Texto: Carlos Herranz 22/02/2012. Fotografías Com&Com.
Publicado Febrero 2012
Rf motor: PEUGEOT Tipo: G-5F02
Mecánica suave
Si cuando probamos el 508 2.2 HDi 204 Automático ya nos pareció un coche que iba bastante suave, la combinación de el motor 1.6 THP de 156 CV con la misma caja de cambios del HDi ya probado da como resultado un punto más de confort y suavidad que poco o nada tiene que envidiar a coches como el Serie 5 de BMW o al Audi A6.
Este motor se muestra muy suave en su andar y respuesta y la caja de cambios automática, sin ser de doble embrague, ofrece unas transiciones lo suficientemente rápidas como para no desesperarnos. A todo esto se une una rumorosidad del motor muy mitigada en el interior y una suspensión que mima a sus ocupantes, ofreciendo así mucho placer al conducir este Peugeot 508.
Su respuesta es muy lineal y desde 2.000 rpm. ya tenemos un empuje bastante decente hasta el corte. La caja de cambios automática se lleva un poco de la respuesta del motor pero se muestra suficiente para casi cualquier circunstancia.
Es una caja de cambios automática tradicional de seis velocidades que no es tan rápida como las de doble embrague pero cumple perfectamente en un coche que está orientado al confort de marcha. En modo automático notaremos unos ligerísimos tirones al cambiar de marcha, tirones que se hacen notar cuando cambiemos en modo manual.
Desde luego que esta caja de cambios automática es mucho más recomendable que la caja manual de embrague pilotado (CMP) que equipan otras versiones de la gama. También podemos adquirir este motor con caja de cambios manual de idéntico número de relaciones que rebaja el consumo medio y mejora su deportividad a costa, eso sí, de quitar un poco de placer de conducción.
Tenemos disponibles dos levas en el volante que son cómodas de accionar pero que están recortadas en su parte inferior y se echa de menos esta circunstancia cuando queremos accionarlas y tenemos el volante girado.
Elegancia a la francesa
El mejor calificativo que se le puede aplicar a la carrocería del 508 es "elegante". El frontal es bastante afilado y nos recuerda mucho al del prototipo SR-1. Realmente toda su línea es afilada y prueba de ello es que consigue un coeficiente aerodinámico de sólo 0,25.
Visto de frente destaca por su frontal agresivo presidido por la gran parrilla cromada que parece una boca. Lateralmente observamos una línea de cintura bastante alta, al estilo del Mercedes CLS, y en la que los pilotos traseros que se hacen bastante patentes.
Lo que más destaca visto desde atrás es que la tapa del maletero está enrasada con lo que sería el paragolpes trasero. Al tratarse de la versión Allure sólo tenemos una salida de escape y como no va cromada como en el GT va bastante disimulada.
Tanto delante como detrás ahora podemos ver bajo el anagrama de la marca el nombre "Peugeot" escrito en letra.
Espacio con calidad
Se nota que hay calidad en el interior del 508 y en términos visuales los plásticos blandos del salpicadero no denotan mucho eso, que son plásticos. Todo lo que se toca tiene buen tacto y destaca especialmente la tapicería de los asientos si elegimos que vayan acabados en cuero (opcional), un cuero de muchísima calidad que no tiene nada que envidiar al de coches del segmento superior.
La verdad es que en temas de espacio interior el 407 estaba en un término medio respecto a su competencia pero el aumento de batalla que ha ganado el 508 se nota bastante en el espacio para las piernas de los pasajeros de atrás, digna de coches de ministro. Tan sólo echamos en falta que tenga un pelín más de anchura en las plazas traseras para que tres personas viajen sin ningún tipo de agobio. Los pasajeros delanteros no deben tener quejas en ningún aspecto e incluso cuentan con regulación de la longitud de la banqueta.
Echamos en falta huecos para dejar cosas pequeñas en el salpicadero, ya que este no tiene prácticamente huecos, y que las luces interiores iluminen algo más a pesar de que son de tipo LED.
Confort ante todo
Da gusto hacer viajes en el 508 porque es todo suavidad y disfrutamos de mucho silencio de marchas gracias a un motor que apenas se deja notar dentro en movimiento y a un aislamiento acústico del interior bastante bueno.
Que no tenga el mismo dinamismo que su antecesor no significa que vaya mal en curvas, sólo que ahora tendremos que tomarlas un poco más despacio porque pierde un poco la trayectoria. No le hace ascos a ninguna carretera pero sin duda las autopistas y autovías son su hábitat preferido y todos los ocupantes del coche irán sobre algodones. Si el conductor sufre en su espalda tenemos la posibilidad de contar con masaje en el asiento en opción junto a la tapicería de cuero y los asientos eléctricos.