Texto: Equipo de Pruebas 15/12/2009.
Fotografías Com & Com.
Publicado diciembre 2009 Rf.
Motor: GM/Saab Automobile AB Tipo: G-B207R
No hay cambio en cuestión de acabados y equipo, pero el nivel de potencia le hace ser un coche más racional y económico aunque pierde evidentemente el nivel deportivo del 2.8T. La última generación del 9-3 sigue inalterable, con una magnifica gama en la que hay que mirar muchas posibilidades para ajustar nuestra mejor opción. Tan solo en gasolina encontramos 8 niveles de potencia, con diferentes opciones de cambio y tracción.
Llegados a buscar un XWD, o sea un tracción total, quizá la opción más racional sea este 2 l. de 211 CV, donde no hay una potencia extrema y si una base para andar con buenas garantías a plena carga.
Los consumos sobre el papel son luego mejores que los obtenidos en la práctica, pero el motor no te decepciona. Quizá buscando un aspecto más deportivo pueda parecernos que el grupo es demasiado largo, pero está claro que las 6 marchas vienen a buscar más la economía y confort de marcha.
Un buen maletero pero sin detalles
C omo coche familiar ofrece un espacio de carga muy bueno, con abatimientos fáciles y que dejan el suelo plano, pero la verdad es que podía tener más detalles, como redes, compartimentos o un cristal practicable.
Mirando el equipamiento también se echan cosas en falta. Nada que sea relativo a seguridad, donde el nivel que ofrece es de lo más "sueco". Pero si hay cosas que podían estar de serie, como unos asientos calefactables.
Al volante seguimos quejándonos de un freno de mano muy bonito pero poco práctico, y de una intermitencia que no tiene sistema de cambio de carril, que con un ligero toque se provocan 3 ó 4 pulsos de luz.
Tracción total con enfoque familiar
Los tajes de suspensión son algo suaves, y los frenos siguen siendo muy domésticos, lo que nos hace pensar que el primer planteamiento de este 4x4 es para garantizar la tracción más bien en carreteras nórdicas, con suelos especialmente fríos, mojados o nevados.
Aquí, bajo un clima más agradecido, la sangre española tiene la opción de poner unos frenos más deportivos y un servidor también le metería mano a la suspensión, con lo que nos quedaría un coche de un talante más rácing, a la usanza nacional.
Así planteado será el padre de familia el más agradecido, porque realmente el confort de marcha es muy bueno, todo un tragamillas.
Su cambio manual pasa desapercibido, con seis marchas con desarrollo final de 44 km/h es ligeramente largo apurando el cuentavueltas. Pero hay que tener en cuenta que la potencia máxima está en 5.300 vueltas, régimen en el que el coche da su máxima velocidad. Esto da que pensar que si se ha pensado.
Por último en nuestros comentarios resumidos no debo dejar pasar el comentario sobre los consumos. Sinceramente tras la buena impresión con el 2.8 de 280 CV, pensaba que el 2.0 Turbo de 211 iba a ser bastante menos sediento. No nos hemos encontrado con grandes diferencias. Aquél me pareció una bestia con un consumo muy razonable y éste me ha parecido mas domesticado pero no mucho menos glotón.
Un familiar de los más agradables
En todo caso, he tenido la oportunidad de volver a conducir uno de los familiares más agradables al volante, y con una extensa gama no será complicado ajustar los gustos y posibilidades de cada uno y su bolsillo.
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