Texto: Equipo de pruebas 01/03/2013. Fotografías Com&Com.
Publicado Marzo 2013
Rf motor: VOLKSWAGEN Tipo: (G) CBZ
Vuelta a los orígenes
En Seat han reaccionado "rápido" y sólo ha pasado una generación para que rectifiquen y no varíen la fórmula del éxito del Seat Toledo desde su nacimiento, que no es otra que la de ofrecer un sedán de dos volúmenes y medio y dejar de lado "experimentos" como el Toledo de la anterior generación.
Esta vez el Toledo y el Leon no van emparejados como ocurrió en la segunda generación del Toledo aunque observando el frontal pudiera parecer lo contrario. El mencionado frontal tiene el nuevo aire de familia que estrenó el restyling del Ibiza y que se ha extendido al nuevo Leon y al restyling del Exeo. Es un frontal bastante atractivo en el que todos sus componentes guardan unas dimensiones bastante proporcionadas.
Los faros delanteros enmarcan una parrilla con nido de abeja de forma trapezoidal, misma forma, pero invertida, que se observa en la parrilla que tenemos debajo de la placa de la matrícula, en este caso con mayor tamaño. Justo a ambos lados de esta parrilla inferior encontramos unos faros antiniebla que son opcionales en nuestro acabado Reference pero Seat tiene una campaña actual con nuestro coche de pruebas que los incluye de serie junto a las llantas de aleación ligera y otro equipamiento.
En la vista lateral observamos unos voladizos bastante prominentes, especialmente el trasero. Aquí la proporcionalidad de las formas se sigue manteniendo y además podemos observar claramente como se forma el "medio volumen" trasero que corresponde a la tapa del portón del maletero.
En la parte trasera se puede ver como los faros quedan partidos por el portón trasero y como se observan varios pliegues de la carrocería, el primero de ellos intentando formar una especie de tímido alerón y el último sirviendo de "techo" para la matrícula trasera.
¿El coche te suena, verdad? Normal, es el clon del Skoda Rapid que ya rueda también por nuestras carretera en el cada marca le da su toque personal al frontal y a la parte trasera.
Lo mejor de la carrocería es que por fuera parece más pequeño de lo que es y que por dentro es más grande de lo que parece, consiguiendo un espacio en las plazas traseras y un maletero más ámplios que en un Seat Exeo. No en vano estos dos aspectos son una de las señas de identidad del Toledo en sus dos primeras generaciones y unas de las razones de su éxito comercial.
Un espacio muy bien aprovechado
Si antes decíamos que este Toledo no está emparentado con el nuevo Leon, aunque en su frontal se parezcan, en cuanto abrimos la puerta del conductor las dudas quedan disipadas. El salpicadero no tiene nada que ver con el del Leon en lo que a diseño se refiere, pero tampoco lo hace en cuanto a calidad porque no encontramos ni un sólo plástico blando en él. Eso sí, no hay nada que reprochar a los materiales empleados y la apariencia denota calidad.
Como en el 99% de los coches del mercado, delante no hay ningún problema de espacio pero lo mejor de este Toledo es viajar detrás porque el espacio que tenemos para piernas atrás es digno de berlinas de dos segmentos superiores. Además la anchura disponible permite que tres adultos no tengan demasiados problemas e incomodidades en un viaje largo.
El único "pero" lo encontramos en la presencia del túnel central en las plazas traseras para poner las piernas, eso sí, no muy voluminoso. ¿Quiere esto decir que podemos esperar en un futuro versiones con tracción a las cuatro ruedas? Todo indica que sí, pues en caso contrario sería una que estuviese ahí para nada.
Un motor siempre recomendable
En marcha desde luego que la sensación no es la de llevar un motor de 1,2 litros. Al igual que sucede con el 1.4 TSI del grupo, es un motor que parece de más cilindrada de la que realmente tiene. Esto se lo debe a la "magia" del turbo.
El comportamiento en marcha es muy similar al de los motores TSI de turbo sencillo, exceptuando, claro está, a las realizaciones más radicales del 2.0 TSI. Es un motor que ofrece siempre una respuesta lineal pero con cierto carácter. Responde desde prácticamente 1.900 rpm y su empuje es lineal y constante hasta que llega a la zona roja del cuentavueltas y no muestra ningún desfallecimiento. Pocos motores encontramos en el mercado con su cilindrada y potencia que anden tan bien como este.
Más que por su buena respuesta en baja es un motor que te sorprende por cómo se mueve en regímenes medio-altos y en marchas largas. La sensación al acelerar en 5ª o 6ª a 4.000 rpm es de que llevamos bajo el capó un motor de unos 130-140 CV. Acompañando a este motor tenemos una caja de cambios de seis velocidades que es una delicia por tacto, precisión y recorridos, y además cuenta con unos desarrollos que ofrecen un buen equilibrio entre prestaciones y consumos.