sus SUVs y en diversas tallas, cosa a la que ahora se apunta Subaru, aunque la diferencia de tamaño entre el nuevo XV y el Forester no sea tan grande.
Quizá existan más diferencia en cuestiones conceptuales. El XV es más modesto en aspiraciones, proviene del Impreza y sus precios son más aquilatados.
Nuevo estilo
Centrándonos en el nuevo Subaru XV, lo primero que llama la atención son sus líneas más angulosas, menos curvadas que lo que se lleva actualmente. Y por eso le dotan de una gran personalidad, sus llantas oscuras, sus aletines negros, las protecciones de bajos y la mayor altura al suelo le dan una personalidad especial, y desde luego el estilo es totalmente diferente al del Forester.
Pero ojo, comparten mecánica, y en nuestro caso el motor 2.0D de 147 CV es exactamente el mismo, y el mismo usado para el resto de modelos de la casa. Subaru aún no ha aumentado su gama diésel, y empieza a pedirlo a gritos.
El XV nos lo imaginamos en azul STi, con un motor de 200 CV y alguna que otra marca se echaría a temblar.
La concepción más urbana y más deportiva a la vez del XV, su semejanza o herencia del Impreza, y su aspecto más juvenil, son armas muy importantes en este mercado en el que la practicidad debe estar unida a la economía.
Motor diesel de 147 CV
Realmente no hace falta más potencia, 147 CV con buena disposición mueven bien al XV incluso con cierta carga. El compromiso entre economía y prestaciones está perfecto y podemos mantener ritmos muy eficaces, ayudados por la tracción total, y guardar unos consumos muy buenos y bastante regulares.
Es cuestión de la oferta el poder disponer de más niveles de potencia, cosa en la que afina la competencia, aunque luego siempre diríamos nuestra frase de que en el término medio está la virtud.
La tracción total en este caso no viene acompañada del mágico grupo semi-corto que encontramos en el motor de gasolina, el más humilde de la gama. Este grupo más corto la marca no lo ofrece con transmisiones automáticas ni motores diésel.
La tracción total del XV es como la del Impreza, simétrica a ambos ejes, pero con gobierno electrónico para un mayor control de la tracción.
Por cualquier barbecho.
El XV es un coche no obstante con muchas garantías para salir fuera del asfalto y solventar ciertos obstáculos con solvencia. No anda mal de ángulos, si bien el voladizo delantero es demasiado largo y es fácil tocar con él en muchas zonas de trial.
Cuando la tracción se complica, la electrónica actúa bloqueando rápidamente la rueda que está perdiendo giro y el XV avanza sin rechistar. Las limitaciones están es esta ausencia de reductora para las mayores cuestas, pero puedes aventurarte por casi cualquier sitio por el que entre de frente.
Executive Plus, bien equipado de serie.
Si bien la relación precio/ potencia no es para lanzar cohetes, la de equipamiento/precio si está mejor. Aunque el nivel de nuestro XV es el más alto (Executive Plus) tiene una gran lista de elementos, que ya la quisiera por ejemplo un X1 de BMW, un coche muy similar en su versión diesel con tracción total, que siendo algo más caro tendría que recurrir a muchas opciones que se pagan aparte.
Toda la gama XV con tracción total.
Como no podía ser de otra forma, todos los XV son tracción total, es patente de la casa y desde el más humilde 1.6i, hasta nuestro XV el más caro, disfrutan de la tracción total simétrica de Subaru.
Es una pena, como hemos indicado, que no se pueda disfrutar el grupo más corto en más versiones. Nos quedamos con las ganas de probar esta versión a ver si gastando menos dinero nos vamos a encontrar a un campero mucho más práctico para quien lo necesite.