Renault Fluence 1.6 16v Dynamique: Algo más que un Megane

Texto: Equipo de Pruebas 18/06/2010. Fotografías Com&Com. Publicado junio 2010

Rf motor: RENAULT Tipo: G/K4M V8

Para no entablar una batalla comercial en casa (por tamaño podría rivalizar con el Laguna) en Renault han decidido limitar al Fluence el nivel mecánico, pues las versiones más potentes que se pueden adquirir se quedan en 110 CV en una actuación idéntica a la de Citroen con el C4 Sedán y el C5.

Buena presencia

La mayoría de gente que ve el Fluence les sugiere un coche de empaque, porque hay que reconocer que su estampa al natural es imponente e incluso elegante. De hecho nos han llegado a comentar, por parte de personas que no conocían el coche, que por estética y presencia se comprarían este coche antes que una de las tres marcas alemanas por excelencia, e incluso han llegado a pensar que el coche costaba como mínimo 30.000 €...lo dicho, todo un acierto por parte de Renault.

Su línea es la típica de tres volúmenes con un gran maletero y con una altura al suelo bastante destacable y que pone su granito de arena en otorgar la presencia que comentábamos. Lejos de soluciones como la de Citroen con su C4 Sedán, el Fluence es el típico sedán que tiene personalidad propia y exteriormente no lo identificamos con un Megane.

Por delante destaca por tener un morro con bastantes connotaciones agresivas y eso que no es su orientación (aparecerá en breve una versión Sport Way con motor 2.0 gasolina de 140 CV que sí recalcará su orientación deportiva), mientras que por detrás vemos unos rasgos típicos de los coches de tres volúmenes que tradicionalmente han tenido los coches de la marca del rombo: un maletero bastante alto.

Visto lateralmente encontramos un detalle por el que el Fluence gana en vistosidad, que no es otro que su buena altura libre al suelo. También vemos que los pilotos traseros se meten bastante en los laterales y nos recuerda bastante en esto al Renault Laguna Coupé.

Ganancia en espacio

Simplemente conociendo el dato de la batalla del Fluence ya nos podemos imaginar que esos milímetros de más que tiene respecto al Megane se han de notar, y se notan mucho, en el espacio para las piernas de los ocupantes traseros. No sólo tenemos más espacio en esta cota, sino que también observamos que es más palpable la ganancia en anchura para las plazas traseras donde tres adultos no deberían viajar con agobios.

Como es de suponer el maletero es otro de los beneficiados en el aumento de dimensiones, llegando hasta unos estupendos 530 litros de capacidad que es una cifra más alta que la del propio Laguna. Que duda cabe que un portón de acceso al maletero es más práctico a la hora de cargarlo que la tapa del Fluence pero debemos reconocer que dicha tapa en este caso deja a la vista una boca de carga ancha y con buena altura, aunque las bisagras que se emplean en la tapa sean un poco grandes.

El salpicadero es el principal nexo de unión con el Megane ya que su diseño es idéntico aunque con un par de matices: las salidas de aire centrales carecen de regulación manual para la apertura/cierre de las mismas (algo incomprensible) y el cuadro de instrumentos muestra toda su información de forma analógica (en el Megane sólo es analógico el cuentarrevoluciones) a excepción del ordenador de a bordo.

En busca del confort

Este es otro aspecto que lo diferencia del Megane. La puesta a punto del chásis, amortiguación y una batalla superior ofrecen en el Fluence un mayor confort de marcha. Aún así hemos observado que, a pesar de su suspensión tarada hacia el confort, el Fluence tiene un mejor aplomo general que el Megane y su comportamiento es más neutro que en este último.

No en vano, el Megane es más vivo de reacciones que el Fluence y, hasta que al menos probemos la anteriormente comentada versión Sport Way, la vertiente más dinámica la tendremos que buscar en el Megane Coupé.

El motor, sin pretenderlo, se convierte en un aliado de quien busque el confort. El motor 1.6 16V de 110 CV simplemente cumple el expediente si queremos movernos del punto A al punto B sin más. Es un motor muy perezoso para subir de vueltas aunque muy suave. Incluso la variante diesel de 85 CV se muestra más efectiva a la hora de mover el Fluence con más brío y menor consumo que este motor gasolina.

Sea por lo que sea, el caso es que es un coche muy silencioso en marcha.