Seat Ibiza SportCoupé Cupra Bocanegra: El Guerrero del antifaz

Texto: Equipo de Pruebas 10/12/2009. Fotografías Com & Com. Publicado diciembre 2009

Rf motor: VOLKSWAGEN Tipo: (G) CAV

Lejos de ser una versión específica, Bocanegra es una personalización que se añade a los acabados FR y Cupra. Los detalles que aporta dicha personalización son puramente estéticos, tanto por fuera como por dentro.

El despliegue tecnológico de esta versión es el mismo que el del Ibiza FR, donde destacan el motor 1.4 TSI, la caja de cambios DSG de 7 velocidades y el diferencial autoblocante electrónico XDS

Impacto visual: el color negro se hace notar

Quizá sea por la combinación del frontal negro característico de los Bocanegra con el color blanco de nuestro coche, pero lo cierto es que el impacto visual es muy fuerte y el coche es muy resultón lo mires por donde lo mires. Aviso para navegantes: si quieres pasar desapercibido este no es tu coche.

El frontal marca la personalidad del coche totalmente, cuyos acabados en negro hacen parecer al coche que lleve puesto un antifaz. El figurado antifaz enmarca los faros, la zona central del paragolpes delantero y las rejillas superior e inferior de ventilación del motor. En la parte inferior del paragolpes se ubican los faros antiniebla medio enmarcados por dos falsas tomas de aire laterales, también terminadas en negro.

Visto de perfil observamos que no dispone de molduras y que los pasos de rueda no están muy marcados. Un elemento que sí destaca son las pinzas de freno delanteras pintadas en rojo y firmadas por Seat Sport, gracias a que las llantas de 5 radios dejan bastante espacio para favorecer la refrigeración de los frenos. Como no podía ser menos en una versión Cupra, las carcasas de los espejos retrovisores van lacadas en negro.

Detrás deja claro cual es su nombre, pues el logotipo "Ibiza" desaparece y deja su lugar a la insignia con la inscripción "Bocanegra" situada en la parte central inferior del portón. También encontramos la presencia de una  moldura en color negro ubicada en la parte inferior del parachoques que alberga la matrícula y que en su parte inferior imita a un difusor de aire, flanqueado por unas falsas rejillas en los laterales del paragolpes. El doble escape acaba en una salida de forma trapezoidal y va situado en posición central. La impresión visual de dicho escape desmerece un poco la imagen deportiva, pues los escapes quedan a la vista y quedarían mejor si no lo estuvieran.

Los detalles exclusivos también aparecen en el interior

Nada más abrir la puerta del Seat Ibiza Cupra Bocanegra nos reciben unos asientos del mismo diseño que el Cupra a secas, pero cuentan con un tapizado específico formado por unos bordados de color rojo que forman rombos. Además, en la parte superior del respaldo destaca el nuevo logotipo que identifica a esta versión, con la letra “B” bordada en color rojo.

El volante y el cuadro de instrumentos también cuentan con la serigrafía de la letra "B". El revestimiento de la palanca de cambios también se distingue en esta versión por llevar los bordados en color rojo, como así también lo están los ribetes de las alfombrillas.

Motor 1.4 TSI en su máxima expresión

El Ibiza Cupra ha sido el modelo elegido dentro del grupo VAG en montar el premiado motor 1.4 TSI en su versión más potente. Los 180 CV aparecen a 6.200 rpm, justo 800 rpm antes del corte de inyección. Pero quizá el dato que más haya que destacar es del par motor, con un valor de 250 Nm constante entre 2.000  y 4.500 rpm. Recordemos que este motor está dotado de doble sobrealimentación (turbo por un lado y compresor por otro) que funcionan individualmente o en conjunto.

Todo esto se traduce en la práctica en que, a diferencia del FR, el motor siempre está lleno desde bajas revoluciones hasta el corte, contando con un empuje muy bueno y dándonos la sensación de llevar más caballos bajo el pie de los que realmente tenemos. De hecho, la sensación de aceleración es prácticamente calcada a la que se tenía con el Leon II FR pre-restyling y su motor 2.0 TFSI de 200 CV.

La acústica del motor ha sido trabajada también, teniendo un sonido más grave que el que vimos en el Ibiza FR, especialmente a partir de 3.500 rpm.

La caja de cambios es la misma DSG de 7 velocidades que ya probamos en el Ibiza FR, solo que en este caso hemos observado que la transición de marchas es bastante más suave y que se ha ganado un poco de rapidez a la hora de subir marchas, aunque la seguimos viendo más lenta que una DSG de 6 velocidades que equipan otros modelos del grupo VAG.

Las levas en el volante son otro punto importante que acentúa el carácter rácing del Ibiza Cupra Bocanegra y con las que cambiar es un juego de niños. Eso sí, hay que acostumbrarse a lidiar con 7 velocidades y al principio nos podremos hacer un poco de lío, pues lo normal será llegar al inicio de las curvas una o dos marchas por debajo de lo que habría que hacerlo con este cambio.

Otro elemento estrella es el sistema XDS que, combinado con el funcionamiento del ESP y TCS, actúa a modo de diferencial autoblocante sin la necesidad de introducir ningún elemento mecánico adicional. No es que sea igual de efectivo que uno mecánico, pero el resultado que se obtiene es bastante satisfactorio

Como una lapa

Desde que te montas en el Seat Ibiza Cupra Bocanegra el coche te pide guerra. Es en ese momento cuando se pone su antifaz y nos invita a que lo llevemos a luchar su particular guerra con las curvas más difíciles, y es ahí cuando saca lo mejor de sí mismo.

Tan solo hay que apuntar con el volante hacia donde queremos ir y el Ibiza va allí casi sin inmutarse. Sólo cuando circulemos muy, muy rápido, la parte trasera se insinúa levemente pero en el resto de los casos no se moverá ni lo más mínimo, salvo que lo provoquemos insistentemente.

Su enérgico tarado de suspensión no es el idóneo para el día a día y quizá resulte demasiado duro para quien no busque la máxima eficacia, pero gracias a su esquema de suspensiones y la comentada dureza el coche entra prácticamente plano en las curvas y no desliza casi nada, algo en lo que influye también la acción del autoblocante XDS. Todo un acierto que forme parte del equipo de serie.

Para seguir remarcando su carácter rácing, los frenos tienen un tacto de competición. Tendremos que subirnos prácticamente en el freno para que el Ibiza empiece a frenar algo, y no es hasta medio recorrido del pedal cuando tenemos una buena capacidad de frenada. Esto es en frío, pero en cuanto el equipo de frenos ha cogido temperatura se nos saltarán hasta las pestañas cuando hagamos una frenada fuerte, otorgando una dosificación y tacto del pedal que será del gusto de los amantes de las sensaciones y conducción deportiva. Como no podría ser menos, tardaremos mucho en hacer que se note fatiga en los frenos.