Texto: Equipo de Pruebas 01/02/2011. Fotografías Com & Com. Publicado febrero 2011

Rf motor: VOLKSWAGEN Tipo: (G)CBZ
Este motor TSI se ofrece en todas las carrocerías del Ibiza en los acabados Style y Sport y está disponible en dos combinaciones: con la caja DSG de siete velocidades en una vertiente deportiva y en versión Ecomotive con caja manual de cinco velocidades, función Start-Stop y sistema de recuperación de energía, estando estas versiones más enfocadas hacia la vertiente económica.
Pequeño diablo
Teníamos ganas de probar este motor y saber lo que da de si en un modelo pequeño como el Ibiza, ya que nos sorprendió el hecho de que se montara en un coche más grande como el Skoda Yeti. Queríamos saber si el pequeño 1.2 con turbocompresor daba de sí lo suficiente para mover al Ibiza con soltura... ¡y vaya si lo hace!.
En marcha desde luego que la sensación no es la de llevar un motor de esa cilindrada. Al igual que sucede con el 1.4 TSI del grupo, es un motor que parece de más cilindrada de la que realmente tiene. Esto se lo debe a la "magia" del turbo.
El comportamiento en marcha es muy similar al de los motores TSI de turbo sencillo, exceptuando, claro está, a las realizaciones más radicales del 2.0 TSI. Es un motor que ofrece siempre una respuesta lineal pero con cierto carácter. Responde desde prácticamente 1.900 rpm y su empuje es lineal y constante hasta que llega a la zona roja del cuentavueltas y no muestra ningún desfallecimiento. Pocos motores encontramos en el mercado con su cilindrada y potencia que anden tan bien como este.
Más que por su buena respuesta en baja, es un motor que te sorprende por cómo se mueve en regímenes medio-altos y en marchas largas. La sensación al acelerar en 5ª o 6ª a 4.000 rpm es de que llevamos bajo el capó un motor de unos 130-140 CV. No cabe duda de que la caja de cambios DSG de 7 velocidades, con desarrollos más cortos de lo habitual, tiene mucho que ver.
Complemento perfecto para la versión Sport
Este complemento no es otro que la caja de cambios DSG de 7 velocidades, una caja que casa perfectamente con el acabado Sport y con la carrocería de 3 puertas. Se nota que ha avanzado el desarrollo de este cambio y esta a años luz de la primera versión que apareció en el mercado y que probamos precisamente en el coche al que sustituye (SEAT Ibiza SC 1.6 Sport DSG) el que hoy probamos.
Respecto a esa caja ahora encontramos una rapidez de cambios a la altura de las circunstancias y una lógica de cambio automático mejorada. Además los cambios entre marchas son más suaves e imperceptibles; tanto es así que parece más bien una caja con variador continuo.
Si llevamos el cambio en posición D (normal) enseguida va intentar llegar a insertar 7ª para consumir lo menos posible, mientras que en posición S (deportiva) las marchas se estiran más y no se llega a engranar 6ª.
El "pero" más importante es que en una versión de carácter deportivo como este Ibiza no encontramos levas en el volante para realizar los cambios de marcha manualmente. Estos tendremos que hacerlos a través de la guía secuencia de la palanca de cambios y no resulta tan cómodo como hacerlo sin tener que soltar las manos del volante. Suponemos que será para no quitarle elementos exclusivos a los FR y Cupra.
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