Mazda Mazda5 2.0 CRTD Style+: Coche para todo y para todos

Texto: Eugenio Pinilla 24/10/2009. Fotografías Com & Com. Publicado octubre 2009

Las particularidades por las que se distingue el Mazda5 es su modularidad interior en un tamaño muy compacto. Dentro caben hasta 7 adultos, si bien para viajes realmente es una configuración de 6 la ideal, la plaza central de la fila media es un poco de compromiso.

Tiene un curioso sistema de escamoteo del elemento que no se use en esta plaza central. Si usamos el banquetín, podemos ocultar una bandeja central que sirve para dejar cosas y tiene otros dos posavasos extras.

O viceversa, usando este elemento, el banquetín se oculta bajo los asientos laterales.

Éstas son las plazas centrales, pero el coche tiene otras dos filas. La delantera, con buenos asientos y todo tipo de huecos, y las traseras del todo, válidas para tallas normales, jugando un poco con el reglaje de los asientos, ya que la fila central también puede correrse unos 16 cm para ajustar el reparto de espacio.

Enorme maletero con 5 plazas

Pero también podemos hacer uso de este Mazda5 con una configuración tradicional que son 5 plazas y maletero.

Aquí, el volumen de carga es enorme, es cuadrado y tiene un abatimiento plano y cómodo de los asientos centrales, e incluso podemos abrir uno de los asientos de la tercera fila y el otro dejarlo guardado, y aún tenemos un buen volumen de carga.

Esta modularidad es su gran baza junto con unas puertas laterales correderas que dan acceso a las 5 plazas traseras, aunque para pasar a las dos de la tercera fila sea algo más incómodo.

Puertas correderas y eléctricas

Una de las mejoras en equipamiento recientemente en la gama ha sido la inclusión de las puertas eléctricas como equipo de serie en este acabado Style+, que junto con el mando a distancia pueden ser accionadas.

Las puertas traseras correderas son un elemento muy cómodo para entrar y salir o abrirlas en cualquier reducido espacio, siendo ahora eléctricas el confort de apertura es mayor.

Práctico más que lujoso

El Mazda 5 tiene más equipo que lujo. Nuestra unidad es la más alta de gama, denominada “Style +” correspondiente con el antiguo "Sportive". Ahora con los nuevos elementos, los dos niveles superiores se distancian un poco más del más básico.

Exactamente en el Style+ que hemos conducido, hemos encontrado las novedades de los espejos eléctricos plegables, las ópticas traseras se han transformado en leds, lo comentado de las puertas correderas eléctricas y se ha añadido también blue-tooh para el teléfono.

Las mayores diferencias entre niveles de equipamiento sigue estando en detalles de acabado.

Por todo lo demás, el nivel de equipamiento es alto, sobre todo en la versión “Active”, la más baja que ya cuenta con todo lo que podemos llamar equipamientos tradicionales. Se puede ver la ficha pero ya adelanto que desde las 4 ventanillas eléctricas, climatizador, faros antiniebla o llantas de aleación es algo que encontramos en la versión más básica del Mazda 5.

Los detalles de confort se quedan en lo preciso para no ser espartano, echando alguna luz trasera en falta.

Un turismo con más altura

El puesto de conducción delata su diseño, con un nivel de asientos alto, grandes cristales, pero una altura total no exagerada. El acceso es casi como cualquier turismo, lo que es más alto ya es la línea de asientos y el techo. La palanca sale del salpicadero queda bien a mano, los asientos recogen bien el cuerpo y la instrumentación es clara y sencilla, ahora es un poco más sosa quizá que la anterior. Lleva las 4 lecturas principales junto a los testigos de emergencia.

Para arrancar encontramos un mando giratorio, con el mismo sistema que si fuera una llave, pero con la comodidad de mantener la tarjeta de detección en el bolsillo.

Maniobrando e incluso en curvas cerradas nos estorba algo el enorme espejo retrovisor exterior. Maniobrar no es complicado, no tiene un tamaño exagerado, y el puesto más elevado facilita las cosas. En carretera es más parecido a un turismo, y mientras no vayamos a plena carga, sus derivas casi son iguales y podemos meternos en curvas con soltura. Otra cosa es ya más cargado donde los apoyos lógicamente son más delicados. Pero siempre en una conducción turística apenas hay diferencias.