Producción Com&Com.
Texto: Equipo de pruebas 06/07/2012. Fotografías Com&Com.
Publicado Julio 2012
Rf motor: PEUGEOT Tipo: DV6C
A contracorriente
Cuando lo normal es que un modelo que sustituye al antiguo crezca respecto a este, en Peugeot han decidido llevar la contraria al mercado y presentan un 208 que ve mermada su longitud respecto al 207 que sustituye. Se pierde la marca de los cuatro metros de largo, contando ahora con una longitud de 3,96 m.
Pero la longitud no es lo único que ha venido a menos; el 208 se ha puesto a dieta y encontramos una rebaja en el peso de entre 110 y 175 kg según versiones. Este factor era un lastre en el 207, cuyo elevado peso para ser un utilitario jugaba en su contra, pero ahora es posible encontrar un 208 que no supera los 1.000 kg. en la báscula.
Un estilo diferente...aunque algo conocido
Desde luego que la ruptura con el Peugeot 207 ha sido total en términos de diseño. Si lo miramos por delante no hay nada que nos recuerde a su antecesor. Se ha conseguido un frontal de mirada más agresiva con un paragolpes voluminoso de una sola pieza pero la verdadera protagonista es la parrilla frontal que, dependiendo del acabado o carrocería, presenta una rejilla que cambia de diseño o color (hay cinco distintas). Lo que es común en ellas es el cromado que la rodea y que aporta un toque elegante.
Visto de lado apreciamos que las líneas son musculosas y que cuenta con unos marcados pasos de rueda, todo ello además dando una sensación de que el coche está más cerca del suelo de lo que realmente está. La línea de cintura se va elevando desde las ventanillas delanteras hasta las traseras, estando todas ellas rodeadas por un borde cromado y contando con un pilar B acabado en negro para tratar de camuflarse con las lunas.
Y llegamos a la parte trasera donde encontramos algo que nos suena, ¿verdad? El diseño de los faros nos evoca a los que llevaban los Peugeot 206 y de este coche precisamente recupera un detalle: el piloto antiniebla único que va situado en la parte superior central del paragolpes trasero.
El paragolpes aquí también es de una sola pieza y aporta bastante en cuanto a deportividad por lo "inflado" que va. En esta zona trasera no tenemos ninguna banda protectora negra, pero ni aquí ni en todo el exterior del coche encontraremos protecciones de plástico.
A pesar de que la carrocería de tres puertas tiene tintes deportivos no podemos negar que esta con cinco puertas tiene toques de deportividad y además resulta muy moderna.
El dichoso cuadro de instrumentos
Si por fuera la ruptura de diseño es muy patente con el 207 por dentro la ruptura es total, contando con un diseño bastante limpio y una muy buena calidad de acabado para su segmento. A nivel de materiales encontramos plásticos blandos en la zona media del salpicadero y en cuanto a detalles encontramos la pantalla táctil que preside el salpicadero y desde la que se pueden controlar bastantes funciones del coche, especialmente en lo que se refiere al equipo de sonido. Eso sí, su uso es poco intuitivo y para acceder a algunas funciones tenemos que estudiarnos muy bien el manual de instrucciones.
Por aquello de no desplazar la vista de la carretera en Peugeot han decidido trasladar el cuadro de instrumentos a una posición más alta de lo habitual. Motivo lógico para esto no encontramos salvo que el cuadro estuviese situado en el centro del salpicadero porque lo que aporta son desventajas, por lo menos a nuestro criterio.
Al ir situado en esa posición obliga a que llevemos el volante en una posición mucho más baja de lo normal porque es la única forma de que podamos ver las informaciones del cuadro de instrumentos o, de lo contrario, podemos llevar el volante en una posición normal pero sin ver ninguna información.
Para mitigar esto el volante es de un tamaño bastante más pequeño de lo normal, con lo cual la situación de ir manejando un volante casi de kart en una posición mucho más baja de lo deseado es bastante rara. Se podría intentar compensar esto bajando la altura del asiento del conductor pero este no desciende lo suficiente para lograrlo. Al menos te acostumbras pronto a ir con el volante así pero no es lo lógico; se ha sacrificado la función a favor de la forma.
Un pequeño "daño colateral" de conducir el 208 es que al volver a conducir otro coche con volante "normal" de tamaño da la sensación de que llevamos una paellera entre las manos y tendremos que volver a acostumbrarnos de nuevo a un volante convencional.
En lo que se refiere a espacio contamos con el habitual en un utilitario en la parte delantera mientras que atrás observamos que todas las cotas son algo justas, contando con sólo 160 cm. de cota útil.
El motor más recomendable
El motor 1.6 HDi de 115 CV es la mejor opción mecánica disponible para el 208 mientras no aparezcan los motores gasolina 1.6 THP para proponer una alternativa más potente sin que el consumo suba demasiado.
Nuestra mecánica es agradable en su respuesta gracias también a que va combinado con una caja de cambios de seis velocidades aunque tendremos que vigilar que no caiga de 2.000 rpm, pues su respuesta por debajo de ese régimen es algo perezosa. Lo ideal es que mantengamos el motor entre 1.800 rpm y 4.500 rpm, margen en el que el motor funciona mejor y en el que incluso no estamos exentos de una muy buena respuesta para su potencia en el entorno de las 2.500 rpm.