Texto: Equipo de Pruebas 22/09/2009. Fotografías Com & Com. Publicado septiembre 2009

Rf motor: MERCEDES Tipo: G ZB21
Creciendo, que es gerundio
Si nos atenemos a las cotas exteriores, la principal diferencia que vemos en el salto generacional es en cuanto a longitud ya que el Fortwo ha crecido 20 cm, pasando de 2.500 mm a 2.695 mm.
Los faros delanteros también cambian, pasando ahora a estar formando un solo grupo óptico, junto a los intermitentes, en vez de estar separados como en la primera generación. Por detrás observamos que los grupos ópticos se han reducido a cuatro (seis en la anterior generación)
La forma de hacer descapotable el coche, se puede hacer a cualquier velocidad, pero para hacerlo totalmente hay que quitar los listones del techo que tenemos a la altura de las puertas, entre los pilares A y B. La capota es de color negro y un detalle que nos ha llamado la atención es la facilidad que tiene para atraer pelusillas, que se adhieren a la capota en menos que canta un gallo.
La maniobra es bastante sencilla y solo requiere pulsar un botón y tirar de cada uno de ellos hacia arriba. Aquí han pensado los ingenieros de Smart y tienen un sitio específico para guardarlos en la cara interna de la portezuela que da acceso al maletero, ya que sitio no sobra...
A nivel estético cabe decir que descapotado tiene un toque muy "fashion" y que no pasa desapercibido entre el tráfico de las grandes ciudades.
Interior con más prestancia
Nada más abrir las enormes puertas del Fortwo nos encontramos que el interior ha mejorado en cuanto a diseño y calidad de materiales empleados. Ahora vemos y tocamos más calidad no solo en el salpicadero, sino que también los paneles de las puertas han mejorado.
Los asientos son bastante grandes y en viajes largos se muestran como bastante cómodos y no harán mella los kilómetros en nuestro cuerpo.
Quien no haya subido nunca en un Smart se sorprenderá del espacio que hay en la cabina pues te lo imaginas como un coche angosto, pero la realidad es que observas un espacio similar al típico utilitario del segmento B. Tenemos una altura interior nada despreciable de 1 metro.
A diferencia de la anterior generación, el salpicadero ahora no tiene continuidad hacia el suelo, lo que deja más espacio para los pasajeros.
Arrancamos al estilo Saab, es decir, con la llave entre los dos asientos.
Buen motor, pero cambio lento
De pequeña bomba se puede calificar el motor del Fortwo 62. ¡Vaya empuje para un motor de un litro y 84 CV! Está claro que el turbo hace maravillas y tenemos unas aceleraciones que nos harán pensar "¡Cómo corre el bicho!". Tiene un tacto muy deportivo que se acentúa con el sonido de la válvula de descarga del turbo e incluso el motor suena rácing (algunas personas dicen que suena, en cierto modo, parecido a un motor Bóxer de Porsche), y eso que en marcha no se hace notar mucho dentro.
Cuesta arriba en autopista no hay problema; si la cosa se complica sólo hay que bajar a 4ª y pronto estaremos subiendo cualquier repecho a tope de velocidad. Por desarrollo la 5ª está un poco orientada a reducir consumos, pero el Fortwo la mueve bastante bien en la mayoría de circunstancias.
Y ya que hablamos de marchas, el cambio es otra historia. Es de embrague pilotado y, aunque su accionamiento es sencillo, tarda más de un segundo en engranar una marcha hacia arriba o hacia abajo, con lo que hay que tomarse los cambios de marcha con paciencia. Si conducimos tranquilamente no hay problema, pero si deseamos un poco más de alegría conduciendo mejor nos vamos olvidando. Dejando de acelerar en el momento del cambio se suaviza e incluso se hace más rápida cada transición.
El Rey de la City
No cabe duda: el Smart Fortwo reina en la ciudad. No hay turismo más pequeño que él y circulando por ella lo hace con total facilidad por su reducido tamaño..y no digamos nada a la hora de aparcar. Sin duda, no tiene rival.
...¿y qué pasa cuando salimos de la ciudad? Pues la verdad es que sorprende lo bien que va el Smart Fortwo Cabrio y lo aplomado que rueda sobre la carretera. Al principio te puede dar sensación de inestabilidad pero es cuestión de coger confianza, meterte rápido en la primera curva y enseguida descubres que el coche tiene un paso rápido y estable.
La lástima aquí es el cambio de embrague pilotado que, debido a su lentitud al cambiar de marcha, obliga a anticipar las reducciones a la hora de entrar en la curvas para que no nos deje "vendidos" antes de empezar a entrar en las mismas...eso si queremos ir jugueteando con el coche, claro.
Otro elemento que no nos ha gustado ha sido la dirección, que tiene un tacto y asistencia un poco artificiales, lo que provoca que se muestre poco precisa y nada comunicativa de lo que sucede bajo las ruedas.
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