Mazda CX7 2.2 CRTD Luxury: Bienvenido a la familia

Texto: Equipo de Pruebas 02/03/2010. Fotografías Com & Com. Publicado marzo 2010

Rf motor: MAZDA Tipo: D/R2

A su estética atractiva y robusta se une una relación precio-equipamiento bastante satisfactoria que deberá atraer (y atrae) a muchos compradores.

Recordando al RX-8

Con el restyling el CX-7 ha conseguido una imagen más agresiva y visto de frente nos recuerda bastante al desaparecido RX-8, especialmente si nos fijamos en los abultados pasos de rueda delanteros.

Visto de frente, se ha añadido una nueva parrilla inferior de cinco puntas que es más grande que la anterior, y se encuentra enmarcada en una moldura cromada. También se han montado unos nuevos faros antiniebla delanteros.

Las novedades estéticas continúan con las molduras cromadas en la base de las puertas, en el marco de las ventanillas laterales y en el portón trasero. También se ha instalado un nuevo alerón de techo más grande (sólo para el acabado Sportive).

Sin renunciar al espacio

La primera impresión al abrir la puerta del Mazda CX-7 es de buena calidad. Luego veremos que hay ciertos aspectos que no están a la altura pero es líneas generales encontramos el nivel esperado y se observa que es el modelo de Mazda que más cuidado está en este aspecto, cosa que, por otro lado, es común en toda la gama del fabricante japonés.

A este respecto se ha adoptado un nuevo material para los guarnecidos y el salpicadero tiene ahora aristas suavizadas. El volante ha sido rediseñado e incluye botones de control adicionales que antes no tenía. Lástima que sigamos sin ver plásticos blandos en el salpicadero.

También se ha rediseñado el doble voladizo que se extiende a lo largo del salpicadero. Ahora, el voladizo superior presenta una elevación en su zona media para así dar cabida a la nueva pantalla multifunción, idéntica a la ya vista en los Mazda3. El equipo de sonido también ha sufrido una puesta al día y ahora está flanqueado por un borde en color negro.

Tenemos buenas cotas de altura y anchura en todas las plazas y viajar con cinco ocupantes no supondrá ningún problema de cotas para ninguno de ellos.

La visibilidad en general es buena aunque está empañada por los pilares A, que nos restan mucha y más de una vez tendremos que mover la cabeza al maniobrar.

Elemento clave: el motor 2.2 CRTD turbodiesel

No hay que ser un lumbrera para adivinar que; si queremos que un SUV del tamaño y precio del CX-7 triunfe en Europa, tiene que llevar un motor turbodiesel que impida que los consumos se vayan por las nubes. Las cifras de ventas del CX-7 comentadas en la entradilla así lo demuestran.

Se trata del motor 2.2 CRTD ya conocido en otros modelos de la casa pero que en esta ocasión está retocado para ajustarse a la filosofía del SUV. La potencia se ha rebajado a 173 CV pero a cambio tenemos más par y este está disponible antes.

En la práctica solo tendremos que hacerlo moverse por encima de 1.600 rpm para que dé lo mejor de si mismo y obtendremos una conducción agradable. El peso y la aerodinámica están ahí y hacen que no obtengamos una sensación de aceleración como la que se experimenta en los Mazda3 y Mazda6 con este motor, pero el CX-7 avanza muy lineal y sin descanso cuando apretamos el acelerador.

La caja de cambios de 6 velocidades denota ese carácter "Zoom-Zoom". Tiene un tacto muy preciso y unos recorridos muy cortos que ponen su granito de arena en cuanto a deportividad.

Es un motor que cumple con la normativa Euro V y ello se consigue muy en parte gracias al empleo de AdBlue (Liquido que en combinación con el catalizador baja las emisiones de CO2) que se aloja en un depósito de 15´5 litros bajo el maletero y del que tenemos un indicador de capacidad en el cuadro de instrumentos, teniendo que ser rellenado aproximadamente cada 20.000 kms.

El sistema de tracción tiene reparto activo de par, llegando a desviar hasta un 50% del par a cada eje.

Como una alfombra

No es que su comportamiento general sea malo, pero hemos tenido una pequeña decepción porque esperábamos que su comportamiento fuese más deportivo (dentro de la lógica de un SUV) como su apariencia nos puede sugerir.

A pesar de su tamaño, la tracción a las cuatro ruedas y el tarado de la suspensión nos invita a abordar las curvas con confianza. Cuando inscribimos el coche va todo bien, pero el problema surge cuando la carrocería tiene que recuperar la horizontalidad ya que nos encontramos una amortiguación bastante lenta en extensión, con lo que nos podemos ir olvidando de buscar cambios de apoyo rápidos. Esto también se nota al circular normal cuando vemos que tras realizar un giro el coche se muestra perezoso para recuperarse del giro. No es algo preocupante, pero es un aspecto que no esperábamos de un coche como este.

Por lo demás, cuando circulamos normalmente con el CX-7 es toda una gozada. La suspensión filtra muy bien lo que pasa bajo las ruedas y es todo confort. En ciudad se mueve mejor de lo esperado gracias su buen radio de giro y en contra de lo que se cabría esperar de un SUV de su tamaño y con semejantes "rodillos" de 19".

La verdad es que te invita a hacer kilómetros sin parar por lo bien que trata a sus ocupantes.