Producción Com&Com.
Texto: Eugenio Pinilla 06/01/2012. Fotografías Com&Com.
Publicado enero 2012
Rf motor: Renault
El Scenic de última generación con sus poco más de 4,5 metros por dentro parece un coche más grande. Entre los monovolúmemes compactos y los más grandes, se mueve en un mundo también de 5 ó 7 plazas, ya te interese un habitáculo para mover personal o carga.
En todo caso conserva los parámetros que su primera generación estrenó, sin poder crecer ni menguar ya que Renault tiene más tallas de este tipo de coche por encima y por debajo.
Aprovechando el espacio a lo alto, con asientos traseros individuales, un corto morro y una línea trasera cuadrada, en 456 cm se pueden hubicar 5 adultos y disponer de un enorme maletero, firmado por Renault y con las últimas motorizaciones de la casa como este dCi de 130 CV "Energy", que nos ha sorprendido por su buen andar y pequeños consumos.
Poca gama
Hay que sumar las dos tallas, más luego las versiones de 5 y de 7 plazas para reunir una oferta decente, ya que si nos limitamos a nuestro Grand Scenic de 5 asientos, son habas contadas. Dos motores de parecida filosofía y 2 acabados los cuales sólo están disponibles ambos para el más modesto dCi de 110 CV.
En nuestro dCi de 130 cv. sólo hay un acabado, así que si te gusta el Gran Scenic no te romperás mucho la cabeza para elegir. Pero antes de seguir hay que aclarar que este motor se puede adquirir con la tecnología limpia que Renault denomina "Energy" y que logra mejores consumos, incluso que la versión de 110 CV.
Es el último motor en llegar, y sustituyendo al 1.9 dCi se muestra con una eficiencia muy superior, y muy poco más caro que el que no lleva la firma "Energy", por lo que será lógico inclinarse por éste.
Instrumentación moderna pero semi-central.
El nuevo Scenic, en cualquier talla, es un coche moderno por donde lo mires. Motor de última hornada, elementos de equipo de última generación y un cuadro de instrumentos en el que ya no se usan agujas porque es sencillamente una pantallita TFT en la que por software, se diseña la instrumentación que podemos elegir a nuestro gusto, eso sí, entre las diversas configuraciones prediseñadas posibles. Supongo que no tardará en llegar el que te puedas descargar por internet el cuadros de mandos de último diseño a tu gusto, o personalizable completamente.
Siendo esto así podríamos hablar de una instrumentación perfecta, pero no lo es porque Renault insiste en ponerla lejos de la visual del conductor, semi centrada en el salpicadero. Queda así un hueco horrible tras el volante, y es la antítesis de lo que se lleva ahora de proyectar las indicaciones en el parabrisas en la línea visual del conductor.
Aunque algo ladeadas, las indicaciones son claras, modernas y efectivas, con efectos visuales agradecidos y como digo al gusto de cada uno.
Parece más grande por dentro que por fuera.
La configuración del interior del Grand Scenic es la típica de un monovolumen que lo vamos a llenar de niños, personas y cachivaches. En nuestro 5 plazas, los tres asientos traseros son independientes y se pueden semiplegar, plegar del todo o retirar del habitáculo maximizando el espacio de carga si queremos hacer una pequeña mudanza.
Son asientos de línea alta, donde las piernas de los más largos se colocan sin problemas y si acaso aún podemos regular la distancia de la segunda fila respecto al espacio que queremos de maletero, que ya desde lo mínimo, es enorme con 645 litros bajo la bandeja extensible de ocultación.
Es un maletero de forma muy cuadrada, con detalles de carga, pero sin compartimentaciones grandes, sólo un pequeño hueco lateral. Bajo el suelo está la rueda de repuesto de tamaño normal, y es que hay sitio para todo.
Es un subsuelo solo para eso, ya que el acabado no está cuidado. En el maletero normal, podemos poner un suelo más sufrido si vamos a cargar cosas que puedan ensuciar o estropear la moqueta.
Podemos abatir asientos, y retirarlos según necesidad. La maniobra es relativamente sencilla, y el único problema es como siempre el peso de ellos. Conviene echar un vistazo a las instrucciones y todo será más sencillo.
Conducción tradicional.
La conducción de nuestro dCi con caja manual de 6 relaciones - no hay otra - es de lo más tradicional, con muy buena visibilidad hacia adelante, y también hacia atrás hasta que se nos llene de cabezas. Para controlar al pasaje se recurre al típico espejo sobre el techo, aunque no tenemos control sobre los cinturones abrochados.
La palanca sale desde la consola central, queda muy a mano y también se aleja de otra consola que es móvil con un gran hueco en su interior y que la preside el mando del navegador.
Este navegador es de serie y de origen Tom Tom, con información sobre radares, velocidad por GPS, pero la pantalla se queda un poco pequeña.
El arranque del coche es por tarjeta, pero de serie no es detectable, y el arranque con botón no es todo lo cómodo que puede ser si esta fuera detectable, así que es una opción recomendada.
El equipamiento tiene un nivel aceptable, porque tampoco se exige mucho en el precio, después las opciones redondean el equipo, sobre todo en elementos para la conducción.
Motor muy agradecido.
Lo mejor del coche lo descubres con el transcurrir de los kilómetros, jugueteando con el ordenador de consumos, a poco que cuides la conducción estás en poco más de 5 litros saliendo de la ciudad. Pero en ella con el sistema de calado automático tampoco se nos estropea por malo que sea el tráfico. No por ello el Grand Scenic es un coche de pobres prestaciones, todo lo contrario. Sin mucha carga se muestra muy ágil, con pronta disposición de potencia y una conducción para los amantes de la tranquilidad cambiando a bajas vueltas.
En nuestra media de consumo con mucha carretera a 130 de crucero real, nos quedamos en 6,8 litros. En un ciclo con más ciudad y autovías de cercanías puede incluso bajar.