Versión
descatalogada
Texto: Eugenio
Pinilla 19/04/2006. Fotografías Rubén D.
Chaves.
Publicado enero 2007
Si cogemos un
monovolumen de los grandes y reducimos la zona de carga y la segunda fila
de asientos, llegamos a algo parecido a lo que Peugeot propone con el
1007. El estilo de un monovolumen pero en versión comprimida.
Además en este caso hasta las puertas que su hermano mayor el 807 tiene,
correderas y eléctricas se mantienen para más similitud con un coche de
más de un metro más largo.
Y es que este pequeño urbano, manteniendo 4 de las hasta 7 plazas que el
grande puede albergar, reduce todo el tema de carga a lo mínimo para un
uso más en la ciudad, donde entrar y salir es un gustazo a golpe de botón.
Gama justa
La gama del 1007 no es muy extensa, con dos motores de gasolina y uno más
diesel, pudiendo elegir en los primeros cambio manual o automático, con
sistema de embrague pilotado.
El motor que nos ocupa es el más potente de la gama, un 1.6i de 110 CV ( a
5.750 rpm), que disfruta del cambio automático exclusivamente. En
principio, hablar de 110 CV en un coche de 373 cm de largo, puede parecer
sobrado, pero en la practica se quedan hasta justitos. Y es que en
principio este 1007 es bastante pesado, las puertas con su sistema
eléctrico de apertura, más un chasis alto y después esa sección frontal un
poco más severa con su cristal delantero bastante vertical, implican
esfuerzos extras a los 110 CV, que además no se pueden estrujar tanto con
un embrague que es lento al ir subiendo de marchas. Después mete 4 adultos
y veamos la potencia relativa al peso que resulta.
Cambio con embrague pilotado
El sistema 2-Tronic elimina el embrague y se puede hacer una conducción
manual con las 5 relaciones del cambio. Bien usando la palanca tradicional
o las levas tras el volante. Aunque también se puede hacer una conducción
automática, más cómoda pero menos efectiva.
Este sistema si te permite reducciones relativamente fuertes, se puede
lograr un paso de marchas más rápido sobre todo en la zona alta de vueltas
incluso, si levantamos momentáneamente en el instante del cambio el pié
del acelerador, y reduciendo es bastante más rápido. Pero todo queda en un
todo más turístico, pensado para no complicarse la existencia, callejear y
hasta viajar de forma cómoda al volante.
Urbano ante todo
Es un coche excelente para maniobrar, a pesar de su tamaño, dispone de
opción de ayuda en maniobra trasera, y por debajo de 5 km/h se puede abrir
la puerta si por ejemplo queremos ajustarlo a algún lugar preciso. Tiene
buena visibilidad, un puesto de conducción bien reglado, y automatismos en
nuestro acabado “Dulce” de luces y limpiaparabrisas. Un punto negativo es
la incomodidad al ponerse el cinturón de seguridad, con una puerta tan
grande queda muy lejos su ubicación, y también un poco en medio a la hora
de salir los pasajeros de atrás.
Prestaciones normalitas a pesar de 110 CV
Del comentario anterior deducimos que las prestaciones de nuestro 1007
están algo penalizadas. La aceleración es sencillamente correcta, y la
punta de 190 de sobra para su filosofía, lo malo es que no debemos dejar
caer mucho el coche de vueltas, primero por que no es un motor con unos
grandes bajos – su par máximo está a 4.000 vueltas y es de 147 Nm sólo -
agradece ciertamente ir altito de vueltas, y después por que su cambio nos
auto reduce, y a veces no es deseable.
Sobre los consumos mantiene una línea buena, en ciudad se puede bajar de
10 litros cada 100 km, en carretera estamos en un dos o tres litros menos
sin cuidar en absoluto la conducción, los 6.6 de promedio del catálogo no
es una cifra complicada de lograr, la filosofía del coche tampoco te
invita a hacer una conducción muy deportiva.
Coqueto interior
Es un coche muy coqueto, con muchos detalles de acabado, alguno sobrantes
como las bandejas sobre el salpicadero tapizadas. Una preocupación de
conjuntar colores entre carrocería y tapicería, con detalles como los
adornos en las salidas de aire. Como digo coqueto, y en nuestro “Dulce”
bien equipado, y con muchos elementos en opción de coche “mayor”.
Mucho equipo básico y opcional
Así desde los 17.250 € que cuesta al día de hoy nuestra versión básica
–ofertas aparte – hasta los más de 20.000 de nuestra unidad, se van en
equipo opcional en el que destacamos el sistema de navegación por GPS y
pantalla a color situada en el fondo del salpicadero, quizá demasiado
lejos, pero bien protegida de reflejos.
De serie este 1007 trae elementos como climatizador, equipo de audio con
CD frontal, llantas de aleación, sensor de lluvia y encendido de faros
automático, entre otras cosas obligadas. Además de sus puertas automáticas
manejadas desde el mando con un botón.
No todo es perfecto con las puertas correderas
Comentando la comodidad de las puertas, no todo es perfecto, si nos hemos
olvidado algo en la bolsa de la puerta es posible que tengamos que entrar
en el coche cerrar la puerta y así cogerlo, ya que se queda aprisionado
sin posibilidad de meter la mano para coger lo olvidado. Tampoco podemos
bajar o subir el cristal si está mínimamente abierta. A pesar de su tamaño
y peso, incorpora un sistema de seguridad para no pillar a nadie,
retrocediendo si encuentra algún obstáculo.
Se puede cargar, pero sin pasarnos.
La zona de carga no es muy grande, el maletero es bastante reducido, 178
litros, con los asientos traseros en su posición más favorable para los
pasajeros. Pero podemos aumentar esta cifra corriéndolos para delante,
aunque dejamos sin espacio para las piernas a estas plazas de atrás.
Después podemos seguir con plegar respaldos y asientos según las
necesidades de carga lo pida. Con todo ello el volumen máximo tampoco
llegará a ser muy grande, apenas el de un maletero sencillamente bueno de
una berlina.
Resumen
Resumiendo sobre este Peugeot, hay que decir que es un coche distinto,
coqueto y pensado para la ciudad, si bien se defiende perfectamente en
carretera. Para el que anda todo el día bajando y subiendo del coche, para
el que tiene que callejear y de vez en cuando cargar algún bulto. Invitado
casi siempre a una conducción confortable, por su cambio automático, con
unos consumos buenos en línea económica como su tamaño y unas prestaciones
alegres pero penalizadas por el cambio algo lento.
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