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    Mini Clubman Cooper (Descatalogado): Un Mini de 4 metros y 5 puertas

    20 de enero de 2008
    Texto: Eugenio Pinilla 17/12/2007. Fotografías Com & Com. Publicado diciembre 2007 

     

    Dicho así puede parecer que estamos ante un polivalente de los tradicionales cuando de tradicional este Mini no tiene nada. Quizá el nombre, ya que es una variante producida por BMW en el siglo XXI con 3 puertas de acceso al habitáculo y dos más de acceso al maletero.

    El Clubman trata de mantener la filosofía del Mini dándole algo más de importancia a las plazas traseras y a la zona de carga, es 26 cm más largo, que en estas tallas se nota bastante y gana centímetros para los pasajeros traseros y en la zona de carga que ahora tiene 100 litros mas en su configuración de 5 plazas.

    3 puertas de acceso al habitáculo

    Lo más llamativo es que ahora hay 3 puertas de acceso al interior, las delanteras normales, que siguen sin marco y una trasera por el lado contrario al del conductor, derecha en España, para facilitar la entrada a las plazas traseras.

    Es una puerta entrelarga, que sólo puede abrirse habiéndolo hecho primero la del "copi" - al estilo de las del Mazda RX-8 - y que no tiene montante central entre ambas ya que este montante se abre con la puerta trasera, en la que hay un cierre de seguridad para que una vez cerrada, el arco de seguridad central tenga consistencia.

    Con el gran hueco abierto por el lado derecho, apartando el cinturón de seguridad delantero que se queda por en medio, uno pasa a las plazas traseras de forma bastante cómoda pero siempre por el lado derecho.

    El portón trasero ahora se abre con dos pequeñas puertas, tipo furgoneta, con un curioso diseño que salva el piloto trasero a través de un hueco.

    Por último el techo evidentemente es más largo y está algo sobreelevado por el interior en la zona trasera.

    5 plazas algo más holgadas

    Aunque se sigue dependiendo del reglaje de los asientos delanteros para disponer de más o menos espacio en las plazas traseras, éstas ganan algo, aunque sólo sea por el desagobio de entrar cómodamente y tener algo más de espacio para meter los pies. Gran problema del Mini Coupé.

    Delante nada delata al Clubman, que ya incorpora la nueva generación de interruptores, manteniendo un diseño fresco y deportivo, con mucho plástico al tacto, pero con un correcto planteamiento, como siempre. Con el salpicadero presidido por el gran velocímetro, herencia forzada del Mini de toda la vida.

    Nada nuevo ni en huecos ni en detalles, que en su caso preciso tienen alguna lagunita, sobre todo atrás, donde se habrá ganado en centímetros pero seguimos sin buenos huecos ni luces indirectas, con unos asientos que tienen una buena banqueta, con el respaldo y el hueco para los pies algo más cortos, los mismos pecados que el Mini normal.

    No hay ventanillas que se abran de ninguna forma en estas plazas, ni siquiera en la nueva puerta, cuyo diseño se preocupa más por que una vez que esté cerrada la robustez del chasis siga siendo la misma.

    Un detalle de buen gusto es la iluminación interior de baja intensidad, no sólo la típica sobre los mandos de la consola delantera, sino a modo de pub íntimo sobre los montantes laterlajes hacia el techo.

    Un maletero algo más desahogado

    La nueva zona de carga con estos centímetros de más gana 100 litros en lo que es el maletero normal, ¡que tiene 3 pisos!. Aún gana más abatiéndolo.

    Me explico; en principio para lograr un suelo al mismo nivel, una vez abatidos los respaldos traseros, el suelo del maletero se ha puesto a la misma altura que éstos una vez abajo, con lo que se crea un doble fondo al que se accede por una segunda bandeja de ocultación que vamos doblando en zig-zag. Aquí nos encontramos con una caja plegada que podemos usar para colocar en otro sitio llenándola de carga menuda.

    Pero más abajo aún descubrimos un tercer piso, en el que debería estar una rueda de repuesto. Al llevar neumáticos "Run Flat" - estos que te permite rodar aun pinchado- no tenemos rueda de repuesto, y si un hueco de relativo tamaño para seguir guardando cosas en el piso -3.

    Cuando uno está manipulado en esta zona de carga del Mini Clubman parece que estuviera haciéndolo en un cofre de esos que guardan tesoros. Primero por la apertura de las dos pequeñas y bajas puertas de acceso, y después por ir descubriendo huecos como en un tocador.

    Por lo demás vemos que hay una toma de corriente y ganchos para una red que encontramos en el segundo piso.

    El abatimiento se hace desde el maletero, y hay que retirar antes el reposa-cabezas central que une ambos respaldos. La banqueta permanece fija.

    Nuevas funciones de parada del motor y recuperación de energía

    Mecánicamente el Mini Clubman es idéntico al normal, y en nuestro caso el motor de la versión Cooper, con 120 CV es el mismo 4 cilindros, con el mismo cambio de 6 marchas, tracción delantera y todo lo demás. Como el control de tracción, y ABS con control de frenada en curva.

    La novedad es que el Clubman ya incorpora desde su salida al mercado el nuevo sistema que terminaremos viendo en todos los coches, que cala el motor en las paradas, además de recuperar energía cinética (de movimiento). Esto no se hace de una forma cualquiera, si no que se produce en determinadas condiciones.

    Equipamiento sin novedades

    Este Clubman Cooper tiene el mismo nivel de equipo que el que encontramos en el Cooper Coupé normal de 3 puertas. Es un nivel acorde a las aspiraciones que no tanto al precio, en el que encontramos gran preocupación por elementos de seguridad, con control de tracción, el de estabilidad llega con el acabado Cooper "S". El aire acondicionado es sencillo, ahora con unos mandos un poco más incómodos.

    Disponemos de control de presión de neumáticos y de un ordenador de consumos que no vemos en la lista de elementos de serie.

    Al volante es todo un Mini

    La nueva tara y peso no nos interfieren en la forma de conducir este Mini. Aquí si que sigue siendo todo un Mini - de los de ahora. Con un puesto bajo, una instrumentación parcialmente centrada, y unas sensaciones de control como siempre, de deportivo que transmite todo.

    Pero sigue habiendo pequeñas lagunas en reglajes, con un volante que si bien arrastra el cuentavueltas en su regulación de altura, no se puede regular en distancia.

    Luego lo del velocímetro central, cosas del guión, al menos ahora podemos poner en un pequeño display, el del ordenador de viaje, la velocidad en numeración digital muy a la vista, más precisa y practica a la hora de la verdad.

    Un aspecto que no acaba de convencerme es el arranque con botón, sobre todo mientras la llave no sea de detección, y además en este caso la misma es un mando de forma un tanto caprichosa, algo grande que se mete como al revés en un hueco diseñado seguramente en un momento de ofuscación mental del ingeniero. Realmente creo que no puede ser la misma persona que diseño los excelentes botones del mismo coche.

    8 cm más de batalla

    El Clubman será para el 99% de los mortales un coche con un comportamiento idéntico al Coupé, tenemos un peso algo mayor y 8 cm más de batalla, pero no son variables que le diferencien de forma clara su comportamiento. El coche sigue siendo igual de divertido y eficaz. Un coche que "se pilota", que te diviertes con sus reacciones en las curvas, con apoyos planos, muy fácil de sacarle el partido con gran sensación de seguridad.

    Reservamos ese 1% para los que buscan toda la esencia, quizá en vacío en suelos muy buenos donde puedes exprimir claramente todo el coche se muestre menos nervioso en cambios de apoyo, con una más ligera inercia.

    Pero estamos hablando de cosas que se pueden producir si simplemente llevas unas presiones u otras, carga o no carga.

    Sistema de recuperación de energía.

    Los consumos de su motor homólogo se han mejorado, a pesar de mayor peso, con el sistema de recuperación de energía y sobre todo en ciudad con un motor se que para en los semáforos.

    El primer sistema recupera energía cinética en las fases de no aceleración y va acumulando energía eléctrica para los sistemas que funcionarán de forma autónoma mientras la carga sea óptima. En este sistema esta el arranque del coche, por ejemplo, cada vez que paramos y el sistema detecta ciertas condiciones. En principio estar en punto muerto y embrague no pisado (motor embragado), en cuanto pisamos nuevamente el embrague, para poner la primera y salir, el coche se auto arranca, incluso antes de haber terminado de pisar el embrague hasta el fondo.

    Este sistema detecta la capacidad de la batería respecto a los sistemas conectados, luces, aire, sonido.. y si cree conveniente no cala el motor, o lo pone en marcha sin pedir permiso. En nuestra prueba sólo nos contrarió una vez y fue en un Stop, la parada fue la imprescindible ante la especificidad de la señal, y en décimas de segundo intentó parar el motor, y volvió a arrancar al embragar para meter la primera, apenas llego a parase y volverse a encender, con el típico "mosqueo" por la sensación de que casi se te cala por algo mal hecho, por lo demás el sistema es de "10".

    Consumos mejorados

    Pero a todo esto, ¿realmente el consumo se nota?, pues si, sobre el papel y sobre la práctica. Más en ciudad que en carretera, más de noche que de día y más si usamos el aire acondicionado.

    En nuestro caso la media en la prueba fue de 7.4 l/100 Km, donde el sistema podía estar al 50% de su potencial ahorro. En conducción deportiva, con curvas, donde el sistema no actúa apenas, el consumo está igual que el Cooper Coupé, con ligero menos peso. En este caso nos vamos a 11 ó 12 litros, cifra relativamente muy buena.

    En resumidas cuentas el consumo de este Mini es muy bueno, sobre todo en relación a sus prestaciones, pero lo mejor es que en determinadas conducciones aún mejora.

    Es un coche que pierde algo de punta respecto al Coupé, pero supera aún los 200 km/h, y que acelera algo peor, pierde 7 décimas de 0 a 100, lo que puede perderse de ir el conductor sólo o acompañado. Pero concretamente se puede hablar de un coche divertido, ágil con un motor que a pesar de su deportividad no es necesario mantener en la zona alta de revoluciones.

    Sin competencia

    Desde luego el nicho encontrado por la marca con este Clubman le hace no tener rivales, al menos si buscamos con una carrocería así. Podemos buscar con las típicas 3 puertas, pero ya no le estamos buscando competidores al Clubman, sino al Coupé, en definitiva otro modelo. No obstante si algún día parece un rival en nuestro listado de competidores directos actualizado estará.

    RESUMEN

    Original Mini, algo más largo y algo más capaz, conservando la esencia y las sensaciones al volante, mejorados consumos con unas prestaciones apenas perceptiblemente inferiores que su homologo con carrocería digamos "normal".

    Una nueva configuración de espacio, que saca lo más posible de un coche de tan solo 4 metros.

    En particular es un coche de sensación deportiva al volante, que sigue teniendo un contenido tamaño y una original arquitectura, posiblemente no del gusto de los más puristas, pero si de los más prácticos, ya que salva en parte los grandes inconvenientes del Mini tradicional.

     

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