Producción Com&Com. Texto: Equipo de Pruebas 29/03/2011. Fotografías Com&Com. Publicado diciembre 2010

Rf motor: Peugeot Tipo: THP-200
La sensación general de conducir este deportivo es que no es tan radical como su apariencia, si bien es bajo, tiene potencia, frena perfectamente y se conduce de una forma muy deportiva, su tacto no es demasiado radical, y mantiene un confort inesperado.
Vale todo lo dicho para el THP para su carrocería, capacidad acabado y equipo, y la diferencia está en un turbo y una inyección gestionadas de una forma más eficiente. Si, eficiente, porque lo primero que nos llama la atención sobre el papel es que los consumos homologados del THP 200 son muy parecidos a los del THP 156, incluso mejora los teóricos de ciclo extra-urbano.
Pero esto es sobre el papel, y como siempre digo, en el mismo tipo de conducción el de 200 CV consume menos que el de 156, pero es que si tenemos 200 CV los usaremos con más frecuencia y en la realidad el consumo será superior.
No obstante nos movemos en unas cifras realmente buenas para un coche de su categoría y prestaciones, divertido, ágil, pintón, bien acabado y equipado. Pero no tan radical.
Cambio de lujo
Sin embargo dispone de un cambio de seis marchas que es de lo mejorcito, recorridos cortos e inserción muy precisa, y ello facilita una conducción muy deportiva, pudiendo estirar el motor por encima de las 4.000 vueltas siempre sacando el mejor partido. Pero es también un coche con el que se puede pasear, tirando de una excelente cifra de par, 340 Nm en toda la zona de uso tranquila, entre 2.000 y 3.000 vueltas.
Manteniendo el coche en esta zona, el turbo trabaja en su esplendor y los consumos son muy favorables, pero subiendo el tono, cambiando al borde del corte de inyección el coche se transforma en un estupendo deportivo, en donde pronto aparecerá su límite que empieza avisando en las entradas de las curvas con un poco de deslizamiento del tren delantero si nos pasamos con el pié derecho, típico de un tracción delantera potente sin bloqueos de diferencial.
El control de tracción y estabilidad te deja jugar bastante, tarda mucho en molestar, si bien si lo quitamos hay que estar mas atentos al acelerar, por el efecto "ski" comentado. Con él puesto hay que hacer las cosas muy mal para que moleste.
El sonido está muy estudiado, cambia en la zona alta del cuentavueltas, se hace más ronco y si habláramos de un tema musical mucho más "pegadizo".
Entorno de conducción muy agradable
En esto influye el alto grado de opciones que encontramos en nuestra unidad, principalmente los asientos de piel, el sistema de navegación integrado y los sistemas de encendido de luces y limpiaparabrisas automáticos.
Es pequeño pero los reglajes son amplios, empezando por el del volante que tiene una cota de acercamiento enorme. Con ello nos ponemos al volante en una perfecta postura ya seamos patilargos o paticortos. La instrumentación es elegante, clara y definida, con el velocímetro en impar, y display central en el que tenemos las informaciones del ordenador de consumos.
En el volante no hay botones, están todos asociados en los satélites tras el mismo, y está achatado por su parte inferior, algo que sigue sin gustarnos del todo.
Cuentavueltas poco creíble
Analizando el grupo final nos hemos dado cuenta de que algo no cuadra, y tras los análisis le echaremos la culpa al cuentarrevoluciones.
Analizando las relaciones en las distintas marchas, vemos que el grupo final es de 36,7 km/h cada 1.000 rpm. O sea que para alcanzar los supuestos 237 km/h de punta homologada debemos ir en la zona límite de corte en sexta, donde sabemos que la potencia a decaído. Por lo tanto el cuentarrevoluciones debe contar algo de menos.
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