Texto: Eugenio Pinilla 12/02/2010. Fotografías Com & Com. Publicado febrero 2010

Rf motor: Volkswagen Tipo: -
De los 4 acabados de la gama, el RS no es el más equipado, ni tampoco el más caro. Es el más deportivo y con un equipo que no desmerece y su acabado va más enfocado a la imagen deportiva. Cambia algunas cosas de confort, por otras más prestacionales.
La sensación al entrar en el coche no es la de estar en ningún deportivo, pero sí hay detalles que apuntan a que no es simplemente un familiar.
Se puede optar por cambio manual o por el DSG, que es nuestro caso.
Exteriormente el RS añade unas defensas diferentes, por delante con más calado de rejilla y faros anti-niebla específicos, un deflector en el extremo del portón trasero, salidas de escape cromandas y llantas exclusivas bajo las cuales se detectan unas pinzas de freno pintadas en rojo. Los cromados son en negro mate y hereda los 3 cuerpos visuales de todos los Octavia. Los logos "RS" rematan la diferencia.
Por dentro está firmado tanto en los asientos como en el umbral de entrada y volante, con diferencias también en volante, que es de 3 radios y el pedalier que es de aluminio, con acelerador de barra.
Puesto amplio y confortable
El Octavia en si, es un coche muy amplio por dentro, donde 5 adultos pueden acomodarse perfectamente. Esta amplitud se hereda en el puesto de conducción donde se alía con buenos reglajes, y una instrumentación bastante clara, aunque el velocímetro podría estar mejor escalado. Se perdona porque podemos visualizar la velocidad de forma digital en el display central.
Los asientos de serie están tapizados en combinación de alcántara y piel, pero en nuestra unidad, opcionalmente son totalmente de piel. Es casi obligatorio así añadir la opción de calefacción. Son unos asientos bastante cómodos con el justo apoyo dorsal que necesita, y se conduce de forma muy confortable, sobre todo si tenemos el cambio DSG, con levas en el volante.
De este cambio ya hemos escrito muchas de sus bondades, aquí combina perfectamente la conducción de un familiar con la de un deportivo, y le viene al pelo.
Motor de alto rendimiento y aquilatados consumos
La opción del RS diesel, en lugar de gasolina nos aporta mucha más economía a cambio de un tacto de conducción menos deportivo. Y no siendo desde luego uno muy puro, teniendo que compartir el uso turístico y familiar es la mejor opción.
Después tampoco es tanta la diferencia, el TSi de gasolina tiene su régimen máximo en 5.100 vueltas y este TDI a 4.000, y tira antes, con una curva más plana, en lo único que gana el de gasolina es en sus 30 CV más que se imponen claramente cuando el TDI ya se rinde y el TSI de 200 caballos se puede apurar más. El TSI se impone en aceleración y punta y el TDI en suavidad y bajos.
La gran ventaja está en los consumos, donde por mucho que corras, pasar de 8 litros sólo puede ser en una conducción deportiva en curvas de segunda a cuarta de rango de marchas. Y es que el tema del consumo es el punto fuerte de este coche.
Una medición de 5,44 l/100 kms en autovía con un crucero casi constante de 130 reales certifica que el gran argumento es su excelente consumo y sobre todo la relación consumo/prestaciones.
Facilidad para sacarle partido
Quizá también una de sus grandes cualidades sea la facilidad de ir más ligero para cualquiera. Las sensaciones al volante, la respuesta a la dirección, el paso en curva y la frenada son cualidades que se ven mejoradas y que todas juntas hacen el conductor más novato se sienta muy seguro, porque instintivamente siente muy bien lo que pasa en el asfalto, y el más experto logre los límites con cierta facilidad. El cambio DSG y el motor diesel de grandes bajos ponen todo aún más fácil, a cambio como he dicho de perder esa sensación más deportiva en la zona alta de vueltas y limitar algo las reducciones más fuertes por la carencia de pedal de embrague.
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