Producción Com&Com.
Texto: Carlos Herranz 29/07/2011. Fotografías Com&Com.
Publicado Agosto 2011
Rf motor: GMPTE Tipo: G-A16LET
Con el motor de 180 CV se conjuga un coche de vocación familiar con un dinamismo al que el chásis y la suspensión ayudan a conseguir.
Cerca del Insignia
Su longitud de 470 cm., junto a una estética bastante similar a la del Insignia, hacen que la mayoría de la gente lo confunda con este último. Sólo hay que mirar fotos de ambos modelos y nos daremos cuenta que es bastante normal confundirlos a primera vista. Lo cierto es que posee una carrocería que impone bastante empaque y a la vez resulta bastante deportiva, todo esto en un coche que pertenece al segmento de los compactos familiares.
El frontal está caracterizado por el parabrisas en un ángulo muy tendido y las características luces diurnas de LED de los Astra. Este Sports Tourer es idéntico al cinco puertas por delante, mientras que a partir del pilar B toda la carrocería es completamente nueva.
De serie cuentan con unas finas barras de techo, muy bien disimuladas con la carrocería, que se funden con el discreto alerón trasero. La parte trasera quizá es la más proporcionada estéticamente y en ella descubrimos un portón que abre desde bastante abajo y un paragolpes trasero que forma una sola pieza con las aletas traseras. El anagrama "TURBO" creemos que sobra, pues da la impresión de ser el típico que cualquiera puede hacer comprando letras sueltas que venden en muchas tiendas de recambios y da sensación de cutre. Si este lo sustituyesen por un anagrama tipo "1.6 T" quedaría bastante mejor.
Espectáculo visual
Hasta que no se hace de noche no puedes darte cuenta de la iluminación interior del Astra, que incluye la iluminación de los perfiles de la consola y de los mandos de las puertas en un rojo anaranjado que no molesta y que si te ubica bien donde están los elementos. Ello sumado al resto de la iluminación siempre en tonos encarnados, y con un cuadro de fondo negro y bordes blancos, confiere un agradable interior cuando cae el sol.
De día ya puedes ver otras cosas como la consola central cargada de botones. En nuestra unidad disponíamos de navegador que suma algunos más.
En unos primeros momentos hay una saturación visual pero en poco tiempo le coges el truco. Cuenta con un mando central tipo joystick que puede usarse para ir pasando por los menús y también hay muchos de accesos directos, incluidos los dos módulos que hay en el volante desde los que se puede acceder a casi todo.
Zona de carga de primera categoría
Cuando probamos el Astra berlina ya nos gustó mucho lo cuidado que estaba el maletero y en el Sports Tourer, cuyo principal motivo de compra tiene que ser su maletero en buena lógica, no iban a ser menos.
Lo primero que nos gusta es que su suelo posee unas formas totalmente cuadradas y está limpio de elementos que puedan estorbar. Además tanto el suelo como las paredes están tapizadas, un detalle que suma puntos en calidad. Otra cosa positiva es que el abatimiento de los asientos traseros es pan comido. Sólo hay que accionar unos tiradores que se encuentran en los laterales del maletero y ¡voilá!, suelo plano para cargar lo que nos apetezca.
Aparte de tener 500 litros de capacidad básica de carga también hace pleno en cuanto detalles con los objetos menudos. Para tener el 10 en este apartado tan sólo le haría falta que el cristal trasero fuese practicable para acceder a la carga.
Empuje constante sin alardes
El motor 1.6 turbo es "veterano" en el banco mecánico del Astra. Este motor ya lo hemos visto con idéntica cifra de potencia en el Opel Meriva OPC de la anterior generación y lo podemos disfrutar en el actual Corsa OPC en su variante de 192 CV.
Para ser un motor turbo de alta potencia específica lo cierto es que su forma de entregar la potencia para más bien de un buen motor 6 cilindros atmosférico y tiene una buena respuesta constante desde prácticamente 2.000 rpm pero en ningún momento nos dejará pegados al asiento.
Es un motor que resulta muy suave y silencioso en su funcionamiento aunque el acelerador es bastante sensible y si no andamos con mucho tacto provocaremos incómodos tirones al acelerar.
