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    Mazda MX5 RC 2.0 Sportive: Puesta al día con el techo rígido

    23 de agosto de 2007
    Las siglas RC añadidas al MX5 significa que el tradicional roadster de Mazda disfruta de una capota rígida, que en unos segundos permite pasar de Cabrio a Coupé, un tipo de capota diseñada para los descapotables que derivan de turismos, casi siempre de 4 ó 5 plazas.

    Texto: Eugenio Pinilla 22/07/2007. Fotografías Com&Com. Publicado julio 2007

     

    Pero nuestro Mazda proviene de un roadster, es decir de un coche de 2 plazas con capota de lona tradicional. La inclusión de este tipo de capota evidentemente dota de mucha más practicidad al coche, más insonorización y seguridad pero se corre el peligro de un diseño adaptado a la nueva estructura que suele ocupar parte del maletero cuando está plegada.

    En la gama del MX5 se sigue manteniendo el de capota de lona, hay dos motores siempre de gasolina, un 1.8 con 125 CV y nuestro 2.0 con 160 CV. Los niveles de acabado para la versión con techo de lona son 3, pero en el caso del RC sólo se dispone de los dos más altos “Active+” y este “Sportive”, exclusivo para el motor de 2 litros. El incremento de precio de las siglas RC es de casi 2000 € a la fecha de hoy, algo que hay que sopesar siempre.

    Carrocería: apenas cambios

    En el MX5 RC, el diseño de la capota se ha realizado sin apenas modificar la zona trasera del coche, ni tan siquiera influye en el maletero, que tiene la misma capacidad con o sin capota puesta. Son 4 metros exactos de largo para 2 plazas, no hay mucho espacio para el habitáculo y como es de esperar se sacrificarán ciertas cosas a favor ese placer de ir con el cielo por techo, en un coche de línea muy baja con poco peso y unas sensaciones muy deportivas.

    El techo se descubre en apenas 15”, tras destrabar el enganche de seguridad, queda perfectamente guardado tras los asientos. Dispone de una rejilla anti-vientos que sólo hay que levantar para evitar los remolinos en marcha. El dispositivo baja previamente los cristales pero no los deja en su sitio.

    Mecánica: el 2 litros es el motor más potente de la gama

    Motor delantero y tracción trasera, esto es lo más importante y lo que nos caracterizará el temperamento del coche, aunque los sistemas electrónicos minimizan siempre todo esto.

    Los 160 CV se dan a 6700 rpm, por lo que hablamos de un motor con temperamento deportivo, los 180 Nm de par máximo a 5.000 rpm lo certifican también, sin embargo la respuesta del motor a bajas vueltas es francamente buena, nada de pereza para empujar desde el principio y un brío extra andando por la zona alta del cuentavueltas. La conducción así puede dulcificarse, junto a los consumos y destapar toda su esencia cuando se nos antoje apurar más las marchas.

    La transmisión cuenta un pequeño autoblocante, que lo hace mucho más efectivo como veremos. Así en cuanto al tema mecánico podemos decir que estamos ante un coche bastante purista y deportivo y que nos guarda un motón de buenas sensaciones, a pesar de no tener una descomunal potencia, no es muy pesado. Según el catálogo 1207 Kg. Pero según la ficha técnica 1095. De todas formas cada caballo toca a unos 7 Kg. lo que es una relación francamente buena.

    Interior: buena factura con tapicería en piel

    La configuración del coche es la típica de un roadster. Con 2 plazas muy pegadas al suelo y poco espacio alrededor. Ello es una de las razones por las que no hay mucho lujo, si bien el acabado es muy bueno con tapicería de piel, los detalles de confort son básicos, en un coche que desde luego no tiene el confort como objetivo.

    Así podemos encontrar unos pobres parasoles, casi de compromiso, un pobre equipo de luces, sin tan siquiera indirectas de lectura, o unos posavasos colocados donde se puede. Hay hasta 4. los de las puertas muy pegados a las piernas y los del centro entre los asientos estorbando en el manejo del cambio.

    Y es que no hay espacio para maravillas. Sin embargo no nos podemos quejar de huecos, contamos con una decente guantera y un hueco entre los asientos ambos con llave y que nos permite guardar casi todo lo que uno puede llevar encima.

    La calidad de los mandos es buena, tiene una consola central en la que se resumen los mandos del equipo de sonido – un Bose de cierta calidad – y los del climatizador, de manejo muy rápido y cómodo. Los asientos no son grandes butacones pero son bastante cómodos y envolventes. No hay cenicero – los que fuman tendrán que hacerse con uno tipo nómada que se colocan en los posavasos, pero tampoco hay donde dejar para los que no fuman ni un envoltorio de un caramelo.

    Equipamiento: sin lujos, pero práctico

    Siendo el más equipado, ya he dicho que no hay lujos. Es un equipamiento funcional del que el conductor no ha de tener queja. No hay sitio para muchas cosas, pero lo que hay está bien y es requerido en su precio.

    Al climatizador y equipo de sonido, con cargador de CDs se añaden elementos de confort como asientos calefactados. Para la conducción además del obligado ABS se cuenta con control de estabilidad, asistencia al frenado de emergencia, faros de xenón – con lavafaros y auto-nivel -, mandos en volante y por supuesto llantas de aleación y faros antiniebla.

    Zona de carga: maletero para fin de semana

    Desde luego no es un coche para grande viajes llenos de equipaje, pero si somos de los que sabemos ir con una muda y el cepillo de dientes el maletero estará bien. Son 150 litros, con una boca superior tampoco muy grande, no tenemos rueda de repuesto, si no habría apuros ya en el número de mudas. Tenemos un kit de reparación de pinchazos, bien recogidito, así como las herramientas y los triángulos, el suelo tiene una doble profundidad, y valdría para dejar pequeños bultos, pero evidentemente no está compartimentado ni tiene sujeciones algunas para carga menuda o bolsas.

    Su luz además debemos accionarla manualmente, algo que no es de recibo en un coche de su precio, no cuesta mucho encenderla, pero se nos puede olvidar apagarla.

     

    Conducción: el placer de ir pegado al suelo

    Como todos los coches de este tipo cuando nos ponemos al volante es cuando comenzamos a compensar los sacrificios de espacio y equipamiento y los que gustan de una conducción pura y deportiva disfrutarán mucho a los mandos de este Mazda.

    El puesto no es apto para tallas extremas, pero hasta los 1,90 de estatura no habrá grandes complicaciones. El volante es fijo en extensión, si bien se puede regular en altura, los pedales están acabados en aluminio con un excelente reposo para el pié izquierdo, el cuadro de mandos tiene un acabado deportivo con 5 esferitas en las que se añade presión de aceite a las informaciones habituales. Es un cuadro sencillo en el que quizá se podía haber escalado mejor los relojes principales ya que desaprovechan ¼ de escala con el que se podría haber dado mas claridad a las indicaciones.

    La palanca de cambios, cortita y saliente de la consola central, nos da un buen feeling de lo que enseguida podemos comprobar, recorridos cortitos e inserciones muy bien guiadas, un cambio que se maneja con gran gusto.

    Con una excelente respuesta del motor desde los primeros milímetros del acelerador, este cambio tan gustoso y el puesto de conducción bajo, uno se siente a los mandos de un fórmula con el cabello al viento.

    Salvando los problemas de espacio, el confort no está tan perjudicado como se podía esperar, el taraje de suspensión no es demasiado sufrido y las sensaciones son estupendas cuando llegan las curvas.

    Comportamiento: divertido y sin complicaciones

    La potencia está en unas cifras que ya te permite un considerable ritmo cuando todo lo demás te ayuda a ello. Con ese carácter deportivo del motor, pasamos de tener un motor alegre pero sin sobresaltos y muy progresivo al principio, a meternos en la zona alta del cuentavueltas y encontrar cierta patada y nerviosismo del tren trasero, pero con el control de estabilidad puesto la diversión siempre se ve coartada a la mínima que sales chutando de alguna curva, y es que además el autoblocante no se lleva bien con el sistema de control electrónico de estabilidad y éste apenas tarda nada en cortarte el rollo anulando la solicitud del acelerador. Así que hay que quitar el sistema para notar algo de movimiento en la trasera.

    Se puede jugar lo suficiente en manos expertas para salir ya con más brío, notando como el coche empuja de atrás y el paso en curva se hace más rápido y con una sensación más deportiva. Apenas se tumba, la potencia no te sorprende y todo se hace divertido dentro de unos parámetros de potencia ya decentita.

    Prestaciones y consumos: todo a gusto del consumidor

    Poco peso, poca sección frontal, buena aerodinámica … son cualidades que permiten a nuestro Mazda desarrollar consumos buenos, y siempre que mantengamos el coche en la zona “turística” del cuentavueltas, donde podremos estar en esos 8,2 litros cada 100 km. anunciados de consumo promediado, o incluso menos en carreteras generales. No nos resistiremos la tentación de buscar la zona alta de giro en las curvas y es aquí donde pasaremos de los 10 con facilidad.

    Su punta con el techo puesto supera ampliamente los 200 km/h y acelera en poco más de 8 segundos de 0 a 100, el cambio facilita las cosas. Quizá en recuperaciones sea menos brillante, buscando rápidamente algo más de entrega con el cambio, pero hay buena reserva de caballos rodando a cruceros incluso por encima de los 130 km/h, el uso de una quinta será por puro placer de manejar el exquisito cambio.

    Precio y competencia: caro pero sin mucha competencia

    Es un coche con un precio caro de la potencia, tampoco hay ni tamaño y equipo demasiado lujoso, lo bueno es que no tiene mucha competencia directa, hay roadsters de dos plazas, los hay más grandes y más pequeños pero en su patrón de tamaño y potencia tan solo está el Z4 de BMW con motor de 2 litros 150 CV y un poco más caro. La otra opción está en el Mercedes SLK de 163 CV y mucho más caro.

    RESUMEN

    Roadster bastante puro, en unos parámetros medios de potencia, con las típicas incomodidades de ser un 2 plazas que guarda casi todo para su disfrute bajo el cielo. Es un poco caro de adquisición, pero guarda muy buenas sensaciones para el conductor, no es un coche demasiado castigador en marcha, acierta en sus cualidades de no fatigar con duros tarajes, guardando buenas formas, un control de estabilidad poco afinado y un maletero de compromiso que su dueño ya sabrá.

    El coche está firmado a la entrada

    Un maletero con poco espacio pero ordenado

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