Producción Com&Com. Texto: Eugenio Pinilla 27/10/2010. Fotografías Com&Com. Publicado octubre 2010
Rf motor: Peugeot Tipo: G-5FV O 5F02
Algo más corto pero con la misma distancia entre ejes, algo más generoso de vías, más bajo, más ligero y con los mismos motores son las principales diferencias entre el RCZ y el 308 CC. Dos coches de Peugeot que es fácil confundir si no te fijas en ciertos detalles.
El RCZ no tiene el techo convertible, y por lo tanto se ahorra el peso de la estructura, por lo tanto es más ligero, eso le hace tener una relación peso/potencia mejor en igualdad de motores, y sacrifica la zona de carga que es la de un coupé, aunque usando los posible abatimientos el equipaje para dos personas queda sobrado.
El CC es un coche más polivalente con dos plazas traseras algo más utilizables y un maletero generoso si se va con la capota puesta. El RCZ es un Coupé puro, que se disfruta como tal, al que le pegan unos motores más potentes y que es más asequible en la compra así como en el coste de combustible por kilómetro.
Un 2+2
Quizá el RCZ sea más comparable al 207 CC, pero sólo por una cuestión de su espacio interior. Siendo un coche más grande por fuera, vende una imagen mucho más deportiva y hasta lujosa, y la primera idea es pensar que estamos ante un coche caro, cuando no es así.
Con unos motores entre 156 y 200 CV, no estamos ante un radical Coupé. Estamos ante este tipo de coches que ofrecen una deportividad muy buena en su conducción, manteniendo el confort de conducción, que con tintes deportivos es para todos los públicos.
Realmente es un coche de 2 plazas, con una zona trasera en la que se pueden ubicar dos peques teniendo en cuenta que la cota de altura es de tan solo 75 cm y la cabeza queda a la altura del cristal y que el espacio para piernas va a depender de la talla del conductor. Si los de delante se acercan al 1,75 atrás prácticamente sólo podremos colocar equipaje.
Abatimientos prácticos
Con sus dos puertas y maletero separado, al estilo de un puro coupé, tenemos una fácil comunicación con el maletero que podemos dejar en más de 600 litros una vez abatido el respaldo trasero, con lo que los 321 litros de un maletero típico de coupé queda habilitado para una carga más que decente, pero siempre con dos plazas a bordo, ya que el respaldo es de una sola pieza.
Firmado por Peugeot
No hay ninguna duda de quien firma este RCZ, desde las primeras líneas del prototipo, el RCZ es innegablemente un Peugeot, por fuera como por dentro, donde encontramos el diseño y calidad típico de la marca del león.
Las plazas delanteras están cuidadas y dentro del espacio de un coche así no hay problemas de amplitud, ni de reglajes de asientos, que están en una línea baja como no puede ser de otra forma.
El salpicadero, siendo parecido al del 308 CC, tiene algún detalle diferenciador, como el reloj horario en el centro sustituyendo al aireador central, pues sería el quinto.
Las plazas de atrás son las que están más olvidadas y realmente para su uso no se debe perder recursos y carece de huecos o luces. Pero llama la atención que disponga de control de los cinturones, algo más típico de un familiar que de un coupé.
Conducción muy placentera aunque faltan las levas en el volante
El motor de 1.6 litros, con 156 CV y un cambio automático de 6 velocidades es una combinación para el que le guste una conducción deportiva pero confortable, tenemos buena potencia, una excelente relación con el peso, y un comportamiento que nos invita enseguida a una conducción más deportiva, con un gran paso en curva, una tracción delantera muy controlable y una progresión en respuesta que hace que este deportivo sea conducible por los más noveles a la vez que los más expertos.
Para éstos, a poco que llegue a las curvas encontrará la típica limitación de las reducciones y hasta echará de menos unas levas de cambio en el volante que ahora comienzan a imponerse.
Finalmente en esta visión general del coche hay que hacer referencia a los consumos, que pueden llegar a ser como los de un coche diesel de su potencia, pero no de su peso o aerodinámica. Que son dos detalles que se alían con el motor, que a base de turbo logra economizar cuando no trabaja éste con su máxima presión, es decir que si bien es un coche que en conducción deportiva pasa holgadamente de 10 litros, siempre es menos que otros coches de sus prestaciones pudiendo estar en torno a 6 ó 7 litros en una conducción semi-turística.
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