Texto: Equipo de pruebas 24/05/2013. Fotografías Com&Com.
Publicado Mayo 2013
Rf motor: VOLKSWAGEN Tipo: CHP
Con aires de familia
La tercera generación del Seat León enseguida se identifica como un producto de última hornada de la marca española; tanto es así que mucha gente lo confunde con un Seat Ibiza. El frontal es precisamente lo que más lo identifica con su hermano mayor, contando ambos con un diseño de la parrilla y de los faros muy similar. Estos últimos destacan por sus luces diurnas si nos decidimos equipar opcionalmente los faros full LED, unas luces diurnas que no tienen nada que envidiar a las de Audi.
La vista lateral es la que menos cambia y el tres cuartos trasero nos recuerda bastante al León de segunda generación diseñado por Walter Da Silva. La mayor diferencia respecto a ese, y dado que existe ahora una carrocería tres puertas para el León, es que las manetas de las puertas traseras ahora pasan al lugar tradicional porque no hay necesidad de dar la impresión de llevar un tres puertas cuando en realidad es un cinco puertas. Los voladizos son cortos y está muy bien proporcionado visualmente hablando.
Al llegar a la parte trasera da la sensación de que el departamento de diseño se hubiese quedado sin presupuesto porque es la parte más sosa del coche. La forma de los faros recuerda un poco a la del actual Audi A3. Se siguen conservando detalles de las anteriores generaciones del León, como la apertura del maletero a través del logotipo de la marca o la matrícula situada en el paragolpes. Al tratarse de un acabado Style los escapes van ocultos tras el paragolpes.
Interior completamente rediseñado
Si por fuera hay elementos que te permiten identificarlo como un Seat León la verdad es que por dentro no hay nada que recuerde a la anterior generación. Nada más sentarte en el puesto del conductor se percibe una mejora de calidad pero sin llegar a la de un Golf. Lo cierto es que la evolución se ha notado (quizá no tanto como cabría esperar) y el salto que había entre ambos compactos del Grupo VAG se ha reducido, aunque la balanza se sigue inclinando hacia el lado del alemán.
El salpicadero es completamente nuevo y no tiene nada que ver con el del antiguo León; eso sí, a nivel de diseño no nos deslumbrará. Se han cambiado los trazos redondeados del León de segunda generación por unos trazos rectos en el diseño. En nuestro acabado Style el salpicadero es bi-tono y encontramos cromados que dan un toque de elegancia en los aireadores, volante, pomo de la palanca de cambios, manetas de apertura de las puertas y en algunos mandos.
La utilización de la nueva plataforma MQB se deja notar en el espacio de las plazas traseras, con una buenas cotas en todas las dimensiones pero especialmente en lo que se refiere a espacio para piernas. Lo único que no nos cuadra, lo mismo que sucede con el actual Seat Toledo, es que tenemos la presencia del hueco del túnel de transmisión hacia la parte trasera del coche y el coche no tiene tracción a las cuatro ruedas. ¿Quizá volvamos a ver un Seat León 4 como en la primera generación? El tiempo lo dirá...
Las plazas delanteras se han descuidado un poco, no en lo que se refiere a espacio, pero sí un detalle como es la imposibilidad de regular los cinturones delanteros en altura.
Gozada de motor
Si eres alérgico a los propulsores diesel ya te confirmamos que este motor te encantará. El motor 1.4 TSI lo encontramos en versiones de 122 ó 140 CV, como nuestra unidad de pruebas. Sus 140 CV están de ahí y de forma algo más lineal de lo que se observa en un Seat Ibiza con el motor 150 CV gasolina.
Desde un poco más arriba del ralentí empuja razonablemente bien y nunca da la sensación de que vacío de potencia. Tan sólo notamos una pequeña "flojera" entre 3.500 y 4.500 rpm, momento que justo coincide entre el régimen de par máximo y el de potencia máxima.
Por lo demás es un motor muy suave y silencioso con el que da gusto rodar, y más cuando a poco que tocamos el acelerador el coche enseguida responde. En cuanto a consumos no llega a la eficiencia de sus hermanos TDI pero tampoco nos vamos a arruinar con este motor, registrando en uso real apenas un litro más de gasto cada 100 km.