Texto: Eugenio Pinilla 09/07/2007. Fotografías Rubén D. Chaves (Fotossports). Publicado julio 2007
Deportivo, familiar, agresivo y potente. Podríamos resumir este trabajo con esos 4 apelativos. El Saab 9-3 Sport Hatch, o sea "familiar" aporta más espacio a la berlina, cambiando su parte trasera por una línea agresiva, moderna y siempre más práctica. Ocupando lo mismo sobre el suelo - 464 cm de largo - la versión familiar nos aporta una mejor solución de carga, con algún centímetro más de altura que nos implicará algunas décimas en prestaciones que merecerán la pena. Su exterior no varía por delante y la solución por atrás se basa en unos grandes pilotos, de color blanco, y un portón bastante optimizado para nivel y boca de carga. Nuestro motor es el más potente y deportivo de la gama, sólo disponible en el acabado "Aero" y ello implica un plus de agresividad con unas defensas más pronunciadas y dos salidas de escape . En el interior todo sigue la línea de la berlina hasta la zona de carga. Un diseño ya conocido en su hermano mayor, que es vistoso pero no tan funcional en algunos elementos, con unos asientos estupendos por su diseño y confort, y un acabado parcial en piel que le dan un toque de calidad. Espacio algo justo atrás El espacio es mejor delante que atrás, donde el espacio para las piernas no es demasiado y puede depender de la regulación de los asientos delanteros. Falta algún pequeño detalle de confort, como huecos para objetos pequeños, o detalles de funcionalidad para los pasajeros de menos estatura y contamos con una consola de control de aireación. Se ve calidad en materiales y en mandos. Y alguna "chapucilla" de diseño, como unos portalatas que no se pueden usar con 3 pasajeros atrás puesto que están donde las piernas de el de en medio. Zona de carga optimizada pero falto de algún detalle
Los respaldos traseros se pueden abatir en 2/3, y también tenemos una trampilla para objetos largos sin anular más que la plaza central. Una vez abatidos el suelo es casi plano, sólo alguna inclinación de los propios respaldos sin peso encima. El espacio de carga así se triplica. Disponemos de una solución práctica para evitar que bultos medianos no anden muy sueltos, y es que podemos tabicarlo y dejar esa carga ajustada al fondo. Lo que no tenemos son huecos para objetos más pequeños, ni ganchos ni cinchas, vemos unos anclajes para una red, pero no tenemos la red. Si tenemos una toma de corriente y una luz que está por encima de la bandeja de ocultación, o sea que si ésta está corrida no ilumina lo que debe iluminar. Tampoco tenemos un cristal practicable ni soluciones prácticas de ese estilo. Equipamiento, preocupación por la seguridad. En cuanto al nivel de equipamiento el nivel es alto sin muchos lujos. Casi todo está enfocado al conductor y a la seguridad. Muchos airbags, y controles electrónicos, de estabilidad y de frenada en curva, ABS, luces de encendido automático y limpias con detector de lluvia, faros de xenón autorregulables, con lavafaros, sensores de maniobra y programador de velocidad. En cuanto al confort, el climatizador es doble, con mini consola de control trasera, 4 elevalunas eléctricos, aunque no sé por que los traseros no suben de un solo toque, cierre centralizado, mando a distancia que gobierna ventanillas, y abate espejos, pero no los vuelve a poner en su sitio al abrir. Y en fin tenemos todo lo obligado y algún detallito más.
Caballos a gogo En cuanto a la parte mecánica, nuestro Aero disfruta de un potente motor de alta cilindrada y turboalimentado. Eso así dicho podría sonar a una barbaridad de caballos, pero con 250 ya está bien, sobre todo por que implica no tener un motor "apretado" ni un turbo que sople lo indecible. Así las cosas se quedan en una potencia específica correcta, con 89 CV/litro, y un par máximo de 350 Nm a 2.000 rpm y se mantiene hasta las 4.500. No es un motor que haya que revolucionar, es silencioso es suave y suma las cualidades de un V6 con las de un turbo de no excesivo soplado. Tenemos un cambio manual de 6 marchas, con un grupo final razonablemente largo de 50 km/h a 1000 rpm. El puesto de conducción de nuestra unidad contaba con reglajes eléctricos en el asiento, sin memorias, el del "copi" también eléctrico pero con menos regulaciones. Correcto y hasta holgado en cotas. Pero aquí hay detalles que no me acabaron de gustar, un volante demasiado grande, en dos todos de discutible estética y tacto, un freno de mano muy incómodo para retirar, ya que hay que pulsar con el dedo índice - cosas del diseño - y unos controles de espejos muy alejados de la mano. Ah, la llave de contacto está entre los asientos, como buen Saab. Demasiado "confortable" En marcha enseguida ves que la ración de potencia es considerable, con una buena disposición , pero también notas que el taraje de la suspensión es demasiado suave para 250 CV. Aunque el motor es más V6 que "turno", es más racionable que espectacular y sus casi 1700 Kg frenan lo suyo, el control de tracción tiene su trabajo en los fuertes apoyos, ya que la caja se inclina mucho y la sensación no es la que más gusta cuando te pones a los mandos de este potencial. Seguro que muchos cambiarían un poco del mucho confort que tiene este Saab, por algo más de sentir el asfalto y estar pegaditos a él. El poder sacar buen partido entonces de su potencia es algo ya más delicado. No deja de ser divertido pero si delicado llegando a unos límites de conducción muy deportiva. Prestacionalmente es un coche notable, altísimo crucero, casi los 250 km/h, gran disposición de potencia, buena respuesta a medio y bajo régimen y aceleración a espuertas sin ser un prodigio cambiando. Ello - ya lo iríais sospechando - tiene un coste, y es que el consumo se dispara en cuando nos ponemos a tomar curvas con cierto desparpajo. Desde los 10.5 de promedio, conduciendo con cierto relajo pero sin preocuparnos del consumo, hay una gran horquilla de promedios logrados. Los mejores en carretera abierta con cruceros constantes hasta 130 km/h, 7.5/8 litros cada 100 km, un litrito más si el crucero se estira a los 140. Las peores mediciones en curvas de 2ª y 3ª buscando toda la "chicha", muy por encima de los 24!., pero eso no es cosa de todos los días. RESUMEN Acabamos como empezamos, deportivo, familiar, agresivo y potente. Un familiar de agresivas líneas con un gran motor, estupendas prestaciones y un punto menos agraciado que es el consumo. Calidad de la firma Saab, con algunas lagunas tanto funcionales como de acabados en cuanto al confort, pero de un tono general alto en calidad de acabados y equipamiento. Un coche muy confortable, quizá demasiado por una amortiguación suave que no pega con 250 CV. Ni con un apellido "Aero".
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Saab 9-3 Sport Hatch V6 2.8T Aero: Potencia y confort
9 de julio de 2007
Gama 9-3 Sport Hatch
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