Texto: Eugenio Pinilla 15/09/2010.
Fotografías Com&Com.
Publicado octubre 2010
Rf motor: BMW Tipo: D/9HZ
Cuando esta unidad de Mini cayó en nuestras manos, ya sabíamos que iba a ser renovado. Pero nuestro Mini tiene una personalidad propia, con discreta decoración monocolor de la bandera británica, su cuna. hay que acercarse a ver el logo de "One D" para saber que tras los adhesivos, y las llantas de 205 en 17 pulgadas hay un motor de tan solo 90 CVmuy económico.
Cuando metes primera y aceleras los 90 CV mueven bastante bien al Mini, pero claro si vamos con mentalidad deportiva vemos que enseguida se acaba la "guasa" cuando el cuentavueltas alcanza las 4.000 vueltas, estamos ante un motor de corte económico que se defiende bien en bajos pero tiene un temperamento tranquilo.
Cuando llegan las curvas apenas hay que frenar, se maneja con una facilidad tremenda y las sensaciones son casi iguales pero sabiendo que no vamos a salir de cada curva como si condujéramos el Cooper S o el JCW.
Larga lista de opciones
Nuestro Mini, de serie, contempla un equipamiento tirando a corto, donde cualquier detalle medio básico hay que pedirlo aparte. Hablamos del aire acondicionado o las luces indirectas, después la personalización de esta unidad nos lleva a una lista en la que encontramos muchos elementos que otros modelos en su precio los trae de serie y que evidentemente nos alarga el presupuesto de forma considerable.
Pero nuestro Mini es especial por esto precisamente, por la personalización que comienza en lo estético, partiendo de un motor económico.
Las llantas de 17 pulgadas, perfil bajo (45) y 205 de ancho aumentan el paso en curva y la fidelidad de la trayectoria, y si te gusta dar curvas a todo trapo este calzado además de "pintón" es muy efectivo, con el consiguiente riesgo de escaldar los frenos, podemos también abusar de ellos, aunque con 90 CV hay que ponerse un poco burros para que un Mini con poca carga, y discos bien refrigerados vayan a dar problemas.
Cualquier conductor novel se va a sentir muy a gusto negociando curvas con un coche que acelera de manera satisfactoria, sin problemas en la tracción, que gira plano sin apenas balanceo con una amortiguación endurecida y de muy poco recorrido que acentúa esa sensación típica de los Mini de conducir un kart pegado al suelo.
Interiormente encontramos un volante multifunción con control de crucero, y mandos para el teléfono y para las órdenes vocales, todo ello son opciones claro. También el navegador que se encuentra en el tradicional velocímetro central del Mini de toda la vida. Un elemento más decorativo que otra cosa cuando no tiene este sistema, ya que jamás miraremos la velocidad a la que vamos ahí. Para eso el mini cuenta con un reloj tras el volante, que se mueve con la caña de la dirección y en el que vemos principalmente el cuenta vueltas. La velocidad se puede programar para verse en el pequeño display central donde alternamos otras lecturas a voluntad.
Divertirse sin derrochar
Aunque llevemos un coche de 90 CV, podemos hacer nuestros pinitos. Con uno o dos ocupantes, sin mucha carga el ritmo puede ser relativamente alto y estar en un consumo muy inferior a 10 litros. Digamos que no vamos tan deprisa como con otros motores más potentes pero estamos en la mitad de consumo.
Contamos con el sistema de recuperación de energía, y el de calado automático del motor. Aquí una pequeña queja y es que cuando el sistema para el motor, nos quedamos sin servo dirección.
Con estos sistemas en ciudad es fácil hacer promedios de 5 litros, y en carretera con cruceros tranquilo ir hacia los 4. Cifras todas ellas no muy lejanas de las siempre optimistas homologadas.
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