Peugeot 5008 1.6 HDI 110 Sport Pack: Golpe de autoridad

Texto: Equipo de pruebas 31/03/2010. Fotografías Com & Com. Publicado marzo 2010

Rf motor: PEUGEOT Tipo: D-9HZ

La clave, por usabilidad, es la caja de 6 velocidades que tenemos en esta versión, es primera vez que la probamos con la mecánica 1.6 HDi de 110 CV y que otorga al monovolumen más dinamismo del que nos esperábamos tras haber probado este motor en multitud de coches de distintos segmentos pero siempre con 5 velocidades.

La herencia genética se nota

No hay que ser un lince para saber que el 5008 deriva del 3008. El frontal es idéntico a excepción de los detalles de SUV que están presentes en el más pequeño de los dos.

La parte frontal tiene unos faros perfilados y un capó muy inclinado, que tiene su prolongación en un amplio parabrisas que se inicia a la altura del eje delantero. Visto de lado observamos líneas bastante rectas y unos pilotos traseros que invaden bastante la vista lateral.

El cristal de custodia trasero se une con la luna trasera, ofreciendo una solución de continuidad visual. En la parte trasera tenemos a la vista bastante chapa y los faros no cobran mucho protagonismo como sucede con su primo el Citroen Grand C4 Picasso, todo un "espectáculo de luces" cuando frenamos y llevamos puestas las luces.

Calidad típica de la casa y mucho espacio

Cuando abrimos la puerta del 5008 nos reciben unos materiales que ya son típicos en los coches de la marca del León. Es uno de losl monovolúmenes con más calidad de su segmento. Los materiales empleados en salpicadero, guarnecidos y tapicerías tienen buena apariencia y tacto y hacen honor al precio que tenemos que pagar por el coche.

El salpicadero es más propio de un turismo que de un monovolumen y sin duda tiene el mejor diseño que podamos ver en cualquiera de los vehículos de la marca del León. Tenemos un volante achatado por su parte inferior, más típico de un coche deportivo que de un vehículo familiar, pero por suerte es tan pequeño el susodicho que no nos molestará apenas a la hora de trastear con él.

El 5008 está homologado para 7 plazas aunque en realidad es un 5+2. Un detalle importante que tenemos que tener en cuenta es que las dos plazas traseras son opcionales, con un sobreprecio de 600 €.

Al contrario que en el 3008 todos los asientos son individuales, teniendo unas cotas perfectamente válidas para tres adultos en la fila central y resultando los traseros válidos para niños o para adultos en desplazamientos cortos.

Los asientos de la fila central se pueden desplazar individualmente, hecho que nos permite configurar el espacio a nuestro gusto y nos otorga mucha versatilidad. Estos asientos se pliegan por completo y dejan una superficie de carga plana.

Para acceder a la última fila tendremos los asientos laterales se pliegan como una butaca de cine y se desplazan hacia delante. El espacio que tenemos para pasar nos obligará a hacer alguna contorsión si somos adultos; los niños podrán pasar sin mucha dificultad.

Estamos ante un coche bastante práctico por huecos disponibles en todo el habitáculo y es de destacar el especial cuidado que se les presta a los ocupantes de la fila central. Estos tienen dos salidas de aire con mandos independientes y pueden disfrutar de las buenas vistas que ofrece el techo panorámico de cristal. Dicho techo otorga una gran luminosidad a todo el habitáculo pero es una lástima que no se pueda abrir en ninguna de sus secciones. Sería una gran guinda del pastel.

La caja de cambios obra el milagro

Tenemos que confesar que al subirnos por primera vez a esta unidad con el motor 1.6 HDi de 110 CV pensamos de antemano que iba a resultar insuficiente para el 5008 habida cuenta del rendimiento que hemos observado en otros coches que hemos probado con este motor.

Pero cual ha sido nuestra gran sorpresa al descubrir que equipa una caja de cambios de 6 relaciones perfectamente escalonados, con una relación cerrada y unos desarrollos más cortos que la tradicional de 5 velocidades.

El resultado es que en marcha el 5008 tiene una buena vivacidad de reacciones al pisar el pedal derecho y acelera con una alegría inesperada para este motor de 110 CV, gracias en su mayor parte a la caja de cambios. Tanto es así que sólo recomendaríamos la versión de 150 CV para quien busque el rendimiento del motor ante todo.

Si viajan cuatro personas como mucho a bordo, el Peugeot 5008 1.6 HDi 110 se mueve con mucha soltura y recupera estupendamente. Evidentemente con más personas o con el maletero cargado notaremos la merma de prestaciones, pero siempre resultará suficiente para no tener que andar jugando con el cambio a la mínima que necesitemos exprimir el motor.

Para todos los públicos

El Peugeot 5008 es un monovolumen que está pensado para ofrecer un comportamiento equilibrado en carretera. Eso sí, quien haya comprado a su primo, el Citroen Grand C4 Picasso, se estará tirando de los pelos si prueba el 5008.

Recordemos que el Citroen peca de ser excesivamente blando de suspensiones y acaba por hacer rondar por la cabeza de sus compradores la posibilidad de cambiar los amortiguadores mucho antes de lo previsto. En el Peugeot 5008 no sucede esto y su suspensión tiene un tarado perfectamente equilibrado para todo uso.

No llega al nivel de efectividad que puede tener un Seat Altea XL pero no se aleja de él tanto como podíamos suponer.

La dirección también pone su grano de arena y tiene un tacto y asistencia muy correctos. Esto hace que en ciudad con un radio de giro bueno no se amilane a pesar de su tamaño.