Texto: Equipo de Pruebas 21/05/2011. Fotografías Com & Com. Publicado mayo 2011
Rf motor: PEUGEOT Tipo: D-4H02
Está disponible actualmente en carrocería berlina y familiar (SW) y se fabrica en Francia para Europa. Posteriormente se fabricará en China para exportarlo al resto del mundo debido al enfoque mundial que le quiere dar la marca del león.
Línea estilizada y elegante
El mejor calificativo que se le puede aplicar a la carrocería del 508 es "elegante", aspecto reforzado por el color negro de nuestra unidad de pruebas y sin el cual pierde bastante de esa elegancia.
El frontal es bastante afilado y nos recuerda mucho al del prototipo SR-1. Realmente toda su línea es afilada y prueba de ello es que consigue un coeficiente aerodinámico de sólo 0,25.
Visto de frente destaca por su frontal agresivo presidido por la gran parrilla cromada que parece una boca. Lateralmente observamos una línea de cintura bastante alta, al estilo del Mercedes CLS, y a los pilotos traseros que se hacen bastante patentes. Lo que más destaca visto desde atrás es que la tapa del maletero está enrasada con lo que sería el paragolpes trasero. Exclusiva de esta versión GT es la doble salida de escape cromada que aporta su granito de deportividad al conjunto.
Tanto delante como detrás ahora podemos ver bajo el anagrama de la marca el nombre "Peugeot" escrito en letra.
Mayor calidad y espacio
Se nota que se ha ganado en calidad en el interior del 508 y en términos visuales los plásticos del salpicadero no denotan mucho eso, que son plásticos. Todo lo que se toca tiene buen tacto y destaca especialmente la tapicería de los asientos si elegimos que vayan acabados en cuero, un cuero de muchísima calidad que no tiene nada que envidiar al de coches del segmento superior.
La verdad es que en temas de espacio interior el 407 estaba en un término medio respecto a su competencia pero el aumento de batalla que ha ganado el 508 se nota bastante en el espacio
para las piernas de los pasajeros de atrás, digna de coches de ministro. Tan sólo echamos en falta que tenga un pelín más de anchura en las plazas traseras para que tres personas viajen sin ningún tipo de agobio. Los pasajeros delanteros no deben tener quejas en ningún aspecto e incluso cuentan con regulación de la longitud de la banqueta.
Echamos en falta huecos para dejar cosas pequeñas en el salpicadero, ya que este no tiene prácticamente huecos, y que las luces interiores iluminen algo más a pesar de que son de tipo LED.
A toda máquina
Nos ha sorprendido muchísimo el motor 2.2 HDi de 204 CV. Es un motor que acelera y recupera que da gusto y proporciona unas sensaciones que nos recuerdan bastante a las de los compactos GTI de 200 CV, salvando la distancia de que el HDi muere en el cuentavueltas antes que ellos.
La gran cantidad de par disponible hace que los adelantamientos sean coser y cantar y subir pendientes no supone ningún problema. Es un motor que empieza a dar lo mejor a partir de 1.900 rpm y sube constantemente y de forma lineal hasta el corte de inyección, característica típica de los motores HDi.
Este motor es exclusivo del acabado GT, como también lo es la caja de cambios automática de 6 velocidades que sólo puede llevar este 508 GT. Es una caja de cambios automática tradicional de 6 velocidades que no es tan rápida como las de doble embrague pero cumple perfectamente en un coche que está orientado al confort de marcha. En modo automático notaremos unos ligerísimos tirones al cambiar de marcha, tirones que se hacen notar cuando cambiemos en modo manual.
Desde luego que esta caja de cambios automática es mucho más recomendable que la caja manual de embrague pilotado (CMP) que equipan otras versiones de la gama. Tan sólo encontraremos una caja de cambios manual tradicional en el 508 1.6 THP y en el 1.6 HDi no e-HDi.
Tenemos disponibles dos levas en el volante que son cómodas de accionar pero que están recortadas en su parte inferior y se echa de menos esta circunstancia cuando queremos accionarlas y tenemos el volante girado.
Lo mejor de todo es el consumo de esta mecánica, realmente parco para llevar una mecánica de 200 CV y estar lastrado por una caja de cambios automática y un peso del coche que supera por poco la tonelada y media.
Prima el confort
En el apartado de comportamiento se ha perdido gran parte del dinamismo que mostraba el Peugeot 407 en favor de un confort de marcha más elevado que en aquel. Da gusto hacer viajes en el 508 porque es todo suavidad y disfrutamos de mucho silencio de marchas gracias a un motor que apenas se deja notar dentro en movimiento y a un aislamiento acústico del interior bastante bueno.
Que no tenga el mismo dinamismo que su antecesor no significa que vaya mal en curvas, sólo que ahora tendremos que tomarlas un poco más despacio porque pierde un poco la trayectoria. No le hace ascos a ninguna carretera pero sin duda las autopistas y autovías son su hábitat preferido y todos los ocupantes del coche irán sobre algodones. Si el conductor sufre en su espalda tenemos la posibilidad de contar con masaje en el asiento en opción junto a la tapicería de cuero y los asientos eléctricos.
En cuanto a los consumos además de ser buenos, lo son mejor en relación a sus prestaciones, nos quedamos por debajo de 7 litros en una prueba en la que rodamos mucho por curvas de montaña.