Producción Com&Com.
Texto: Carlos Herranz 29/12/2011. Fotografías Com&Com.
Publicado Diciembre 2011
Rf motor: Peugeot Tipo: D-RHH
Detalles exclusivos
El Peugeot RCZ se vende exclusivamente en color gris mate, color que no está disponible en los otros RCZ. Si el RCZ ya es de llamativo diseño de por sí con este color lo es muchísimo más aún y el coche es todo un "giracuellos" a su paso por la calle. Es el único coche del mercado español que se vende acabado en pintura mate y lejos de quedar mal sucede todo lo contrario, le sienta de maravilla.
Para rematar su atractivo estético encontramos unas imponentes llantas de aleación de 19" también de diseño exclusivo y acertadamente pintadas de negro, con el aro exterior en plata haciendo juego con el marco del techo pintado en el mismo color.
Interior más lujoso
Forman parte de la dotación de serie los asientos calefactados de cuero, un material que también está presente por el salpicadero y paneles de puertas y gracias a esto se consigue una atmósfera interior de cierta exclusividad que ya emana el aspecto exterior del coche.
El habitáculo es pequeño pero los reglajes para las plazas delanteras son amplios, empezando por el del volante que tiene una cota de acercamiento enorme. Con ello nos ponemos al volante en una perfecta postura independientemente de nuestra altura.
Atrás la altura disponible limita muchísimo su ocupación por personas de cierta altura pero, a diferencia de la mayoría de coupes 2+2, el RCZ tiene espacio para que algunas personas no muy altas puedan viajar con relativa comodidad. Eso sí, de lo que no estarán libres es de cierta sensación de agobio por la altura disponible y porque los asientos delanteros limitan mucho la vista hacia delante por su tamaño.
La instrumentación es elegante, clara y definida, con el velocímetro graduado en impares y un display central en el que tenemos las informaciones del ordenador de a bordo. En el volante no hay botones, puesto que están todos agrupados en los satélites tras el mismo, y está achatado por su parte inferior, algo que sigue sin gustarnos del todo.
Motor ahorrador y prestacional, pero poco deportivo
Las dos motorizaciones disponibles para el Asphalt (el HDi de nuestra prueba y el THP de 200 CV en gasolina) cuestan exactamente lo mismo, así que la elección de uno u otro debería estar basada en el número de kilómetros a realizar con el RCZ.
Si hacemos muchos kilómetros al año el HDi de 163 CV debe ser nuestra elección a pesar de que su carácter no casa con el planteamiento deportivo del coche, pues su respuesta es la típica de los motores HDi, es decir, muy progresivo y lineal a la hora de acelerar pero carente de "patadas" que nos hagan liberar algo de adrenalina al acelerar. En caso contrario el motor THP es más adecuado para este coche por su temperamento deportivo, y sus consumos se mantienen en unos límites razonables para un uso diario.
A pesar de todo no es un motor para nada malo. Esta versión de 163 CV es muy silenciosa pero hemos notado algo menos de suavidad que en otros motores HDi. Se estira bastante bien hasta el corte y responde muy bien desde regímenes bajos, especialmente a partir de 1.500 rpm, pero no llega a ser igual de excitante ni contundente como su hermano de gasolina.
Lo que sí acompaña es la caja de cambios que disfruta de unos recorridos cortos y precisos, pero un poco menos que con el motor THP.
Más equipado
El salto en equipamiento del Asphalt respecto a los RCZ convencionales es apreciable en cuanto al valor de dicho equipamiento extra. De serie se dispone de asientos de cuero con calefacción, llantas de 19" y navegador con bluetooth, disco duro y lector de tarjetas.