Subaru Impreza Sedan 2.0 R: Más potencia y menos consumo en el cambio de imagen

  Gama Impreza  

Texto: Eugenio Pinilla 31/01/2006. Fotografías Rubén D. Chaves (Fotossports). Publicado enero 2007

Gama escasa pero muy definida.

Hablamos de un deportivo con esencia familiar, o ¿hablamos de un familiar con esencia deportiva?, pues depende de la versión a la que nos refiramos dentro de la gama del Impreza. Tenemos una escueta pero muy definida gama, desde el súper deportivo STi, hasta este 2.0 R, en carrocería sedán tenemos el digamos mediano WRX. La gama de potencia desde los 160 de nuestra unidad hasta los 280 CV del STi, el encargado de ganar en los Rallyes y de enamorar a los chavales – y no tan chavales – en la “Play”.

Pero además disponemos de una práctica carrocería familiar en las dos versiones inferiores, por si a alguien se le queda pequeña la berlina y no quiere renunciar a un auténtico deportivo.

160 CV para empezar a hablar

En nuestra berlina, básica por otro lado, ya son 160 CV los que ahora se disponen, un aumento de potencia que ha llegado hace poco para poner las cosas en su sitio en un coche con un espíritu muy rácing y que con tracción total siempre ha tenido un chasis más que sobrado para los que eran sus anteriores 125 CV. Ese aumento debido a un trabajito de gestión en la apertura de válvulas - ahora se dispone de sistema variable de apertura, que hace que el coche suba más de vueltas - y sin perder nada de bajos, con la misma cilindrada de 2 litros se le da una notable mejora en su rendimiento, certificado por un consumo incluso mejor que el anterior.

Como buen Subaru mantiene su tracción total, con reparto equitativo al 50% en cada tren, su motor bóxer de 4 cilindros opuestos, le confiere esa característica de mayores “bajos” y un centro de gravedad más pegado al suelo al conjunto. Una amortiguación al uso, deportiva pero sin fatigar demasiado, unas llantas de aleación, 4 frenos de disco – por supuesto – y un discreto alerón , opcional, le dan la imagen que a todos los que alguna vez se han echado una carrerita por la Play o por el PC les hace volver la cabeza.

Puertas sin marcos firma de la casa

La carrocería del Impreza, aunque ya tiene algo de veteranía sigue siendo válida. Ha sufrido unos cuantos cambios estéticos, pero siempre ha conservado sus cotas y su particular diseño sin marcos en las puertas. En su interior 5 plazas perfectamente válidas y un maletero muy digno de 400 litros. Disponemos de un reposa-codos trasero con trampilla para objetos largos, como unos esquíes a buen seguro, pero no podemos abatir este respaldo. El maletero cuadrado y regular se estropea por unas arcaicas bisagras que hay que tener en cuenta a la hora de llenarlo a tope.

Delante, donde el que paga se sienta, hay muchas sensaciones que contar cuando se le da a la llave de contacto. Primero hablar de las cosas peores,  que es su acabado un poco soso con materiales plásticos y detalles de confort justitos - como un volante que no se ajusta en distancia o un reposapies un poco pequeño - . Después arrancar y disfrutar.

Efectividad + seguridad = diversión

Desde una conducción relajada, sintiendo el buen empuje de su motor que hace parecer en principio más potencia de los 160 CV anunciados, hasta exprimir el cuenta vueltas y usar gran parte de su caballería sin piedad, aprovechando las bondades de un chasis que sigue sobrado. Si además queremos sacar la quinta esencia tenemos la tracción total. Por que en vías abiertas apenas vamos a notar las diferencias, con un excelente paso en curva, todo es muy fácil y lograr ritmos altos es una invitación constante. Pero si el terreno se riza, el suelo se arruga o la lluvia aparece, el Impreza es donde saca la mejor nota.

Llegar a las curvas más cerradas y aplicar gas sin contemplaciones es algo que no se puede hacer en todos los coches. Este 2.0 R, con una potencia perfectamente asumible, pone toda la caballería en el suelo sin queja alguna, demostrando que la tracción total es lo mejor para evitar pérdidas de tracción en los más fuertes apoyos y mandar en la dirección de forma precisa sin deslices del tren delantero ni derrapes en el trasero. Éstos hay que buscarlos, hay que ponerse a ello y  la verdad, no es lo mejor para la efectividad.

Buen equipo sin lujos

En este tipo de coche vamos a perdonar o al menos olvidar otro tipo de cosas, que sin embargo están ahí. No es un coche caro, es un coche potente y además tiene cierto equipamiento, como climatizador semi-automático, 4 elevalunas eléctricos, cierre centralizado con mando, ABS, doble airbag frontal y laterales, llantas de aleación, faros antiniebla y equipo de sonido con CD como elementos principales. Qué no tiene?, pues cosas que fuera de su filosofía deportiva son más lujosas y en su precio tampoco las echaremos de menos.

Este nivel de equipamiento se mantiene prácticamente igual hasta la versión más cara, que incluso por su diseño deja las faros anti niebla en opción. Lo que va mejorando según se asciende en la gama es la personalización y elementos rácing. Si por ejemplo los asientos y volante son ya buenos en este 2.0 R, con el primero en cuero y los segundos de buena sujeción lateral y confort, en el tope de gama el STi son ya “de marca”.

Entrando en cifras

Lo primero el precio, casi 21.000 € 3 kilos y medio por 160 CV, 131 € /CV en un coche de 4 metros y medio, un precio de la potencia bastante bueno, su enfoque no lujoso y si muy deportivo es un atractivo más.

La segunda cifra los consumos. Sabido es que todo el que corre bebe, pero cuando hablamos de que hemos ganado 35 CV y perdido algún litrillo todo deben ser satisfacciones. Hablando de valores absolutos en una conducción media podemos bajar de 10 l/100 km olvidándonos de ir a por buen consumo y usando el coche en su esencia. Podemos subir a los 12/14 l. en conducción muy deportiva en zona de curvas con gran uso del cambio, pero podemos estar en algo menos de aquello en carretera a velocidades “legales”.

Por último las prestaciones, la gran vuelta de rosca de este modelo 06. Pasamos ahora los 200 con holgura  -210 km/h en el catálogo- pero lo mejor es la buena disposición de potencia, pudiendo hacer alegremente adelantamientos sin tocar el cambio, o rodar a 160 con reserva decente de caballos bajo el pié. El cambio, ajustado el desarrollo de quinta a unos 33,5 km/h a 1.000 rpm, es suficientemente corto para hacer la punta al borde del régimen máximo de potencia y con ello mantener el consumo controlado.

En cuanto a aceleración, necesitamos menos de 9 segundos para ponernos a 100 km/h, y el secretillo está en aquello que hablamos de las pérdidas de tracción. Salidas a 4 patas, como los galgos!, sin tener que dosificar el embrague para no dejarlos las gomas en el suelo.

Resumen

El que guste de sensaciones rácing, en un entorno de coche familiar, para todos los días y valore la conducción más que los detalles de acabado, tiene en este Impreza un coche realmente equilibrado y divertido, por no hablar de seguro y práctico para suelos deslizantes. 5 plazas, buen maletero equipo a la altura y una base mecánica para echar carreras. Creo que su soso interior puede pasar desapercibido.

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