Texto: Eugenio Pinilla 05/10/2007.
Fotografías Com & Com. Publicado octubre 2007
Ref. motor: GM/SAAB AUTOMOVILEA8 G-B 235R
La gama 9-5, tanto berlina como Wagon disfruta de motores desde 150 CV, en gasolina y en diesel y todos con tecnología sobrealimentada. El turbo, es una garantía de suavidad y potencia, con más o menos presión logramos una respuesta enfocada a la filosofía de cada producto, en el Saab 9-5 se apuesta más por el confort, y sin perder los papeles en las curvas con nuestra versión automática, los viajes son una invitación a disfrutar al volante.
Carrocería veterana
Ya con unos cuantos años encima, el 9-5 ha recibido algunos retoques estéticos a la espera de una renovación más profunda. Pero sea como sea el que venga mantendrá a buen seguro los parámetros de gran familiar del actual, que con 484 cm de largo, conforma un interior para 5 adultos, y una zona de carga grande para cualquier actividad o la más exigente mudanza.
Los últimos retoques apenas han sido algunos cromados, parrilla defensa y ópticas, permaneciendo en general invariable
El turbo protagonista
La mayoría de motores en este familiar grande de Saab son de gasolina, exactamente podemos elegir entre 3, con 150, 180 y este de 260 CV. El primero de ellos con una variante de combustible ecológico (bio-etanol).
Todos con turbo y con opción de cambio automático con el nuestro. Nuestra caballería proviene de un motor de 2.3 litros casi, de 4 cilindros en línea con 260 CV a tan sólo 5.200 rpm, es una potencia que aparece fácil, con la suavidad y pegada a su vez del turbo y que tiene 350 Nm de par máximo, que si bien no es demasiado lo da en una curva muy plana desde 1.800 vueltas hasta prácticamente el régimen de potencia máxima.
El cambio es de 5 marchas, con opción automática total o secuencial, con levas en el volante y no en la palanca.
Es tracción delantera, y evidentemente se cuenta con control de tracción y estabilidad, elementos que si son recomendables siempre aquí se harán muy necesarios.
Exquisito interior aunque veterano
Tan veterano como su exterior, el 9-5 mantiene su diseño interior, lo que no implica que no sea funcional. Con salpicadero plano suavemente girado hacia el conductor, gran calidad de mandos y unos asientos que es lo mejor de la casa. Ello unido a un acabado en piel de serie en este nivel "Aero" que es exclusivo del motor que nos ocupa.
Donde se puede notar quizá la edad es en elementos que no se han incorporado aún y que a buen seguro en la renovación estarán, algunos son detalles de confort, otros de equipo que ahora se incorporan en los nuevos modelos que aparecen. A cambio hay otros exclusivos como su doble parasol, el sistema de panel nocturno o la mini luz dirigible, que podía ser doble.
El espacio es muy bueno para 5 ocupantes, con unas plazas traseras que si bien no son de limousine si dan cabida a buenas tallas, con asientos casi igual de confortables. Aquí atrás quizá falla algo en huecos y detalles, como unos posavasos sólo utilizables, sin usar la plaza central.
Bien servido de equipo
Como buen Saab el equipamiento tiene una preocupación grande por los elementos de seguridad, desde sus deformaciones de carrocería programadas hasta los sistemas de reposacabezas activos. Después en cuanto al confort tampoco debemos echar de menos nada, aunque de forma opcional todo siempre es mejorable.
Entre las cosas más normales sólo se paga aparte el techo practicable, y después tenemos muchos elementos para la conducción, de serie, como los faros de xenón. Quizá se le podía pedir encendido automático así como el detector de lluvia en los limpias, pero esas son las cosas que comentaba en el capítulo anterior de ausencias por su veteranía que no tardarán en subsanarse por que la competencia aprieta.
Nuestra unidad llevaba navegador GPS que es opcional y nos obliga a tener un cargador de CD's (opcional) pues el lector principal se lo lleva este elemento.
Buena zona de carga
La zona de carga es grande y rematada elegantemente con moqueta. La bandeja de ocultación es rígida y hay que plegarla en 3 partes para llevarla dentro, los abatimientos permiten un suelo perfectamente plano, con red sujeta cargas de serie (ausente en nuestra unidad). Hay unos huecos para carga menuda, de poca profundidad pero podemos ayudarnos con las tapas, que ocultan objetos en estos huecos suficientemente pequeños y mantienen el suelo plano. Lo que no hay son ganchos y la luz está por encima de la bandeja de ocultación con lo cual el maletero en si queda a oscuras con ella puesta.
El ángulo de carga está optimizado en la boca y bajo el suelo de este maletero está la rueda de emergencia que es de emergencia, junto a las herramientas y triángulos.
Poderío y confort al volante
El cambio automático, la suavidad de marcha con su gran empuje y confortable asiento hacen del puesto del este 9-5 uno de los más gozosos para los que gustan del confort al volante.
El cambio controla los excesos y defectos, limita las reducciones fuertes y se puede manejar desde unas levas en el volante. Con la derecha subimos de marcha y con la izquierda bajamos. Estas levas están a la altura de los pulgares y son muy confortables para conducir el coche de forma manual, lo único es que no hay guía en el pomo tradicional y si estamos girando se pierden la referencia de las levas. Pero esto que se da más en la ciudad, puede ser subsanado con la posición automática sin problemas. Otra cosa es una conducción deportiva de la que hablamos luego.
El espacio y los reglajes son amplios, en nuestra unidad éstos son eléctricos como opción, con el ya típico arranque con la llave entre los asientos
El cuadro está presidido por el gran velocímetro, que ha perdido una de las cosas que más apreciábamos que era su escalado asimétrico, donde teníamos mucha más precisión en la zona de uso más común hasta 120 km/h. Añade medición de la presión del turbo, a las 4 indicaciones principales dispone de un discreto display en el que tenemos las lecturas del ordenador de consumos y la posición del cambio.
Todo lo que tocamos al conducirlo está acabado en piel, aunque el volante tiene una zona de plástico, imitando a metal que no acaba de gustarme, además es quizá un aro demasiado grande, no estaría mal reducirlo aunque eso significara reducir el velocímetro, que ya es bastante grande.
El coche anda lo suyo pero no te pide "guerra"
Este familiar tiene potencia suficiente para superar a muchos deportivos, pero no está en su filosofía y menos con el cambio automático. La amortiguación está tarada con bastante suavidad, no hay un balanceo excesivo pero tenemos un aislamiento de la carretera importante. Entre el silencio de marcha, la suavidad de su motor y el cambio automático no te sugiere darle "zapatilla", disfrutas más con un buen CD en su cargador y una conducción relajada que incluso puede ser a un ritmo alto.
Se lleva mejor con vías generales con mucho aplomo, aunque perdiendo un poco el confort podemos meternos en curvas sin complejos. Aquí entonces nos llega una primera limitación del cambio, hay que frenar algo más siempre para reducir, aunque subiendo de vueltas el coche puede hacerlo por nosotros al llegar al límite de vueltas.
En los fuertes apoyos se nota más su suave amortiguación y es fácil que el control de tracción entre por muy fino que vayamos, hay bastante "chicha" y hay que dosificarla como en cualquier turbo. Con una relación peso potencia de unos 6 litros por CV, estamos en una relación que ya la quisieran muchos Coupés de filosofía mucho más deportiva, pero aquí va bien ese refrán que dice que anda más que se sujeta.
Prestaciones contrapuestas a los consumos
Es un coche en el que podemos hacer consumos mínimamente buenos, pero fuera de su filosofía. Olvidándonos de eso, usándolo en su filosofía la media está siempre por encima de 10. Con mucha carretera y cruceros suaves podremos bajar a 8 y 9 l/100 km. Pero lo normal es estar en un uso promediado en 11-12. No hablemos de zona de curvas ni de sacarle partido a su caballería, ahí estaremos en casi el doble.
Por supuesto que esto anda, y mucho. La punta está limitada a 250 y la aceleración es espectacular dejándolo que cambie solo al tope de vueltas, aunque las transiciones suaves y con gran respuesta abajo es lo mejor de toda esta mecánica.
Precio y competencia:
El precio de la potencia no es exagerado, hay equipamiento que lo excusa, sus competidores directos son todos europeos y por más señas alemanes, los Passat Variant, A6 Avant, BMW Serie 5 Touring, Mercedes Clase E Familiar y entre ellos se cuela un japonés como es el Legacy/Outback de Subaru aunque menos potente. Entre todos ellos sale bastante favorecido en precio, con un equipamiento sólo superado por los más caros que llegan hasta 6.000 € más del BMW por ejemplo.
RESUMEN
Confortable y potente familiar, que se disfruta más en vías generales y se defiende bien si llegan curvas siempre manteniendo su confort y su placentero cambio. Excelentemente acabado con buen equipo y un precio de la potencia nada alto, si bien es un coche caro de adquisición y que consume lo suyo. Una opción más deportiva y satisfactoria para el que no le importe este capítulo, ya que tiene una gama con motores mucho más económicos.