Texto: Equipo de pruebas 17/08/2012. Fotografías Com&Com.
Publicado Agosto 2012
Rf motor: GM Tipo: A16LET
Diseño muy atractivo y de apariencia musculosa
Opel ha conseguido con este GTC un coche muy diferenciado estéticamente del Astra de cinco puertas en el que se basa, tanto que casi parecen dos coches distintos. El frontal es la mayor similitud que guarda con su hermano, pero de ahí para atrás poco o nada tienen que ver el uno con el otro.
Su diseño es muy afilado y su apariencia realmente musculosa. Parece como si al Astra GTC le hubiesen dado anabolizantes por lo "inflado" que se ve lo mires por donde lo mires y por sus enormes llantas opcionales de 20", más propias estas últimas de un todo terreno propiedad de un rapero norteamericano que de un coupé del segmento de los compactos.
En la vista lateral se deja entrever el spoiler trasero sobre el portón y dos líneas de tensión, la primera que se curva hacia abajo desde la puerta delantera y a lo largo del estribo lateral, y la otra que va desde el tirador de las puertas hasta los grupos ópticos traseros.
Por detrás se nota claramente como la anchura en la parte superior del portón es muy inferior a la que encontramos a altura del paragolpes. Cuando llegamos al nivel inferior de la luna trasera el coche se ensancha para dar cabida a los grupos ópticos y a los abultados pasos de rueda. Como detalles deportivos tenemos una salida de escape cromada y una especie de alerón que emerge tímidamente por encima de los faros.
La apertura del maletero va bastante bien camuflada en el logotipo de Opel, el cual hay que pulsar en su parte inferior para abrir el portón. Si no se sabe esto lo normal es ir a accionar el mecanismo de apertura en el rebaje que hay entre dicho portón y el paragolpes.
Habitable a pesar de ser coupé
Normalmente los coupés derivados de compactos suelen ser coches en los que las plazas traseras no son todo lo confortables que debieran para ser usadas por adultos pero en este Astra GTC no es así, o al menos las carencias no se manifiestan tanto.
De momento el acceso a las plazas traseras en bueno gracias a la longitud de las puertas delanteras y a lo que se desplazan los asientos delanteros al abatirlos. Una vez en estas plazas la altura disponible para sus ocupantes es bastante buena pero lo que más destaca es el espacio disponible para las piernas, con una cota útil máxima de 170 cm. que es más digna de berlinas que rondan los 4,80 metros de largo. En cuanto anchura aquí se nota que hay algo menos de espacio respecto al cinco puertas y familiar, siendo lo ideal que como mucho viajen dos adultos para no ir incómodos.
Por delante no cambia nada respecto a sus hermanos y no hay ningún problema de cotas, con más de un metro de altura disponible y una posición del asiento del conductor que en su posición más inferior no resulta todo lo baja que desearíamos para un coupé deportivo.
Hasta que no se hace de noche no puedes darte cuenta de la iluminación interior del Astra, que incluye la iluminación de los perfiles de la consola y de los mandos de las puertas en un rojo anaranjado que no molesta y que sí te ubica bien donde están los elementos. Esto, sumado al resto de la iluminación siempre en tonos encarnados y con un cuadro de fondo negro y bordes blancos, confiere un agradable interior cuando cae el sol. De día ya puedes ver otras cosas como la consola central cargada de botones. En nuestra unidad disponíamos de navegador que suma algunos más.
En unos primeros momentos hay una saturación visual pero en poco tiempo le coges el truco. Cuenta con un mando central tipo joystick que puede usarse para ir pasando por los menús y también hay muchos de accesos directos, incluidos los dos módulos que hay en el volante desde los que se puede acceder a casi todo.
La mayor pega que vamos a encontrar la tenemos en la posición del pilar A para el conductor, el cual estorba bastante en la visión de los giros cerrados a la izquierda (incorporaciones a rotondas, cruces, al estacionar, etc.).
Motor turbo con carácter atmosférico
El motor 1.6 turbo es "veterano" en el banco mecánico del Astra. Este motor ya lo hemos visto con idéntica cifra de potencia en el Opel Meriva OPC de la anterior generación y lo podemos disfrutar en el actual Corsa OPC en su variante de 192 CV.
Para ser un motor turbo de alta potencia específica lo cierto es que su forma de entregar la potencia parece más bien de un buen motor 6 cilindros atmosférico, con una buena respuesta constante desde prácticamente 2.000 rpm pero que en ningún momento nos dejará pegados al asiento. Es un motor que resulta muy suave y silencioso en su funcionamiento aunque el acelerador es bastante sensible en modo "Sport" y si no andamos con mucho tacto provocaremos incómodos tirones al acelerar.
Su mayor enémigo: el elevado peso
Por desgracia este aspecto es un "mal" común en toda la gama Astra. No es de recibo que nuestra unidad de pruebas arroje en la báscula un peso de poco más de 1.600 kg. en orden de marcha. Este elevado peso condiciona sus reacciones y es una pena, porque el comportamiento no es malo.
En curvas, y especialmente en las lentas, cuesta meter el coche porque el peso condiciona las inercias en el inicio de los apoyos. En el caso de las más lentas también la monta opcional de neumáticos con llanta 20" nos resta capacidad de giro. Lo suyo es quedarse con las de 18" de serie salvo que le demos más importancia a la estética que al comportamiento.
Al menos este tamaño de rueda genera mucha confianza en el paso por curvas rápidas por el aplomo conseguido a pesar de que los neumáticos tengan que llevar una presión de inflado que impide que flexionen algo más para hacer un poco más estable el paso por curva.
El chasis es muy bueno y demuestra que si no fuera por el elevado peso que tiene que cargar el paso por curva se vería mejorado. Prueba de ello es que los cambios de apoyo los negocia bastante bien, dando la sensación en ese momento de llevar un buen utilitario deportivo con 500 kg. menos. También lo demuestra un paso por curva muy plano y estable una vez que ya llevamos el coche apoyado aunque el comportamiento deportivo no llega al nivel de un Seat Leon, por poner un ejemplo. Los frenos sí que están a la altura en buena lógica debido al alto peso del coche, mostrándose muy potentes y con buena mordiente y dosificación de la frenada.
Cuenta con tres modos de conducción que se activan desde botones en el salpicadero. De los tres modos disponibles (Normal, Sport y Tour) la lógica nos dice que en cuanto haya curvas el modo Sport será nuestro aliado...siempre y cuando la carretera no esté bacheada, momento en el cual la suspensión va demasiado dura, rebota más de lo deseado y se logra un paso por curva a inferior velocidad que si lo hiciéramos en modo Normal. Sólo recomendamos el modo Sport al circular en carreteras con asfalto en muy buenas condiciones.