Texto: Eugenio Pinilla 28/11/2006. Fotografías Rubén D. Chaves. Publicado noviembre 2006
La
amplísima gama de Mercedes incluye un gran deportivo como es el CLS en el
que sólo se han previsto 4 plazas para casi 5 metros de coche. Y que con
su motor diesel de 224 caballos abre una nueva dimensión de lo que es un
coche de este carácter.
El tradicional concepto de un deportivo queda truncado para los más puristas cuando hablamos de un coche de casi 5 metros diésel, automático y con 4 puertas. Podría decirse que es una berlina según sus parámetros, pero realmente estando en una gama donde la berlina se llama sólo Clase “S” este CL, arrastra el estilo de los deportivos de la casa, lujosos, cómodos rápidos y en este caso poco sedientos para la masa y prestaciones que tiene.
Motor
diesel elástico y potente
La
tecnología permite flirtear con los motores diesel de las últimas
generaciones, una buena insonorización, una mentalización de que aquí
el cambio - por protagonista - deja de ser lo más importante, una electrónica
al servicio de la seguridad, lo último en amortiguación programable y
bueno, todo el glamour de la estrella alemana.
Así
que conjuntado el concepto de prestación y dinamismo de un deportivo,
con el confort y amplitud de una berlina, tenemos este CLS, de motor
diesel si bien para los que aún no estén convencidos de toda esta teoría
pueden escoger los motores de gasolina que son tres en la gama, con más
potencia en los V8, pero a buen seguros mas sedientos. Esta conjunción de un motor diésel, de 6 cilindros en V, con una potencia considerable, pero más por su par de 510 Nm a tan solo 1600 vueltas, es lo que personaliza una conducción quizá más contrastada con la esencia de manejar un cambio de forma más rácing.
Equipamiento
completo, pero los lujos se pagan aparte
De todas formas es un coche que no pierde un ápice del confort, ni de la calidad de acabados de la casa. Un interior espacioso lleno de detalles de confort, con un equipamiento alto aunque aún quedan cosas que se pagan aparte. Parte de estos elementos ,como el navegador GPD, tapicería totalmente de cuero, asientos con regulación eléctrica con calefacción y por ejemplo un teléfono que en nuestra unidad ocupaba la guantera central o un obligado sistema de ayuda en maniobras, son cosas que aumentan bastante el precio final de nuestra unidad.
4
plazas, todas cómodas y cuidadas
Las
plazas de atrás están tan cuidadas como las de delante, son sólo dos y
disfrutan de huecos, y salidas de aire con unos cómodos asientos, con los
tradicionales reposa-cabezas de la casa que se abaten con un botón desde
el salpicadero para facilitar la visibilidad hacia atrás, en un coche que
por su tamaño y posición baja de conducción agradece cualquier cosa que
suponga más visibilidad hacia fuera.
En
cuestiones de carga, con su carrocería casi coupé y filosofía de
berlina, mantiene un gran maletero, fruto de su tamaño, bien acabado pero
con la incomodidad de ser muy profundo, si no tenemos una estatura
determinada, coger algo del fondo significa meterse dentro. Éste maletero
se abre desde el mando y se cierra con un botón, de forma automática y cómoda. El acceso al coche se hace sin llave, se detecta la presencia del mando. Para cerrar basta con presionar un botoncito por seguridad, pero este sistema me temo que se paga aparte, Es muy cómodo por que implica el arranque desde el botón situado encima del pomo del cambio, según se agarra la palanca se arranca con el mínimo esfuerzo. El cambio lo mejor, efectivo y cómodo
Pero
conducir este coche, de casi 5 metros no es ningún problema. Evitando eso
si el excesivo callejeo, en carretera abierta es un placer, se unen un
excepcional confort de marcha con un estupendo dinamismo. Uno de los
puntos fuertes es su motor, elástico y potente, que tira bien casi desde
cualquier régimen, unido a un cambio de 7 velocidades, con accionamiento
secuencial o automático, con pulsadores en el volante.
El
interface de manejo es de lo más conseguido, tanto en la posición manual
como automática podremos hacer reducciones improvisadas, que el sólo
vuelve a manual si es necesario, todo ello siempre bajo la vigilancia de
la electrónica que nos mantiene en todo caso en un régimen del motor
preciso.
Un
cambio del que casi te puedes olvidar, en el que tocarás el mando
secuencial o no, pero no tendrás que estar demasiado pendiente de él. Si
te gusta usar el cambio sin desprenderte del volante se dispone de unos
pulsadores tras el volante, en ambos lados, con ambos podemos subir o
bajar marchas. Quizá el único pero de todo esto es que la guía secuencial esta en sentido perpendicular de la carretera, tras un pequeño periodo de adaptación se maneja de forma intuitiva y es muy cómodo.
Fallos
ergonómicos en algún mando para el conductor
Lo que no es tan cómodo es por ejemplo los mandos situados en la puerta del conductor para el manejo de los retrovisores. O el súper mando que tras el volante controla todo, luces, limpias, en el mismo lado que los intermitentes, dejando libre la mano derecha. Pero esto es ya así de siempre de los Mercedes.
Amortiguación
a la carta, ¿deportiva o confortable?
Dinámicamente nuestro coche disponía de amortiguación regulable, en tres
posiciones, pero ya desde la primera y más confortable el se mostraba muy
eficaz, con apenas inclinación en fuertes apoyos y con un aplomo y
mantenimiento de la trazada que no parecen de un coche de casi 2
toneladas. Aún se podía endurecer la amortiguación con dos posiciones más,
pero realmente la diferencia sólo se aprecia en una conducción altamente
deportiva en suelos muy lisos y favorables. Por su lado, el motor diesel ofrece unos bajos impresionantes que te permiten ritmos endiablados si revolucionar el motor, y una respuesta excelente a medio régimen para adelantar o salir de las curvas fulgurantemente. Eso sí en cuanto el terreno está mínimamente rizado, o apoyamos fuerte en curva, cualquier solicitación del acelerador un poco intensa provocaba la entrada del sistema de control de estabilidad, estando el suelo mojado es un elemento obligatorio para ir tranquilos estando conectado, y si uno quiere jugar con la trasera en seco pues sólo tiene que desconectarlo.
Prestaciones y consumos, otro punto fuerte
Los consumos son muy buenos en cuando nos proponemos cuidarlos. Con
razonables cruceros en autopista o incluso una conducción en carretera
algo ligera, mantenemos un promedio de menos de 8 litros cada 100 km. En
una conducción bastante deportiva llegaremos a 11 ó 12, pero será ya
complejo pasar de ahí a no ser que sean curvas de segunda, de las siete
marchas que tenemos. Y en ciudad con poco más de 10 litros se conforma en
condiciones benévolas de tráfico. Todo ello sin olvidar que es un coche se sobrepasa los 200 km/h con tremenda facilidad, acelera de 0 a 100 en menos de 8 segundos y ya ni se comenta la capacidad de recuperación que tiene, entre su excelente par y su cambio automático se puede acelerar sin preocuparse uno de nada en cualquier momento que la respuesta es siempre satisfactoria.
Resumiendo
Una conjunción muy atípica pero que funciona, coche grande, cómodo, de 4 puertas y 4 plazas y filosofía deportiva, por su línea y concepto dinámico. Mercedes lo mete dentro de su gama de “Coupés”. Amplio por dentro, lleno de detalles y exquisito acabado, con un maletero generoso y una dinámica en lo mejor de su segmento. En el que hay que destacar un motor y cambios excepcionales.
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Mercedes CLS 320 CDi: Deportivo de 4 puertas
10 de mayo de 2007
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Pruebas