Texto:
Equipo de pruebas Info Automóvil 11/04/2008.
Fotografías Com&Com. Publicado abril 2008
Ref motor: - Tipo: -
El
Peugeot 308 es de esos pocos coches que te dejan un buen sabor de boca
cuando ya has hecho unos cuantos kilómetros con él, porque no destaca
particularmente en nada, pero la sensación general del coche es muy buena
y no encuentras algo que no te guste.
Aires de familia
Como
comentábamos al principio, sus líneas exteriores recuerdan bastante al
307, tanto que hasta cuesta diferenciarlos al principio.
El
frontal sigue las tendencias iniciadas por el 407 en su salida al mercado,
resultando un frontal bastante agresivo con una gran toma de aire que nos
recuerda a una gran boca que parece dispuesta a comernos. También destacan
los faros que se extienden desde el frontal hasta morder las aletas
delanteras.
Por
detrás quizá sea donde más parecido guarde con el 307 por sus formas. Los
grupos ópticos aquí también se extienden hasta las aletas traseras. En la
parte baja del paragolpes encontramos unos cromados que nos sugieren un
doble escape y que le da un cierto toque deportivo.
La
gama es amplia, pero en el sector de mercado que se encuentra nunca es
suficiente, 6 motores y tres acabados aunque ninguno de ellos dispone de
todos y viceversa
Mecánica más que conocida
Este
Peugeot 308 equipa el motor HDI de 1.997 cm3 y 136 CV desarrollado
conjuntamente por PSA y Ford y que se extiende a gran cantidad de modelos
de ambos grupos. Dispone de un par de 320 Nm a 2.000 rpm con función
“overboost” que nos pone bajo el pedal derecho 20 Nm más de par cuando lo
pisamos a fondo.
Dispone de turbo de geometría variable con presiones de soplado de hasta
1.650 bares.
La
suavidad de funcionamiento es una de sus principales virtudes, pero la que
más destaca es el silencio y la ausencia de vibraciones que se ha logrado
en este 308. Tanto es así que dos los miembros del equipo de pruebas lo
volvimos a arrancar la primera vez subimos él…estando el coche ya
arrancado.
Amplitud ante todo
Pocas
personas se sentirán agobiadas dentro del Peugeot 308. El interior es
realmente amplio en todas sus cotas, tanto que a veces te da la ligera
sensación de ir en un monovolumen de tamaño medio.
La
gran cantidad de superficie acristalada contribuye a generar esa sensación
real de espacio, sensación que se acrecenta aún más con el techo
panorámico de nuestra unidad de pruebas, puesto que la cantidad de luz que
entra en el habitáculo es considerable…eso sí, más vale cerrar la lona del
techo en días de calor si no queremos hacer un gasto extra de combustible
al tener que
”tirar” más del aire acondicionado.
Los
pasajeros delanteros gozan de casi 1 metro de altura desde el asiento y no
se encuentran agobiados tampoco en anchura. Los ocupantes de la parte
trasera disponen de 7 cm menos de altura, que es la distancia a la que se
encuentran sobreelevados respecto a los asientos delanteros. Aún así no
hay agobios a menos que vayan ocupadas las tres plazas traseras, momento
en el que se echará en falta algo de anchura. Sin duda, dos pasajeros
atrás viajan con unas cotas de anchura y espacio para las piernas bastante
destacables.
Tiene todo lo que necesitas
A
este 308 Premium Pack no le tienes que añadir ningún elemento de
equipamiento que se debería considerar imprescindible, incluso dispone de
algún elemento que se podría considerar superfluo como el techo panorámico
del que antes hablábamos, aunque tiene su encanto de noche y en aras de
lograr una mayor luminosidad del interior.
A
nivel de seguridad va bien equipado, con ocho airbags y la posibilidad de
equipar opcionalmente el de rodillas para el conductor, ESP desconectable
hasta 30 km/h, control de tracción y ABS.
También incorpora climatizador bi-zona, dirección asistida variable y
radio CD que lee MP3. En opción disponemos de un navegador con un disco
duro de 10 GB que nos permitirá almacenar nuestras canciones favoritas en
él.
Maletero muy capaz
430
litros en una cifra que es normal encontrar en coches del segmento
superior. Con ese dato nos podemos hacer a la idea de la capacidad de
carga. El maletero dispone de unas formas bastante regulares y encontramos
pequeños detalles que nos harán las cosas más fáciles, como los cuatro
ganchos para bolsas.
Para
haber redondeado este aspecto tendrían que haber incluido una toma de
corriente y disponer de un suelo totalmente plano al abatir los asientos
traseros.
Aumenta la calidad
Quizá
el salto más grande respecto al 307 lo apreciemos en el salpicadero,
observando una calidad de acabados que lo ponen entre los coches mejor
realizados de su segmento. El salpicadero se encuentra inclinado, dando
una sensación de mayor espacio delante.
Los
materiales empleados son también bastante correctos, con plásticos blandos
utilizados en la parte superior del salpicadero. La lástima es que solo
encontramos un pequeño hueco para dejar un móvil, demasiado poco para
depositar más objetos. Al menos encontramos huecos específicos para dejar
monedas y unas gafas. Un detalle a destacar es un gancho para colgar un
bolso o una bolsa que se encuentra en a la izquierda del asiento del
copiloto.
Los
relojes del cuadro de instrumentos son grandes y su lectura es muy clara
pero escalado en impares.
El doble ordenador de a bordo nos permitirá sacar nuestros cálculos de
consumos y velocidades.
Amplio de reglajes y eléctricos en opción con el pack que incluye la
unidad. El puesto sigue el estilo francés con una cota menos generosa
entre volante y pedales. Todo lo que tocamos al conducir es de agradable
cuero y el coche entre la buena insonorización y el espacio parece un gran
sedán más que un polivalente medio.
Buen chasis
En
marcha, el 308 nos da mucha confianza gracias al elaborado chasis que
dispone, aunque los tarados de la suspensión no invitan a forzar el ritmo
hasta límites altos. No es el planteamiento de esta versión, para eso
aparecerá en breve la versión GT.
Su
conducción por ciudad resulta bastante placentera por su buen radio de
giro. Los frenos cumplen perfectamente su cometido y detienen el coche en
una distancia más que razonable.
Su
rodar se aproxima bastante al ofrecido por el 407.
Lineal y parco de consumo
El
motor 2.0 HDI empieza a despertar a partir de 1.800 rpm, justo 200 rpm por
debajo de su régimen de par máximo, estirando de forma muy lineal hasta
casi las 4.000 rpm. No merece la pena subirlo más de vueltas.
Alcanza una velocidad máxima de 205 km/h,
acelera de 0 a
100 km/h en 10,1 segundos y realiza los 1.000 metros desde parado en 32,1
segundos. Estas cifras se ven penalizadas por su elevado peso, que se va
hasta casi la tonelada y media (1.496 kg para ser exactos).
Y
precisamente por este último dato sorprenden los consumos, habiendo
obtenido una media en la prueba de sólo 6,2 litros, cifra muy destacable
teniendo en cuenta su peso.
Dura y completa competencia
En lo
alto de la gama es el 308 de momento más caro, con lo que el precio de la
potencia no es económico, sus rivales son numerosos, pues está en el
sector del mercado más grande y complejo.
En la
talla de 4 metros y poco con 5 puertas, y con motor diesel de parecido
rendimiento la lista es enorme. Por citar los rivales más directos diremos
el Focus, León, Megane ó C4, pero sin olvidar marcas más allá de Europa:
Auris, Civic, c’eed o i30, si queremos pagar un poco más el Golf o el A3
el más caro de sus rivales.
RESUMEN
Buen
producto el realizado por Peugeot con el 308. Aún conservando la línea de
su antecesor, el 307, estamos ante un coche completamente nuevo y que
prácticamente nada tiene que ver con él.
Buen
equipamiento, magnífico consumo y una buena habitabilidad son sus mejores
virtudes, sin olvidarnos de su buen equipamiento de serie y su confort de
marcha
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