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    Smart Forfour 1.5 177 CV Brabus (Descatalogado): Punto y aparte

    7 de febrero de 2006
    Cuando hablamos de un Smart, casi todo el mundo tiene la imagen del pequeño y súper utilitario Fortwo, anteriormente denominado “Citty Coupé”. Desde hace algún tiempo existe un Smart con 4 puertas y 5 plazas a la usanza de los breaks medios, con 3.75 m de largo y motorizaciones entre 69 y 109 CV en gasolina y gasoil. Y luego un poderoso motor turbo con 177 CV que se sale de la gama en su concepto que es punto y aparte.

      Gama Forfour  

    Texto: Eugenio Pinilla 7/2/2006. Fotografías Rubén D. Chaves (Fotossports). Publicado enero 2007  

    Turbo sin condiciones

    Hablamos de Brabus, denominación que la marca da a las versiones más deportivas de cada gama. En el caso del Forfour, esa imagen deportiva va unida a una amortiguación más enérgica, llantas y frenos más adecuados, y algo más de equipamiento.

    El motor de origen Mitsubishi, está turboalimentado, tiene 1468 CC y no los 1499 del atmosférico. La potencia máxima la entrega a 6000 vueltas y el par máximo a 3500 y es de 230 Nm, a ese régimen es donde la respuesta es más contundente, con el turbo cargado tenemos el típico tirón de la sobrealimentación. Después sube hasta las 6.000 donde muestra ya todo su potencial y llega el corte de inyección.

    Típico comportamiento “turbo”

    Con 177 CV las prestaciones del coche son más que interesante, y protagonizan todo su carácter. Para los que han podido conducir alguna vez el R5 GT Turbo, diré que su comportamiento es lo más parecido que hay, un pequeño vacío al inicio de pisar el acelerador y después llega el torrente de potencia que hay que dosificar sobre todo en curvas. Con el pie derecho sobre el acelerador indicaremos en los largos apoyos del chasis la ración de pérdida de tracción que queremos tener, y así hacemos las trazadas más o menos precisas. El coche comienza a “esquiar” con facilidad, si imprimimos demasiado gas en los apoyos, aunque aguanta bien los golpes de volante y podemos  tirarlo a las curvas con valentía, al comenzar a mandar con la tracción es impepinable dosificar.

    Por lo demás el paso en curva es muy bueno, acordándonos de lo dicho, los frenos a la altura de las circunstancias y el confort de conducción es elogiable por las buenas sensaciones que transmite, divertido y un pelín delicado para tener el toque justo de adrenalina.

    Colores combinables

    Hablando de su carrocería, extensiva a cualquier Forfour, es para 5 plazas, si bien 4 van mejor, ya que el maletero no es gran cosa . El asiento trasero se abate como si fuera un monovolumen, en dos mitades asimétricas y así la zona de carga ya es muy decente.

    Tiene grandes cristales, un aspecto moderno y con la célula de Tridión, parecida a la del Smart “pequeño” que es como una jaula de seguridad, pero aquí en su proporción. Mantiene los llamados “body pannels” para combinar el color de ellos con el negro o gris de la cédula. 4 puertas, más el portón trasero.

    Contraste en el interior

    En su habitáculo llama la atención los asientos delanteros tapizados en cuero, exclusivos del Brabus, un toque de elegancia y categoría que contrasta con todo lo demás que es de plástico. Típico diseño alegre y desenfadado de la casa, con relojes suplementarios en lo alto del salpicadero, y en opción el equipo de Sonido de clara factura Mercedes.

    Aquí encontramos diversas lagunas ergonómicas. Un volante con demasiadas formas en plan ortopédico, cómodo para agarrarse sin muchos giros, pero algo menos confortable dando curvas a troche y moche. Después el propio volante tapa gran parte de los botones de control de la radio. El velocímetro no es muy claro en su lectura, simplemente por su iconografía. Tenemos una especie de reposa-codos para los de delante o reposa vasos para los de atrás, el caso es que ese elemento es un incordio para el manejo del cambio, así que terminas echándolo para atrás. El problema surgirá cuando se ocupe la quinta plaza. Por último en el relato de la ergonomía el ajuste de los respaldos, en su posición más vertical aún no están lo suficiente, tienes la sensación de ir ya un poco tumbado. Eso y la no regulación en distancia del volante es lo menos elogiable de cara al puesto de conducción, que por otra parte es amplio y con asientos bastante cómodos con correctos reglajes en el resto.

    Equipamiento justo para su precio

    El equipamiento es algo escaso, siempre teniendo en cuenta que es un coche casi el 50% más caro que el anterior en la gama Forfour, y casi todo debe echarlo en el motor y chasis por que el equipamiento añade pocas cosas más. Añade sobre el anterior acabado los elevalunas traseros eléctricos los comentados asientos delanteros en cuero y mandos de radio en el volante. El equipo de sonido sigue siendo opcional y el climatizador es semi-automático.

    Una opción que le da una gran vida a nuestro Brabus es el doble techo acristalado, con apertura de la parte delantera.

    Prestaciones por encima de consumos

    Llegando al capítulo de las cifras las prestaciones de este Forfour están en un notable alto, muy buena aceleración y recuperaciones y una punta muy por encima de los 200 (221 en catálogo), que nos permite ir a muy alta velocidad con buena reserva de potencia. Los consumos se alejan desgraciadamente de lo que dicen los papeles. No es que sea una publicidad engañosa, imagino que cuando se homologa es por algo, si no que para acercarse a ellos hay que infrautilizar su potencial, lejos de la filosofía del coche que se mantiene por encima de 10 l. /100 km a poco que tengas al uso cruceros un poco altos o te metas en curvas de tercera. Encima es donde mejor se disfruta y no te pones a mirar los consumos. Los 6.8 de promedio “homologados” se quedan 3 litros por debajo de lo real conduciéndolo según su esencia. Por cierto que fuimos incapaces de poner a cero manualmente el ordenador de viaje, por eso hemos obviado su comentario, ahí estaba pero inútil para mediciones parciales.

    Resumiendo

    Para los que añoren un GT Turbo de los de patada y sepan lo que es eso de agarrarse bien a la rosca, las sensaciones son muy buenas, hay potencia y diversión pero tendremos que pasar más a menudo por la gasolinera. El precio se nos antoja por lo que se echa en falta más algo de equipo, ese techo solar o el equipo de música podía ser de serie.

      Gama Forfour  

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