Texto: Eugenio
Pinilla 18/12/2006.
Fotografías Rubén D. Chaves (Fotossports).
Publicado diciembre 2006
XL
son las siglas de la “talla grande” y más claro no se puede decir. El
Altea XL es un altea con un maletero mayor, con la longitud del Toledo, en
su mismo chasis y la filosofía del Altea, pero con 200 litros más de
capacidad sobre éste bajo la bandeja de ocultación e incluso 100 más
que el propio Toledo, se supone que el coche más grande de la oferta
Seat, y que ya no lo es.
En abril
pasado ya tuvimos la oportunidad de escribir sobre el Altea FR con el
mismo motor que ahora nos compite en el Altea XL. Por cierto un motor que
a la hora de escribir esto aún no está en venta. Estará eso si en breve
a la vuelta de año.
El Altea FR
como referencia
Con las
referencias ya de las virtudes de un motor de 170 CV, que en el Altea
normal se ofrece con el acabado FR, comenzamos a notar las diferencias en
este XL de filosofía más familiar, ¡qué digo!, muchísimo más familiar.
Ahora pr
ima
el espacio y confort, y se tiene como gran recurso un súper motor, que
anda muchísimo y consume poco.
Ha sido
inevitable tener esta referencia y también será muy útil plantearlas
aquí para el que esté interesado en esta motorización es dos estilos
diferentes. Si en el FR la concepción era más deportiva, ahora perdemos
algo de efectividad por una amortiguación más dulce, ganamos algo de
confort con unos asientos menos envolventes y ganamos sobre todo un 50% más
de maletero sin abatimiento alguno.
XL significa
sencillamente más carga
El XL viene a
ser para el que ya necesite equipaje a lo bestia sin renunciar a 4 ó 5
plazas, o para el que quiera meter enormes bultos sin alquilar una
furgoneta, o para el que en un momento determinado quiera un coche para un
uso profesional con cierta imagen. La versión de nuestro motor con 170 CV
será para los que más prisas tengan.
Evidentemente
no tenemos diferencias mecánicas con el Altea normal, aunque si en este
motor las diferencias vienen por que en éste sólo se dispone en el
acabado FR o deportivo.
Aquí
siguiendo la línea de los demás XL, lo que encontramos es este propulsor
con en el resto de la gama XL, aunque exclusivamente en el acabado Sport-Up,
el más alto.
Más cerca
de un monovolumen
Fundamentalmente
todo lo hablado en el Altea es extensivo al XL, un coche familiar, con un
interior de asientos en posición más bien alta, favoreciendo el espacio
y con un maletero enorme en el que están las diferencias.
Ahora no
tenemos dobles fondos ni una enorme bandeja de ocultación. Ahora todo es
maletero, y la bandeja se enrolla, para no ocupar tanto, se mantienen los
abatimientos, pero ahora no tenemos suelo plano, ya que el maletero llega
hasta abajo sin ese doble fondo reservado debajo. Cuenta igualmente con un
buen hueco lateral con red ara carga menuda y lo mejor es su enorme
cubicaje que supera los 600 litros bajo la bandeja (lona) de ocultación.
La trasera se
ha rediseñado con unos grupos ópticos que nos hacen recordar al
monovolumen Alhambra al que evidentemente restará ventas, ya que su
imagen como un monovolumen ahora es mucho más decantada.
Maletero
“extensible”
Entrando en
detalles particulares del modelo en sí, el acabado interior peca de mucho
plástico y líneas redondeadas, con
buen número de huecos y buenos detalles de confort. Los asientos
traseros disponen de un reposa-codos en el que hay un par de posa-vasos y
sirve también como hueco para objetos largos que se pueden insertar desde
el maletero evitando el abatimiento, también tiene las típicas bandejas
de “avión” como si de un monovolumen se tratara. Aunque el espacio
para el pasaje es el mismo, este sigue siendo bastante bueno, y ahora esta
fila trasera se puede avanzar unos centímetros en detrimento de la cota
de piernas, para aumentar la de carga.
El motor lo
menos “familiar”
Al volante hay
sitio para amplios reglajes, con el asiento a una altura del suelo que
podemos decir está entre un turismo tradicional y un monovolumen, con
buena visibilidad y una fácil conducción turística, con el cambio de
seis velocidades.
Prestacionalmente,
y en vacío es un coche muy rápido, de fulgurante salida, excelentes
recuperaciones y la patada del turbo, que a veces hace trabajar el control
de tracción sin darnos ni cuenta. En carreteras viradas este sistema está
a menudo entrando en funcionamiento impidiendo las pérdidas de tracción
que son lógicas en cuanto apoyamos el coche un poco y damos gas con
cierta contundencia.
El XL consume
lo mismo que el Altea “pequeño”
En carreteras
abiertas es un rodador nato, con cruceros muy altos y excelente reserva de
potencia, y como ya hemos visto en otros trabajos la economía es también
su bandera. Los consumos de este 170 CV son ligeramente superiores al de
140, hablamos de un promedio oficial de 6,2 litros que no es nada
complicado lograr. La diferencia por ser de una talla mayor no se nota en
los consumos en teoría, en la práctica y siempre más en ciudad,
dependerá de la carga que llevemos y el uso en ciudad, pero no es algo
que pueda preocupar.
Único
acabado Sport-Up
En su único
acabado disponible el Sport-Up ofrece buenas cosas para su precio, como
sistema de control de presión de neumáticos, programador de velocidad,
ordenador de consumos, alarma volumétrica.. además de todo lo que
significa un “Full Equipe”, en el que está un alto nivel de elementos
de seguridad. Además de todo tipo de airbags, control de estabilidad y
ABS, encontramos un climatizador de doble zona y un equipo de sonido, de
buena calidad con 8 altavoces y CD frontal.
Resumiendo
Un Altea más
grande, que todo se lo lleva en el enorme maletero, con un motor que es lo
más de la gama, mucha potencia y buenas prestaciones para unos consumos
elogiables. Un coche que puede quitarnos de la cabeza un monovolumen poco
poca diferencia ya le queda con una línea lateral como ellos y que si no
está encasillado como tal es por que en la gama de Seat existe el
Alhambra. El precio de la potencia es muy bueno y no digamos ya el de los
centímetros cúbicos de capacidad.
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