Texto: Eugenio Pinilla 04/08/2012. Fotografías Com&Com.
Publicado agosto 2012
Rf motor: Nissan Tipo: MR16
Si al conducir un el Nissan Juke de 110 CV, versión diésel, te quedas con la sensación de ser un agilísimo coche en ciudad y muy divertido en curvas, donde la potencia se te queda corta, piensas que el Juke de 190 cv va a ser una pequeña bomba, y quizá al ponernos a los mandos con tanta esperanza te bajas un poco desilusionado, porque la única diferencia es que se ha montado un motor más potente sobre la misma base.
El Juke 1.6 Turbo, con 190 cv pesa 1.367 Kg según su ficha técnica, así que nos vamos a montar en un coche con una relación peso/potencia de 7,2 Kg/CV suficiente para esperar unas aceleraciones más que brillantes, pero aún siendo la versión más rápida de las dos disponibles de este motor turbo - la otra es automática y 4x4, lo que implica más peso - la primera impresión es que los 190 CV no son tantos.
Le falta un poco de nervio, a pesar de que sus 240 Nm de par máximo se suponen que llegan a tan solo a 2.000 rpm, cifras muy parecidas a las del dCi de 110 CV. La sensación no es la de disponer de 80 CV más, sobre todo hasta medio régimen, una vez ya superado, en este 1.6 gasolina la diversión si se alarga pues disponemos de más margen en el cuentavueltas para apurar.
En todo caso es un coche que agradece el uso del cambio y de ir más bien alto de vueltas si quieres ver todo su potencial, porque sino el pequeño diésel no le queda tan lejos.
Más consumo y peor tacto del cambio.
Siguiendo con la comparación con su hermano diésel, el Juke 1.6 Turbo es bastante más sediento, ya sobre el papel se traga 1,8 litros de combustible más y además es gasolina que aún sigue siendo más cara que el gasoil. Pero en la práctica esa diferencia es mayor, usando la potencia del Juke Turbo, que para eso lo hemos comprado, los consumos van a ser prácticamente del doble. En carretera donde el diésel gasta 6 el Turbo gasta casi 10.
Nuestra horquilla de consumos en autovía/autopista en cruceros 120/130 estuvo entre 9 y 10 litros, y muy por encima de 10 si estamos en carretera de montaña a la mínima que nuestro andar sea deportivo.
Otro punto en el que el Juke Turbo sale perdiendo en el tacto del cambio, quizá buscamos nuevamente el tacto del dCi, y ahora sin ser un cambio de manejo malo, si es verdad que no es tan bueno, con inserciones algo más esponjosas y lentas.
Resumiendo hay que decir que prácticamente por el mismo precio ganamos algo más de prestaciones y diversión, pero éstas no son para lanzar cohetes, perdemos en los consumos, y claramente en un placer de conducción no tan exquisito por el peor tacto del cambio.
El Juke 1.6 Turbo se dispone también con tracción total y cambio automático, una versión mejor para salir fuera de la carretera.