Texto: Eugenio
Pinilla 00/09/2007.
Fotografías Com & Com.
Publicado septiembre 2007
A falta de línea "FR" en el Altea XL, la
llegada de este motor turbo de gasolina y 160 CV viene a acercarnos este
súper-familiar a la concepción deportiva que siempre respiran los Seat,
para quien le guste espacio sin ser un auténtico monovolumen y conducir un
coche de gasolina en toda su esencia
Aprovechando todas las virtudes de espacio del XL este Altea con 160 CV
está más enfocado al que huye del gasoil. Sin ser el más potente de la
gama, si es el más deportivo, tarado algo más enérgico y un acabado más
adecuado a su filosofía.
La
carrocería del Altea XL le dota de un inmenso maletero, manteniendo el
resto del interior prácticamente igual, de hecho el coche sólo se
distingue del Altea normal por su parte de atrás, en la que gana 20 cm de
tamaño.
Sólo
hay dos mecánicas de gasolina, éste 1.8 TFSi y el más económico 1.6 de 102
CV. La oferta en diesel es más numerosa.
En
donde no podemos elegir es en acabados, el motor 1.8 TFSi tiene un único
acabado "Sport-up"
Suavidad y efectividad del turbo.
El
motor de este Altea XL es para los amantes del turbo, tira muy bien desde
abajo, y su par máximo ya aparece a las 1.500 vueltas, manteniéndose hasta
las casi 4000. La potencia máxima se logra a tan sólo 5.000 y casi parece
que hablamos de un coche diésel, pero es de gasolina. Es fácil hacer una
conducción suave tirando de par y de turbo y también es posible estirar el
motor hasta casi las 6.500 vueltas, cosa que ya no podemos hacer con el
diesel.
El
cambio es de 6 marchas, con un desarrollo final de 46 km/h, pelín largo.
La sexta es una buena marcha de desahogo, nunca la usaremos en una
conducción deportiva.
Cuenta con control electrónico de estabilidad que incluye evidentemente
tracción y el obligado ABS, en los "papeles" no vemos el sistema de
frenado de emergencia, pero en nuestra prueba como luego cuento en una
apurada de frenada nos saltó el invento, encendiéndose hasta las "warning",
feo feo.
Grande y capaz
Para
los lectores de estas pruebas ya está descubierto el XL, un coche que
añade al Altea normal un maletero de 635 litros de base y después podemos
abatir para meter la casa dentro.
El
acabado interior tiene presencia de mucho plástico, pero la factura final
es agradable, sobre todo si contamos con navegador integrado como en
nuestra unidad y le quita algo de tanto plástico al salpicadero.
Cuenta con correctos detalles de confort, unos asientos delante más
deportivos que los
encontrados en el otro Sport-Up diesel ya probado, con
los traseros con posibilidad de ajuste de banqueta para dar más cabida a
piernas o carga.
Esta
zona de carga cuenta con espacios laterales compartimentados con red y
cintas, malo para soltar las cosas más pequeñas. No tenemos suelo plano al
abatir los respaldos trasero, ni tampoco hay ganchos o cinchas para bolsas
y con lo grande que es, la carga puede estar de aquí para allá.
Buen nivel de equipo
El
nivel de equipamiento es bueno, pero sin olvidar que se paga. Climatizador
doble, de cómodo manejo, incorpora todo lo obligado y el resto tiene un
enfoque más para el conductor, con programador de velocidad, ordenador de
consumos o control de presión de neumáticos. Completo de airbags, 3 pares,
y con alarma volumétrica de serie.
Conducción algo más deportiva pero igual de confortable.
El
puesto del Altea ya tenía cierto aire deportivo, con un cuentavueltas
presidiendo el cuadro, un acelerador de barra, y un excelente apoyo del
pie izquierdo, y menos esto último lo demás se mantiene. Los asientos de
este Sport-Up son más envolventes, el tacto de volante y cambio son el
acabado en piel y con un puesto ligeramente más elevado, el Altea conjuga
una buena facilidad de conducción con un temperamento más deportivo.
El
cambio se maneja también con facilidad, y quizá se echa en falta un poco
más de guiado o de sensación de meter cada marcha.
Divertido en zona de curvas
El
motor ayuda en todo, desde abajo y desde arriba y lo conduciremos como nos
guste. El coche está preparado para tragarse curvas a un ritmo más alegre
o hacer adelantamientos a plena carga con bastante soltura.
Tarado algo más contundente, su inserción en las curvas es de talante
deportivo, con buen mantenimiento y tan sólo el punto delicado del tirón
del turbo. Hay que se un poco más dulce, dosificar y evitar que el control
de tracción lo haga por nosotros y saldremos de cada curva como un rayo,
con unos frenos que se aguantan bastante bien.
Buenas prestaciones pero perjudicando los consumos
De
nuestra conducción va a depender el consumo. Teóricamente el consumo medio
es de 7,7 l/100 km. Esa cifra no es complicada de obtener pero algo fuera
de la filosofía del coche. El que opte por ello tiene el motor de 102 CV.
Aquí con el coche en su salsa el promedio es de unos 9,5, y si hay curvas
pues depende de lo que nos desmelenemos pero en conducción bastante fuerte
llegamos a los 15/16 litros.
En el
otro polo en vías generales y cruceros "razonables" con la correspondiente
reserva de potencia iremos hacia los 8, difícil menos a no ser que nos
adelanten todos.
Los
160 CV pueden poner a este Altea XL a 210 km/h, pero realmente tenemos un
crucero con reserva de potencia hasta los 140/145 teniendo que usar a
veces la quinta, la sexta es un pelín larga y no alcanza ni el régimen de
potencia máxima.. Es el aspecto menos deportivo del coche, pero dulcifica
unos consumos que no son para lanzar cohetes.
Precio y competencia:
El
precio actual del Altea está en línea con la competencia más directa, con
un precio de la potencia ligeramente en línea superior, y un acabado
también en la media. Sus rivales más directos son el Caliber y el Mazda 3,
con líneas de carrocería similares, y por supuesto dentro de la familia el
Toledo con el mismo motor más equipo y precio. Curiosamente en las cotas
de tamaño y potencia en 5 puertas el nuevo Laguna está en parecido precio
y motorización así como el Octavia, aunque la línea no sea igual, son 5
puertas ligeramente más grandes.
En lo
que este altea gana a todos en el maletero y ojo que no son malos los
demás.
RESUMEN
El
motor de 160 CV turbo-gasolina aporta en el único acabado posible más
deportividad a una carrocería eminentemente práctica enfocada a cargas
importantes de equipaje. Conjuga por lo tanto un motor de gasolina, con un
carácter más deportivo, con una carrocería muy familiar. Recomendado para
el que le guste la suavidad del turbo con gran empuje desde abajo, una
conducción cómoda la vez que efectiva. Potencia para ir airoso con carga
o aplicarla al suelo de forma más deportiva. Es un coche que está en un
precio correcto y con no demasiados rivales directos.
Gama
Altea XL
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